SINDICALISMO_ Starbucks y el nuevo movimiento sindical

Alrededor de mil empleados en unos 100 locales de la cadena de cafeterías Starbucks en Estados Unidos efectuaron una huelga del viernes al domingo como parte de su campaña para formar un sindicado que vele por los derechos de todos los trabajadores de la mayor empresa del sector. Se trata del segundo paro en un mes y del más prolongado en el año que lleva el esfuerzo de sindicalización.

Se trata de un movimiento incipiente, en el que apenas 260 de las 9 mil sucursales con que cuenta Starbucks en territorio estadunidense votaron a favor de agremiarse. Sin embargo, reviste importancia tanto histórica como simbólica por representar la irrupción de la lucha por los derechos laborales en una compañía que encarna el denominado american way of life.

Para entender la significación del fenómeno, es necesario echar la vista atrás. El ascenso de la ideología neoliberal en los 70 trajo consigo el violento desmantelamiento de los logros obtenidos por los trabajadores en siglo y medio de batallas por sus derechos, así como la promoción de un sentido común, según el cual el empleo es una gracia concedida por los empresarios que los empleados deben recibir con gratitud, sin exigir otra cosa que el menguante salario que se les entrega. Una de las principales características del neoliberalismo en los países avanzados, el traslado de la industria a regiones con bajos salarios con el consiguiente desplazamiento de la clase obrera tradicional por los empleados de servicios, tuvo como correlato una embestida frontal contra los sindicatos y la desarticulación del trabajo organizado. Insertos los trabajadores en la lógica individualista y despojados de los instrumentos de protección de sus derechos, fue fácil imponer condiciones laborales cada vez más precarias, disfrazadas con eufemismos como la “flexibilización” o el “trabajo independiente ( freelance)”.

Ante esta historia, el todavía modesto movimiento de los trabajadores de Starbucks muestra la recuperación de una conciencia obrera que muchos observadores daban por extinta debido a la lejanía de los jóvenes con respecto a las luchas colectivas de los siglos XIX y XX. Comienza a verse cómo, enfrentadas a ingresos insuficientes y a abusos patronales, las jóvenes generaciones rescatan el saber de que sólo unidos pueden plantar cara a los grandes problemas de su propia época.

Los desafíos que enfrentan los trabajadores son formidables. Starbucks, como otras compañías que han visto crecer la exigencia de reconocimiento de derechos laborales en los años recientes (entre ellas, McDonald’s, Amazon o Uber), dispone de un enorme poder para influir en las decisiones judiciales, la clase política y la opinión pública, gran parte de la cual muestra absoluta fidelidad a las marcas sin discernir los daños sociales, ambientales y económicos de la concentración de la riqueza y de las formas extremas de explotación en que basan su éxito dichas empresas.

La respuesta de la cadena de cafeterías a las justas exigencias de sus empleados ha ido desde sabotear las negociaciones del contrato colectivo hasta despedir a los organizadores sindicales y cerrar las tiendas que optaron por agremiarse, por lo que el futuro de la iniciativa resulta incierto. En este escenario, cabe desear que la sociedad estadunidense cobre cuenta de lo que está en juego: nada menos que la esperanza de revertir la precarización laboral y poner los cimientos de un modelo económico en el cual no se sacrifique a la inmensa mayoría para que unos cuantos amasen riquezas fabulosas.

CON INFORMACIÓN VÍA LA JORNADA

Agencia laboral de EU denuncia que Starbucks amenazó a sus empleados por organizarse en sindicatos

La empresa de cafeterías envió una carta a los empleados para advertirles que si se unían a un sindicato, las negociaciones de su contrato colectivo podrían prolongare hasta un año y mientras tanto sus salarios quedarían «congelados».

La Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés), una agencia independiente del Gobierno de Estados Unidos, denunció que la empresa Starbucks amenazó a los empleados de diez de sus tiendas en los estados de Washington y Oregón por el hecho de estar sindicalizados.

La dirección de la NLRB explicó que las cartas que recibieron los empleados de esta cadena de cafeterías presionándoles para que renunciaran a la posibilidad de sindicarse violan las leyes federales.

En ellas, se les advertía que si se unían al sindicato, las negociaciones con la empresa, si es que llegaban prosperar, podrían prolongare hasta un año y mientras tanto sus salarios quedarían “congelados”.

La empresa “ha estado interfiriendo, restringiendo y coaccionando a los empleados en el ejercicio de sus derechos, garantizados en las leyes laborales”, señala la denuncia de la NLRB, según cuenta la agencia de noticias Bloomberg.

La congelación de los beneficios durante las negociaciones contractuales ha sido un punto importante en la lucha entre la empresa y los sindicatos. En mayo, Starbucks anunció un paquete de nuevos aumentos salariales y beneficios que entran en vigor en agosto salvo para aquellas cafeterías que dispusieran de un sindicato, lo que supone una medida intimidación según estas organizaciones de trabajadores.

No obstante, los establecimientos en los estados de Washington y Oregón no son los únicos afectados, según denunciaron empleados de otras cafeterías en varias partes del país. Es el caso de Michelle Hejduk, una trabajadora de Arizona, que a través del Starbucks Workers United señaló que este tipo de cartas han sido enviadas a otras partes del país.

No es la primera vez que la NLRB pone el punto de mira sobre Starbucks por sus prácticas contra los sindicatos y el derecho de sus trabajadores a organizarse. A falta de acuerdos, las quejas pueden ser apeladas ante un juez federal. La empresa, que puede ordenar cambios en las políticas de la empresa, no puede hacer que los empresarios compensen los daños anteriores causados.

Por su parte, la empresa, que siempre ha negado estas prácticas, ha acusado esta semana también a la NLRB de confabularse en secreto con uno de los grupos que organiza a los trabajadores, el Starbucks Workers United, sindicato elegido en más de 220 de las 9 mil cafeterías que administra la empresa en Estados Unidos.

Starbucks Workers United, que ha ganado cerca del 80 por ciento de las elecciones en las que se ha presentado, calificó estas acusaciones de “absurdas” y como una forma de distraer la atención de las campañas antisindicales de la empresa.

CON INFORMACIÓN VÍA ARISTEGUI NOTICIAS

Difícil crear primer sindicato de Starbucks, advierten trabajadores de EU

Trabajadores de tres tiendas de la cadena de cafeterías Starbucks del condado neoyorquino de Buffalo intentan crear el que será el primer sindicato de esta gran compañía estadunidense que hasta el momento ha frustrado cualquier intento de organización de sus trabajadores.

«Trabajamos juntos y colaboramos, así es como resolvemos los problemas, así es como evolucionamos, así es como servimos a nuestros clientes, como socios. Por eso estamos en desacuerdo (con la idea de un sindicato), pero estamos buscando opciones y vamos a hacer lo que siempre hemos hecho, servir a nuestros socios», aseguraba el 29 de octubre el director ejecutivo de Starbucks Kevin Johnson, al canal económico CNBC.

Los 128 trabajadores de estos tres establecimientos comenzarán una votación por correo la próxima semana que concluirá el 8 de diciembre para decidir si finalmente se sindicalizan o no.

La lucha comenzó el pasado agosto, cuando los empleados solicitaron sindicarse a la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, organismo que autoriza la formación de organismos gremiales).

Starbucks intentó frustrar entonces la iniciativa de los empleados tratando de convencer a la Junta de que la votación no debía restringirse a las tres cafeterías que habían lanzado la propuesta, sino que tenía que ampliarse a las veinte cafeterís que incluye esa región del norte del estado de Nueva York.

Sin embargo, la NLRB se pronunció el pasado 29 de octubre en favor de los trabajadores garantizando su derecho a crear un sindicato en los tres locales que lo solicitaron.

Su reivindicación ha sido apadrinada abiertamente por la congresista demócrata Alexandria Ocasio Cortez, conocida por sus posturas progresistas en el seno de su partido, lo que les ha proporcionado un poderoso altavoz.

Ocasio Cortez viajó hasta Buffalo para reunirse con los empleados de los tres cafés díscolos.

«La lucha contra los sindicatos es un negocio sofisticado y lucrativo. Se especializa en la psicología de hacerte dudar de ti mismo y de tus compañeros. ¡No os dejéis engañar!», escribía el martes en su cuenta de Twitter la combativa congresista.

Ocasio Cortez difundió un video del encuentro con una decena de trabajadores que denunciaron intentos de Starbucks por frustrar su iniciativa y en el que la legisladora de origen puertorriqueño los anima a seguir con su lucha y a no dejarse amedrentar por la dirección.

En la cuenta de Twitter que han lanzado los empleados de la cadena, denuncian también un continuo acoso de la dirección de la empresa para que desistan de su empeño sindical y voten en contra de crear una organización.

Mientras esperan la votación, ya han diseñado su logo: Un puño negro levantado agarrando uno de los vasos clásicos en los que la cadena sirve sus bebidas.

Preguntado por la decisión de la Junta Nacional de Relaciones Laborales por el canal CNBC, Johnson, insistió en su rechazo al proceso en el que están inmersos los trabajadores.

Según Johnson, lo mejor es no poner una tercera parte «en medio de la relación que siempre hemos compartido».

Starbucks no es la primera gran cadena en Estados Unidos que se resiste a la sindicalización de sus trabajadores.

Amazon, el segundo mayor empleador del país y conocido también por su antisindicalismo, se enfrenta a un intento similar de unos trabajadores de un almacén de Nueva York, después de que fracasara un intento de un grupo de sus empleados en Alabama.

CON INFORMACIÓN VÍA MILENIO