En América Latina, donde alrededor de 45 millones de personas no acceden a Internet porque viven en zonas rurales o alejadas, la compartición de infraestructura es un poderoso modelo para expandir la conectividad a partir de pilares como la innovación, cooperación y sostenibilidad.
“La compartición no es novedad, ya es una tendencia. En Telefónica somos creyentes de la compartición de infraestructura en redes fijas y móviles, como ya lo hemos probado en diferentes países de la región”, José Juan Haro, director de Negocio Mayorista y Asuntos Públicos de Telefónica Hispanoamérica.
Por ello, añadió, la firma ha apostado por iniciativas como el Manifiesto Rural de Telefónica Hispam que propone conectar plenamente a las zonas rurales de América Latina sumando esfuerzos públicos y privados bajo un enfoque colaborativo; y, poniendo foco en un nuevo modelo que gire en torno a la innovación, cooperación y la sostenibilidad.
De hecho, en la región existen casos como el de Colombia y Chile donde se ha trabajado en conjunto con el fondo de inversión KKR para desarrollar empresas mayoristas neutrales que contribuyan a expandir la fibra óptica al hogar en todo el país acelerando el proceso de despliegue de manera importante.
“En el caso de Chile, ya cuenta con 3.5 millones de hogares con posibilidad de contratar servicio de fibra óptica y en Colombia con 2 millones”, comentó al participar en el Mobile 360 organizado por GSMA en la Ciudad de México.
En Perú, la empresa “Internet para Todos”, creada por Telefónica en conjunto con Meta (Facebook), BID Invest y CAF para ampliar el internet móvil en zonas rurales, ofrece desde 2019 conectividad 4G a alrededor de 3 millones de personas que viven en localidades alejadas.
Y en el caso de México, hace tres años firmó un convenio de capacidad a la red de acceso de última milla inalámbrica de AT&T que permitió cubrir con LTE de 37 a 227 mercados, lo que representa 83 por ciento de la población nacional.
“La inclusión digital significa no dejar a nadie atrás en esta revolución digital. Es clave que la regulación sea un habilitador antes que un obstáculo y para eso debe diseñarse de forma tal que promueva la innovación a todo nivel y se adecúe a la realidad del mercado y a la particularidad de cada zona”.
Sin embargo, éste no es el único desafío que enfrentan los países de la región en materia de conectividad. El espectro radioeléctrico, un insumo clave para expandir la conectividad y mejorar los servicios móviles, no es motivo de políticas de costo razonable, pues no se está observando la realidad del mercado, señaló Ana Valero, directora de Política Regulatoria de Telefónica Hispanoamérica.
Es así que desde la perspectiva de Miguel Calderón, director de estrategia de asuntos públicos de Telefónica Hispanoamérica, es fundamental que los operadores tengan condiciones predecibles que hayan sido definidas con tiempo de cara a dar certidumbre en la toma de decisiones de inversión, privilegiando los objetivos de política pública de extensión de las redes y los servicios.
CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC