Aunque en los últimos dos años, la acelerada digitalización demostró la capacidad resiliente de muchos sectores, es necesario reconocer que no es suficiente, sino que se requiere un nuevo modelo de desarrollo basado en un cambio cultural corporativo de todas las organizaciones, en especial las que participan en el sector de telecomunicaciones pues «tiene que transformarse para poder transformar».
“Necesitamos un sector, un país, que siga un nuevo modelo de desarrollo pero con inclusión y para eso se necesitan políticas y estrategias deliberadamente creadas para cerrar las brechas… Esto nos hace más resilientes, flexibles, más adaptables, para que los avances puedan ser sostenibles y permanentes”, aseguró María Elena Estavillo.
La directora general del Centro-i para la Sociedad del Futuro reconoció la importancia de aprovechar las experiencias que ha dejado la pandemia, para impulsar nuevas prácticas que contribuyan a revertir la exclusión digital, que no es un tema aislado, sino que se suma a otras brechas existentes, como la económica, de género, de acceso a salud y al empleo.
“El cierre de brechas, de la brecha digital no deben verse como un resultado colateral, como un buen impacto, deseado en los planes de reactivación económica, sino como uno de sus motores centrales, es un insumo central de cualquier estrategia empresarial, sectorial”.
Al presentar su ponencia “Impulsando transformación sí o sí”, en el contexto del foro Conecta México, la especialista subrayó el enorme reto que tienen tanto el sector de las telecomunicaciones como el país, de no regresar a un escenario prepandemia, aunque la socialización sea una parte importante para complementar lo que se ha podido realizar de manera remota mediante plataformas tecnológicas.
“En los países donde estaban más desconectados, la pandemia generó mayores costos, causó más retrasos y por eso hay que estar conscientes, retomar el camino, volver a la normalidad, pero no a la misma sino a una nueva normalidad… la brecha digital genera otras brechas… Si regresamos a hacer las cosas exactamente como se hacían antes, no vamos a estar cerrando brechas”.
La inclusión y el cierre de brechas, destacó la experta en competencia, regulación, ecosistema digital y género, tienen que incorporarse en todas las actividades de las organizaciones, tienen que estar entre las prioridades del sector.
En este sentido, la transformación digital corporativa, abundó, tiene que ver con empresas que sean eficientes e innovadoras hacia afuera y hacia adentro, pero esto va más allá de la adopción de tecnología, implica un cambio de paradigma en la forma de hacer las cosas.
Esta innovación nos ayuda a ampliar las fronteras del mercado; la flexibilidad a tener mayor diversidad en la composición de las organizaciones y en los espacios de toma de decisiones; ser adaptables para contar con esquemas de teletrabajo.
Asimismo, mediante acciones concretas se pueden eliminar sesgos, ambientes hostiles, discriminación y la brecha salarial, porque no es suficiente sólo tener buenas intenciones, sino definir cómo hacerlo, fijar objetivos, medir avances, corregir sobre el camino.
“Todo esto genera un círculo virtuoso de una nueva cultura corporativa, al tener mayor diversidad, inclusión, trabajo ético, nos va a ayudar a generar tecnología, servicios, aplicaciones que también sean innovadoras, éticas e incluyentes.. este sector tiene que transformarse para poder transformar”.
CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC