Desde antes de la expansión de la telefonía fija en 1988, la llegada de 3G que en 2007 permitió por primera vez la conectividad móvil, pasando por los primeros despliegues de 4G y de cara a un nuevo entorno impulsado por la quinta generación, la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET) suma cuatro décadas siendo pieza central en la evolución del sector telecom y el ecosistema digital.
Este 7 de julio, la organización conformada por empresas públicas y privadas del sector de las telecomunicaciones que operan en los países del continente americano, ha dedicado 40 años a promover políticas públicas y regulaciones innovadoras para asegurar una mejor conectividad en la región, reconociendo también como retos la brecha digital, la certidumbre jurídica a inversiones de la industria y la adecuada puesta a disposición del espectro radioeléctrico.
“Celebramos 40 años junto a la industria que revolucionó la manera de comunicarnos. Continuaremos apostando porque las nuevas generaciones de latinoamericanos tengan un mejor futuro, uno más digital, inclusivo y sostenible”, afirmó Maryleana Méndez, Secretaria General de ASIET.
La ASIET ha sido partícipe del desarrollo de las telecomunicaciones en América Latina, que son la base de la transformación digital, y acompañada por empresas públicas y privadas del sector de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y Audiovisual ha visto el surgimiento de nuevas tecnologías que cambiaron la manera de comunicarnos.
“La asociación cumple el rol de contribuir en el avance de la transformación digital en la región a través del diálogo público-privado, promoviendo el crecimiento de la industria y favoreciendo el intercambio de conocimiento y de buenas prácticas internacionales”.
Como industria, las empresas proveedoras de servicios han invertido para tener la mejor infraestructura en la región, a través de miles de kilómetros de fibra óptica, antenas y torres, cables submarinos y enlaces satelitales; sin embargo, aún hay retos por superar.
“La continuidad de su desarrollo e inversión para el cierre de la brecha digital, requiere de certidumbre jurídica y previsibilidad en el largo plazo. Aún existen desafíos en materia de políticas públicas y regulatorias, sumado a la necesidad de impulsar agendas digitales que tomen a la conectividad como ejes de acción”.
A estos puntos clave también se suman los de una adecuada puesta a disposición del espectro radioeléctrico, el fomento del despliegue de infraestructura, el apoyo a las economías creativas (combatiendo a la piratería de contenidos audiovisuales), y el desarrollo de las habilidades digitales para los ciudadanos latinoamericanos.
Al recordar los momentos más importantes, desde la expansión de la telefonía fija en 1988, la llegada de 3G en 2007, que permitió por primera vez la conectividad móvil, recalcó que la quinta generación, 5G, que surge en el 2019, seguirá revolucionando el entorno y consolidando la transformación digital.
A partir del año 2000 inició la década del primer desarrollo de la banda ancha fija, pero entre 2005 y 2007 creció el tráfico de datos con la llegada de nuevas plataformas, como las redes sociales. En 2010 llegaron los primeros despliegues de 4G, para que hoy el 90 por ciento de los latinoamericanos ya cuente con cobertura LTE.
“Si bien continúan los desarrollos de 4G, desde 2019 nace 5G y presenta nuevos desafíos en la región. A futuro, las telecomunicaciones continuarán revolucionando nuestro entorno con la incorporación de nuevas tecnologías, la expansión del 5G, y la aplicación de herramientas digitales que transformarán las industrias”.
CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC