Salarios contractuales acumulan dos meses consecutivos de avance

Por segundo mes consecutivo el poder adquisitivo de los trabajadores mejoró en diciembre, luego de que los salarios contractuales tuvieron un incremento promedio de 0.52 por ciento en términos reales –arriba de la inflación–, según estadísticas oficiales. En el último mes de 2022, el promedio nominal pactado en las negociaciones de la jurisdicción federal se ubicó en 8.4 por ciento, dato que al descontar el efecto de la inflación se tradujo en un aumento de 0.52 por ciento, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

Pese al dato de diciembre, el promedio de incremento de los salarios contractuales en 2022 fue de 6 por ciento nominal, lo que implicó una pérdida de poder adquisitivo de 1.84 por ciento respecto de 2021, ya descontado el efecto de la inflación.

En días recientes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de diciembre fue de 7.82 por ciento a tasa anual, cifra que aún está fuera del objetivo del Banco de México (BdeM), de 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.

Aunque repuntó la inflación en el último mes de 2022, no superó el promedio nominal pactado en las negociaciones salariales.

Esta es la primera ocasión, desde marzo de 2021, en que el poder adquisitivo suma dos periodos consecutivos de avances, pues hasta antes de noviembre del año pasado sólo en septiembre de 2021, marzo, mayo y julio el crecimiento real de los salarios se ubicó en terreno positivo.

Entre noviembre de 2018 y marzo de hace dos años el poder adquisitivo de los trabajadores involucrados en las negociaciones contractuales mejoró. En enero de 2017 a igual mes de 2018 mostró un deterioro por la inflación causada por la liberalización de los precios de los energéticos.

En diciembre se negociaron 211 revisiones salariales, que involucraron a 53 mil 444 trabajadores.

Del total de negociaciones, 209 corresponden al sector privado, las cuales implicaron a 52 mil 384 trabajadores, quienes en promedio obtuvieron un aumento salarial de 8.5 por ciento en términos nominales, pero al descontar la inflación se ubicó en un avance de 0.6 por ciento real.

El promedio real obtenido por empleados de empresas privadas durante 2022 fue de 0.03 por ciento, pues en términos nominales se ubicó en 7.9 por ciento.

En el sector público se revisaron dos contratos colectivos que involucraron a mil 60 empleados, los cuales recibieron un incremento nominal de 3.9 por ciento, que en términos reales representó una disminución de 3.62 por ciento.

Entre enero y diciembre pasados el promedio nominal del salario de los trabajadores del gobierno ascendió a 3.7 por ciento, dato que al descontar la inflación se contrajo 4.21, el dato más bajo desde 1996, cuando disminuyó 7.66 por ciento.

Empleados del sector agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza obtuvieron un aumento nominal de 16 por ciento en diciembre, que se tradujo en un avance de 7.63 por ciento real.

En contraste, trabajadores de información en medios masivos no obtuvieron aumento salarial, lo cual resultó en un retroceso de 7.25 por ciento real.

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Preocupa a Conasami que alzas al mínimo no influyan en salarios contractuales

En la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), existe preocupación del sector obrero porque la tendencia de incrementos al salario mínimo de los últimos años no se ha reflejado en la misma proporción en los contractuales negociados por los sindicatos.

Al participar en el segundo Congreso Nacional de las Comisiones Consultivas Regionales, convocado por la Dirección Sectorial de Trabajadores del Infonavit, José Luis Carazo, representante del sector obrero ante la Conasami, señaló que mientras el salario mínimo aumentó 22 por ciento para este año, los contractuales han tenido incrementos de entre 6 y 7 por ciento.

Esto, aseguró, representa un rezago en los ingresos de los trabajadores bajo un contrato colectivo.

“Estamos preocupados en la Conasami por una razón: si bien el salario mínimo ya creció como consecuencia de que se da un incremento en porcentaje y el llamado monto independiente de recuperación, que es un incremento en pesos, ha hecho que crezcan los salarios mínimos, pero no los contractuales, donde hay una gran pérdida”, dijo ante representantes sindicales.

Al exponer un estudio sobre la evolución de dicho indicador, Carazo hizo notar que el incremento al salario mínimo no ha tenido impacto en los costos para las empresas, pues a pesar de que éste era de 73.04 en 2016 y actualmente está en 172.87 pesos, mientras el ingreso “de planta lo traíamos entre 130 y 150 pesos, y esos siguen creciendo de manera muy lenta”. Añadió que en las negociaciones contractuales entre sindicatos y empresas se ha tratado de obtener aumentos por encima de la inflación, “pero nadie esperaba que este año estuviera tan elevada”.

El vocero del sector obrero agregó que la propuesta de alza al mínimo para 2023 está en análisis, pero se tendrá que valorar no sólo respecto de la inflación, sino ver “de qué forma recuperamos la pérdida del poder adquisitivo de este año”.

Por separado, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social señaló que el gobierno federal buscará lograr 100 por ciento de la recuperación del salario mínimo con dos incrementos antes de finalizar la actual administración. Sobre el aumento al mínimo para 2023, será a finales de noviembre y principios de diciembre cuando se decida.

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Revisiones salariales, casi un año abajo de la inflación

En febrero el promedio real de los salarios contractuales cayó 0.50 por ciento, dato que pese a ser negativo observó su mejor nivel después de seis meses, de acuerdo con estadísticas oficiales.

El incremento nominal promedio en las revisiones salariales realizadas en el periodo de referencia ascendió a 6.7 por ciento, la cifra más alta desde diciembre de 2020, cuando se ubicó en 6.8 por ciento.

