Si no se toman las decisiones correctas y se crean políticas públicas adecuadas, las desigualdades que ya existen en México se pueden agravar, en especial si las tecnologías digitales para el sector agropecuario que dan forma a la llamada agricultura 4.0, resultan inaccesibles para los pequeños productores, que representan a alrededor de 4 millones de unidades productivas.
Eduardo Benítez Paulin, representante asistente de programas del Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en México (FAO, por sus siglas en inglés), señaló lo anterior al participar en el “Foro Transformación Digital en y para la Agricultura”, organizado por el IFT, la Canacintra y la Agencia Espacial Mexicana (AEM).
En su conferencia magistral, el representante de la FAO recordó que en México hay casi 5.6 millones de unidades de producción agrícola, de las cuales 72 por ciento son pequeñas o muy pequeñas y en su mayoría sufren envejecimiento y feminización, de manera que si quedan excluidas de la tecnología debido a la imposibilidad para pagarla, se están ahondando las desigualdades.
De ahí que la FAO pugne por una visión inclusiva y global del uso de la tecnología digital para el campo, para que nadie se quede atrás, tal como establecen los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU.
En ese sentido, dijo que el reto consiste en lograr que la agricultura inteligente, también llamada de precisión, se refleje en las cadenas de valor de todas las unidades de producción en México, sobre todo garantizando el acceso a las más pequeñas que, al mismo tiempo, son las que más carencias enfrentan.
Benítez Paulin explicó que la FAO ha implementado una serie de soluciones tecnológicas que en su mayoría se reflejan en plataformas de libre acceso, con el objetivo de que las experiencias de los 194 países en que opera, se puedan replicar con información prácticamente en tiempo real y útil para todo el sector agropecuario en el mundo.
El reto consiste en hacer más eficientes y productivos los sistemas alimentarios, tomando en cuenta que ya no sólo se trata de alimentar a la creciente población del mundo, sino de nutrirla, lo que significa un cambio sustantivo.
“Ya no se trata sólo producir alimentos, sino que además sean nutritivos y producidos con el menor impacto posible en recursos naturales, que cada día son más limitados, como el agua”.
Al respecto, dijo que la FAO busca establecer una visión global y de inclusión, con la mira puesta en que la digitalización e innovación transformen positivamente los sistemas alimentarios y permitan insertarlos en las cadenas de valor.
“Aprovechamos la agricultura digital para ampliar ideas. Lo que va surgiendo en cada país, ponerlo a la disposición de todos los países para que podamos acompañar las soluciones y atender los problemas que se van presentando desde el nivel de parcela, territorio, regiones y hasta nivel de país, con la movilidad que implica la actividad agropecuaria (producción agrícola, pecuaria, forestal, acuícola y pesquera)”.
Ejemplificó algunos de los sistemas tecnológicos que utiliza la FAO para temas como seguridad alimentaria, servicios y sistemas de inocuidad, salud animal y sanidad vegetal que permiten monitorear los alimentos en términos de calidad.
Mencionó la plataforma de gestión de desastres; la de extensión agrícola; la plataforma geoespacial de cobertura; las plataformas de zonificación global (AEZ, por sus siglas) que permiten evaluar la disponibilidad de recursos naturales en determinadas zonas para generar los menores impactos posibles al ambiente al tiempo de satisfacer las crecientes necesidades de alimentos de una población que crece muy rápido.
También se cuenta con herramientas tecnológicas como el Sistema Nacional de Seguimiento Forestal; el Sistema de Vigilancia y Alerta Temprana del Gusano de Otoño, la FAO Stat y el Acua Stat, por sólo mencionar algunos de los sistemas de información que la organización pone a disposición de todos los países miembros para proveer de información útil que puede ayudar a hacer más productivo el campo en todo el mundo, a través de datos de libre acceso.
De ahí que el representante de la FAO insistió en que es necesario que todas estas tecnologías se hagan accesibles a toda la población, si no queremos que se profundicen las desigualdades.
CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC