VIDEOCOLUMNA_ Los movimientos obreros toman las calles del orbe

Por Israel Quiñones

Es necesario preguntarse hacia dónde se encamina el movimiento obrero y que dirección debe seguir ante el escenario tan complicado que se presenta para la clase trabajadora. Y es que, las condiciones económicas postpandemia, la falta de cumplimiento de parte de la patronal y gobiernos, así como la planeación de automatización y acumulación del capital han forzado a las organizaciones sociales y sindicales a tomar las banderas de lucha, han llevado a definir una ruta de movilización a penas en el inicio de este 2023.

La crisis económica, social y energética provocada por el conflicto bélico en Ucrania, además de las consecuencias derivadas de la pandemia, que aún no ha llegado a su final según la Organización Mundial de la Salud (OMS), han generado una cadena de estridentes conflictos obrero-patronales en el orbe. Las grandes movilizaciones en Francia, la reciente huelga de maestros en Reino Unido, además de las movilizaciones unitarias en México, son una muestra clara de que los sindicatos y los trabajadores en su conjunto han decidido enfrentarse a las imposiciones planteadas desde los grandes organismos económicos, tales como el FMI, el Foro de Davos o del Banco Mundial.

El crecimiento desmesurado del fenómeno inflacionario global ha llevado a millones de personas a la pobreza, mientras que las políticas monetarias no terminan por entender cómo mantener controlado el avance del precio de los alimentos y los energéticos, tales como combustibles y electricidad principalmente.

En este marco, la clase trabajadora ha decidido exigir mejoras sustanciales en sus salarios y prestaciones, además de encontrarse envuelta en una batalla decisiva en lo que se refiere a las pensiones.

Francia se ha convertido en un bastión en el tema de las pensiones de los trabajadores, ya que en medio del aumento de los denominados “comodities”, el acceso de los trabajadores a agua caliente o contar con electricidad en casa se ha convertido en una verdadera odisea, aunado a esto, la baja en las pensiones se convierte en una autentica catástrofe, por ello, la radicalización que han adoptado las centrales sindicales francesas, con grandes victorias en las calles de las principales metrópolis de esta nación europea que, sin embargo, no han logrado frenar las reformas promovidas por el gobierno de derecha liberal que encabeza Emmanuel Macron.

Por otro lado, el estallamiento de la gran huelga de maestros en Reino Unido, movilización que no se veía hace más de una década, va en busca de mejoras salariales sustanciales para este gremio, de manera que este 1 de febrero, Inglaterra y Gales quedaron prácticamente paralizadas, ya que a los educadores se les sumaron los trabajadores ferroviarios, organizaciones estudiantiles, entre otros gremios laborales. La justa búsqueda por un salario adecuado se ha transformado en una batalla por la dignidad de la educación en una nación que se supone, ha sido ferviente luchadora de los derechos que rigen en occidente, siempre y cuando estos derechos y libertades no entorpezcan el crecimiento de los grandes capitales privados.

En nuestro país tenemos a los medios de comunicación enajenados con el rompimiento amoroso que ha sufrido el expresidente Peña con Tania Ruíz, somos testigos de la disputa entre los dirigentes priistas, peleándose las migajas de lo que queda de ese partido, mientras que los trabajadores por millares toman las calles reclamando mejores condiciones, pero sobre todo dignidad.

El Sutnotimex marchaba exigiendo solución a una huelga con más de mil días de haber sido estallada, el Sutin y los centros de investigación gritaban por más presupuesto para la ciencia, tecnología y la cultura y mientras los consejeros del INE presentan libros, cosa que no tiene nada que ver con el trabajo por el que ganan más de 300 mil pesos mensuales, los trabajadores del Suntnafin luchan por el respeto a su organización y a la bilateralidad, así como todas las organizaciones sindicales y sociales hacían un pase de lista frente al antimonumento de la Avenida Reforma en exigencia por la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

La lucha por la dignidad es encabezada por el movimiento obrero, asunto no reconocido por los capitales privados y los poderes políticos, sin embargo, es importante comprender que los recientes acontecimientos son resultado de políticas depredadoras, excluyentes y acaparadoras.

Los trabajadores deben tener claro que su unidad, así como su capacidad de organización y movilización serán cruciales para alcanzar las metas trazadas, así mismo, la izquierda deberá retomar y accionar con las banderas históricas con las que ha venido caminando, los movimientos progresistas nacieron en el seno obrero y hoy se convierten en luchas por la dignidad humana que deberemos afrontar, enfrentar y ganar en unidad.

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