México es el único país de Iberoamérica que no tiene convergencia plena de servicios de telecomunicaciones.
La convergencia es la posibilidad tecnológica de prestar todos los servicios de voz, datos y video a través de una misma red y dispositivo.
Más pronto que tarde América Móvil recibirá la autorización para ofrecer el servicio de televisión de paga. La pregunta es cuánto tiempo más queremos seguir en el atraso convergente.
Demorar la entrada de América Móvil a la TV de paga es una decisión política que favorece a sus competidores, pero daña el bienestar digital de los hogares, usuarios y consumidores mexicanos.
La Constitución dice que las telecomunicaciones son servicios públicos de interés general y que el Estado garantizará que sean prestados en condiciones de convergencia, pero llevamos casi nueve años faltando a un mandato constitucional.
La autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para que Claro TV (filial de América Móvil) ofrezca televisión restringida no pone en riesgo la competencia económica; al contrario, la dinamizará y ni el regulador ni el gobierno pueden estar en contra de ello.
Televisa concentra 64% del total de suscriptores de TV de paga. Megacable, Dish y Totalplay también ofrecen el servicio.
La entrada de Claro TV al mercado generaría competencia convergente sin poner en riesgo el mercado, por la sencilla razón de que Televisa y otros tres proveedores lo acaparan.
El índice de concentración del servicio de televisión restringida es el único que creció 16.6% desde junio de 2013 hasta diciembre de 2020. Los demás índices de telefonía móvil, fija y acceso a Internet decrecieron en el mismo periodo.
El índice de precios de televisión de paga también se ha elevado 24.6% en el mismo lapso mientras que el de telefonía móvil ha bajado 43.9 por ciento.
La elevada concentración y la constante alza de precios en el servicio de TV de paga se explica por el proteccionismo político y regulatorio de impedir a América Móvil la entrada al mercado.
En noviembre de 2020 Televisa fue declarada con poder sustancial de mercado en televisión de paga; la mejor, más eficaz y más económica medida regulatoria y asimétrica que le puede imponer el IFT es colocarle a un competidor enfrente.
La autorización para Claro TV reducirá los precios de los servicios de telecomunicaciones al ofrecerlos en paquetes convergentes de voz, datos y video.
La convergencia y la TV restringida puede llegar a los hogares de escasos recursos con ofertas y paquetes que incluyan telefonía, banda ancha y televisión social.
Los usuarios de los servicios de telecomunicaciones tienen derecho a elegir el servicio, proveedor, paquete, plan o tarifa que mejor se adapte a sus necesidades; la ausencia de convergencia plena restringe ese derecho básico y limita la innovación de planes tarifarios.
América Móvil comprometió una inversión de 8 mil millones de pesos adicionales en caso de que se le otorgue la concesión para prestar el servicio de TV de paga.
Esa inversión se destinaría para el despliegue de fibra óptica que permite el acceso a servicios de banda ancha y a un Internet más veloz.
Permitir la convergencia a América Móvil significa ampliar la cobertura de Internet y mejorar el acceso a la banda ancha en México con fibra.
Más fibra óptica prepara y hace más competitivo y atractivo al país para el futuro despliegue de la red 5G.
Los competidores también se verían beneficiados porque tendrían acceso a la red de fibra óptica para competir en mercados donde actualmente no tienen presencia.
El gobierno de la Cuarta Transformación y la Estrategia Digital Nacional deberían ver con buenos ojos la licencia para Claro TV, porque la inversión adicional y la convergencia favorecen la inclusión digital universal y la disminución de la brecha digital.
Los competidores van a seguir oponiéndose a que América Móvil reciba la autorización y compita en TV de paga con ofertas convergentes y planes atractivos.
Los comisionados del IFT deben liberarse de la presión de verse criticados por quienes controlan la televisión en México. Ningún comisionado está en contra de la convergencia.
AT&T está detrás de las preocupaciones de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) para que se demore la entrada de América Móvil a la TV de paga.
Las presiones del gobierno de Estados Unidos y de AT&T a través de la USTR son una señal inequívoca de que la TV de paga y la convergencia plena están cada vez más cerca.
AT&T presiona a través de la USTR cuando ni siquiera tiene presencia en el mercado de TV de paga.
Estados Unidos es un mercado convergente y México no tiene por qué estar a la saga de su socio comercial.
AT&T sabe que la TV de paga y la convergencia para Claro TV lo coloca en desventaja ante América Móvil, Televisa y los demás operadores fijos que participen en la subasta 5G, pero obligaría al proveedor estadounidense a reaccionar e invertir para no perder competitividad y mercado.
La convergencia no debe ser el privilegio de algunos operadores sino un derecho de todos los usuarios y consumidores en México.
CON INFORMACIÓN VÍA DPL NEWS