TENDENCIAS_ Desigualdad, estereotipos e indiferencia alimentan violencia digital

La violencia observada en contra de las mujeres es resultado de la desigualdad, de los procesos de socialización donde se designan estereotipos para el género femenino, distintos de los que funcionan para el género masculino, y de un entorno digital cada vez más violento y permisivo con prácticas que al realizarse de forma virtual se perciben como «inofensivas».

“En los procesos de socialización se fijan para las mujeres generalmente roles de subordinación y los hombres en su mayoría se les enseña una posición de poder, por ello la violencia en contra de las mujeres es resultado de esta forma en que se ha construido la relación entre el hombre y la mujer, donde el primero ejerce un posición de poder sobre la otra persona”, explicó Anabel López Sánchez, directora General para la Promoción de una Vida Libre de Violencia.

Por ello, dijo, fue necesario crear en México leyes que definen y detallan las distintas formas de violencia, lo que parece sorprendente cómo esta clasificación aumenta en el tiempo, lo que supone que este delito tiene una dinámica creciente.

En su exposición resaltó la importancia de reconocer que no sólo las personas físicas ejercen violencia en contra de las mujeres, sino también la que generan las personas morales, que lo hacen de forma mediática y con el uso de las tecnologías.

“Las empresas televisivas que producen una gran cantidad de contenidos que vistas a la luz de las definiciones que se tienen, incurren en algunas de las formas de violencia en contra de las mujeres, por lo que es importante reconocer la responsabilidad que tienen según lo establece la legislación vigente”.

En el país hay un marco normativo que sanciona la violencia digital y mediática, como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia, que en su capítulo cuarto establece los casos en los cuales se incurre en este tipo de delitos; en el Código Penal Federal, en su artículo 2, denominado violación a la intimidad sexual, artículo 199, con penas de tres a seis años de prisión y una multa de mil Unidades de Salario Mínimo.

“No basta legislar ni tener un marco normativo robusto para atender esta realidad de violencia que afecta a las mujeres, sino también es importantísimo prevenir y regular el uso de los medios digitales y de comunicación para que no incurran en esta modalidad de ilícitos” concluyó.

Por su parte María José Morales García, Directora de Igualdad de Género, Diversidad e Inclusión del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), detalló que una de cada cinco personas ha sufrido alguna acción de ciberacoso en México, es decir, 20 por ciento, de las personas mayores de 12 años y más, de acuerdo con los datos más recientes recogidos por la ENDUTIH, elaborada por el IFT y el INEGI.

En el panel “Panorama de la Violencia Digital” en México, la directiva detalló que 20 por ciento de las mujeres y el 22 por ciento de los hombres que utilizan internet han sufrido ciberacoso, siendo Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Nuevo León, CDMX y Quinta Roo las cinco entidades del país donde más se registran este tipo de delitos.

En tanto que las plataformas digitales a través de las cuales se realizan el mayor número de estos delitos son Facebook, WhatsApp y Twitter sitios vinculados a una smartphone, los vehículos más utilizados por los delincuentes.

Otro dato relevante es que en el caso de las víctimas que pudieron identificar a su agresor, 53 por ciento de las mujeres señalaron a un hombre y 62.1 por ciento de los hombres también apuntaron hacia una persona del sexo masculino, en contraste esto sólo sucedió 18 por ciento de ellas y 15 por ciento de ellos, dijo que fue una mujer la agresora.

En el ciclo de #ConferenciasCiber, organizado por el IFT y la Guardia Nacional, detalló que las mujeres entre 12 y 29 años de edad son las que más sufren ataques de ciberacoso, aunque las mujeres adultas mayores, también suelen ser víctimas de este tipo de violencia con la intención de ser manipuladas o de ser extorsionadas.