Además, el dato se colocó como el mayor aumento para un segundo mes del año desde 2002, destacó la Secretaría de Hacienda.

Sin embargo, al descontar el efecto de la inflación, el dato se tradujo en un retroceso de 0.50 por ciento, según información de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en noviembre la inflación fue 7.28 por ciento a tasa anual, dato que aún se ubica fuera del objetivo del Banco de México (BdeM), el cual es 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.

Aunque se trata de la sexta caída en términos reales, es la de menor proporción, luego de que la inflación fue inferior respecto a meses previos.

La menor contracción del promedio de los salarios reales se traduce en una ligera mejoría en el poder adquisitivo para los 118 mil 479 trabajadores involucrados en las revisiones contractuales.

El promedio real de las revisiones salariales ha estado en terreno negativo desde abril del año pasado, aunque en agosto aumentó 0.9 por ciento.

La caída de 1.95 por ciento observada en octubre se ha colocado como el dato más bajo en el reciente periodo de cifras negativas, comprendido entre el cuarto mes de 2021 hasta la fecha.

Entre noviembre de 2018 y marzo de 2021 el poder adquisitivo de los trabajadores se vio beneficiado, pues los niveles inflacionarios fueron menores respecto a los aumentos salariales en términos nominales.

Antes, entre enero de 2017 a octubre de 2018, las revisiones salariales se vieron afectadas por la liberalización de los precios de las gasolinas, siendo el periodo más extenso en que el poder adquisitivo de los trabajadores se afectó.

En el primer bimestre del año, 250 mil 24 trabajadores recibieron un aumento salarial promedio de 6.1 por ciento en términos nominales, pero al descontar el efecto de la inflación el promedio real se ubica en una caída de 0.98 por ciento, según datos de la STPS.

En febrero se registraron 188 revisiones contractuales realizadas en la jurisdicción federal, pues a partir de noviembre el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral se encarga del registro.

Del total, 182 corresponden a empresas privadas, en las cuales se involucraron 106 mil 881 trabajadores, quienes obtuvieron en promedio un incremento de 7.1 por ciento. Al descontar el efecto de la inflación perdieron 0.17 por ciento.

En el sector público se realizaron 6 revisiones que involucraron a 11 mil 598 burócratas. El aumento promedio que obtuvieron fue de 3.5 por ciento, pero en términos reales se tradujo en una caída de 3.52 por ciento, monto que suma 14 meses en terreno negativo.

La STPS señaló que debido a problemas técnicos no detallará hasta nuevo aviso el comportamiento de la revisiones salariales por sector.

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Poder adquisitivo de los trabajadores registra leve mejoría

En agosto los salarios contractuales observaron un aumento marginal de 0.07 por ciento, con lo que rompieron la racha de cuatro meses consecutivos en los que el poder adquisitivo de los trabajadores involucrados mermó, según datos oficiales.

En el octavo mes el incremento promedio de las revisiones salariales fue de 5.7 por ciento, que al descontar la inflación anual se tradujo en aumento real de 0.07 por ciento. 

Es la primera ocasión después de cuatro meses en que el dato muestra un comportamiento positivo. En julio pasado se contrajo 0.22 por ciento; en junio, 0.93; en abril, 0.60, y en mayo, 1.39 por ciento, la peor caída de la serie.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) durante agosto la inflación fue 5.59 por ciento a tasa anual, es decir, se mantuvo fuera del margen objetivo del Banco de México, el cual es 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.

En agosto se renegociaron en la jurisdicción federal 461 revisiones contractuales, por lo que el poder adquisitivo de 82 mil 966 trabajadores observó una ligera mejoría.

A pesar de la recuperación observada en agosto, en lo que va del año el incremento promedio real de los salarios fue una contracción de 0.21 por ciento, mientras el incremento nominal para más de un millón 128 mil trabajadores involucrados es de 4.8 por ciento.

Con el resultado de agosto se frenó el comportamiento negativo de los salarios contractuales. El lapso en cifras negativas sólo duró cuatro meses, a diferencia del ocurrido entre enero de 2017 a enero de 2018, derivado de la liberación de los precios de la gasolina, hecho que impactó en el poder adquisitivo de los trabajadores al afectar la inflación.

El periodo comprendido entre noviembre de 2018 a marzo de este año fue el periodo más extenso en el que el poder adquisitivo de la población mejoró.

Del total de revisiones contractuales reportadas por la STPS en julio, 248 corresponden a empresas privadas, mientras que las cuatro restantes al sector público.

En la iniciativa privada se realizaron 435 revisiones contractuales en las que se involucraron 80 mil 509 trabajadores. En promedio obtuvieron un incremento nominal de 5.7 por ciento, que al descontar el efecto de la inflación resultó en un aumento de 0.14 por ciento real.

Reducción en sector público

En el sector público hubo 26 negociaciones que implicaron a 2 mil 457 trabajadores. En promedio consiguieron un aumento promedio de 3.3 por ciento nominal, pero en términos reales se tradujo en una reducción de 2.17 por ciento, con lo que suman ocho meses consecutivos en terreno negativo.

Por actividad, los trabajadores del sector agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza obtuvieron el mayor aumento real que fue de 5.4 por ciento. Por el contrario, los salarios de trabajadores de actividades legislativas, gubernamentales, de impartición de justicia y de organismos internacionales y extraterritorial se contrajeron 2.27 por ciento en términos reales.

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