Enumeró las distintas formas de ciberacoso: se trata de cuando una persona se expone de manera repetida y prolongada, por parte de una o varias personas, que buscan causarle daño o molestia, a través de llamadas ofensivas, críticas por apariencia, burlas, falsear la identidad para agredir, ser vigilada en sitios o cuentas de internet, publicación de imágenes sexuales sin consentimiento, publicación de información personal, o amenazas o incluso extorsión.

Este tipo de violencia tiene un sesgo de género importante, pues mientras el 30 por ciento de niñas y jóvenes de 12 a 29 años de edad, usuarias de internet y celular fueron víctimas del ciberacoso, en el caso del género masculino, la incidencia sólo afectó al 24 por ciento.

Casos específicos de acoso sexual se registró entre el 33 por ciento de las niñas y jóvenes de 12 a 19 años de edad, y 42 por ciento de las mujeres con edad de entre 20 a 29 años, que recibieron insinuaciones o propuestas sexuales, mientras que el 35 y el 38 por ciento de ellas recibieron contenidos sexuales no deseados.

Una tercera parte de las niñas y jóvenes de 12 a 19 años recibieron críticas por su apariencia física o clase social contra sólo una quinta parte de los casos registrados entre el género masculino.

Talina González Candiani, directora de Educación, A Favor de la Mejor, destacó que retuitear o dar un like a un posteo relacionado con la violencia contra la mujer o de violencia digital en cualquiera de sus modalidades, es contribuir a seguir contaminando el ecosistema digital donde las personas sostienen una convivencia.

La falta de empatía y de inteligencia emocional ya sea de niños, niñas, jóvenes o adultos al ejecutar o simplemente al permitir un ilícito de este tipo, aunque crean que son simples espectadores, en realidad se vuelven cómplices de estos actos.

“Al mantenerse indiferentes y actuando con falta de solidaridad, se permite que la violencia digital continúe y vaya en aumento con varias consecuencias graves… lo fundamental es saber que en esos espacios hay una derecho a manifestarse con plena libertad, qué hay derecho a la privacidad y a la seguridad, dentro como fuera del mundo digital”, precisó.

Una de las consecuencias de este tipo de ilícitos, explicó, es generar autocensura en las personas, es decir, privarlas de usar el acceso a la información, de beneficiarse de su uso para su desarrollo personal y profesional, por ello, A Favor de lo Mejor, busca construir desde la parte de la prevención, un uso seguro, libre, responsable y ético del ecosistema digital.

«Se busca generar una formación de ciudadanía digital integral, no limitarse al uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación para reducir los números de casos de violencia digital que ya son alarmantes”.

Por su parte Nazli Borrero Vázquez, ingeniera en informática, aseguró que es urgente generar campañas que combatan la creciente violencia digital contra grupos vulnerables

Es “urgente” que la población usuaria de internet, tenga claridad de los riesgos que implica realizar algunas prácticas consideradas “inofensivas” por realizarse en forma virtual, pero que conllevan una fuerte carga de agresión psicológica, lo cual debe combatirse desde los hogares, las escuelas e incluso desde el sector salud.

Importante considerar que ya representa un delito toda agresión psicológica que realiza una persona a través de las nuevas tecnologías como correo electrónico, sistemas de mensajería, humillando, maltratando psicológicamente, bajando la autoestima, dañando el buen nombre de una persona, o crear un conflicto en el ámbito laboral, familiar o personal.

Para la especialista en protección de datos personales y ciberdelitos, es relevante diferenciar lo que es una red social, donde se puede obtener el perfil de un usuario y lo que son las plataformas de mensajería instantánea, lo que es importante a la hora de presentar una denuncia o se está recepcionando.

Aunque el ciberbulling, grooming, la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA), la difusión de ,Material de Abuso Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes, el Sexting o Sextorsión, están entre los delitos más conocidos, existen otras prácticas que son sumamente nocivas y contrarias a las buenas prácticas de convivencia entre las personas, como el Happy Slaping, Griefing, Sharenting, y los Juegos de reto.

CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC

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