Imperioso seguir trabajando para erradicar violencia de género

Los índices de violencia en los lugares de trabajo y en contra de las mujeres han aumentado en el mundo, lo cual ha propiciado una disminución en el índice de la productividad y ausentismo, rotación de personal, mayor número de incapacidades y casos de deserción, además de impactar la salud física y psicológica de quienes se enfrentan a espacios hostiles, por lo que es de suma urgencia abordar estos temas y crear mejores condiciones laborales.

“En México el 80 por ciento de los trabajadores han padecido algún tipo de violencia psicológica, maltratos, insultos o gritos, y según algunas investigaciones, el riesgo de sufrir algún tipo de violencia en el trabajo es mayor para las mujeres dado que se concentran en las ocupaciones más expuestas como la docencia, el trabajo social, la enfermería, banca, el comercio minorista, además del trabajo informal”

Por ello en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se trabaja para ser una institución vanguardista no sólo desde el punto de vista técnico y regulatorio, sino también en ser socialmente responsables en temas de respeto a los Derechos Humanos, crear condiciones de equidad de género, así como ambientes laborales libres de violencia o de acoso en contra las mujeres.

“Esto es un tema relevante para el IFT, porque refrenda nuestra visión en favor del liderazgo y acceso en condiciones de igualdad para todas las mujeres, por eso trabajamos en forma constante y decidida por mantener una institución innovadora, vanguardista, no sólo en temas de telecomunicaciones y radiodifusión, no sólo en lo técnico, sino también en donde somos socialmente responsables como es el respeto a los Derechos Humanos y en la promoción de la igualdad”.

En el contexto del conversatorio, “El acoso y la violencia laboral a la luz del Convenio 190 de la OIT”, Javier Juárez Mojica, presidente del IFT, detalló que en el instituto se realizan talleres que buscan generar conciencia sobre la importancia de la igualdad de género, prevención de la violencia con enfoque de género, discriminación en al ámbito laboral, machismos cotidianos, transversalidad de la perspectiva de género, entre otros.

De igual forma el órgano regulador ha emitido pronunciamientos en contra de la violencia laboral, así como establecido diversas políticas internas que promueven la igualdad entre mujeres y hombres, convocatorias para ocupar plazas vacantes dirigidas particularmente a profesionistas mujeres, así como talleres de liderazgo.

Juárez Mojica precisó que la ratificación y firma del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual cobró vigencia desde el pasado 25 de junio de 2021, contribuye a tener un marco regulatorio que permita prevenir, remediar y eliminar el acoso en el ámbito laboral, incluido la violencia y el acoso por razón de género.

Al participar en el conversatorio, la senadora Patricia Mercado, explicó que el Convenio 190 de la OIT, protege del acoso a todas las personas en el mundo laboral, aunque las mujeres en particular realizaron un trabajo muy intenso para que tomara vigencia.

Recordó que el Convenio 189 también es relevante pues está relacionado con las trabajadoras domésticas, el cual está vigente y que incluso propició reformar la Ley Federal del Trabajo para reconocer los derechos de este gremio, además de publicarse apenas en el Diario Oficial de la Federación la Ley del Seguro Social para garantizar los derechos de este sector conformado por más de 2 millones de mujeres dedicadas a este ámbito laboral.

“La lucha de las mujeres ha sido relevante por alcanzar mejores salarios, estabilidad laboral, protección frente al despido, seguridad social, pues las mujeres ocupan los espacios más informales, es decir, sin derechos sobre todo luego de la pandemia, además de conciliar cómo se consideran las tareas de cuidados (en el hogar), y del trabajo remunerado, dos actividades que realizan y que contabilizan más de 40 horas de trabajo”.

El apoyo de las guarderías para las mujeres que trabajan también ha sido clave, “las mujeres conseguimos el trabajo y que el Estado nos pongan estos espacios tan necesarios”.

Las mujeres además de cuidar su integridad, y preservar su salud psicológica, deben enfrentar diversos desafíos si tratan de conseguir un empleo, un ascenso o mejor salario, pues no son pocos los casos que deben enfrentar peticiones de favores sexuales a cambio de poder conseguir estos derechos.

Haber logrado la firma y vigencia de estos Convenios (189, 190 de la OIT), ha representado dar un paso adelante muy importante, ya que gran parte de los casos de acoso y violencia están normalizados, y cuando son denunciados se le califica a la mujer de “histérica”, en lugar de una persona que denuncia un acto ilegal que le resta posibilidades de desarrollo laboral.

Tampoco son pocos los casos de mujeres que han tenido que luchar con estructuras de poder, alianzas, pactos patriarcales que buscan proteger “entre unos y otros”, a los acosadores y a quienes consienten estos actos ilegales, terminando en el despido laboral, y estigmatizadas las víctimas.

Datos del INEGI mostraron que en 2018 el mayor número de casos de violencia y acoso se dieron en el ámbito laboral, al detalle indica que más de 95 mil personas tuvieron que abandonar su empleo ese año por situaciones en “violencia laboral”, siendo la gran mayoría mujeres.

“Casi 300 mil mujeres sufrieron una agresión sexual con contacto físico, besos, manoseos, arrimones, tan comunes en los lugares de trabajo. A 178 mil de esas mujeres (en ese mismo año), las castigaron por rehusarse a sostener relaciones sexuales, además que el acoso y la violencia en contra de las mujeres, sirve como un elemento para mantener la segregación horizontal en ciertos empleos”.

Por todo ello es imprescindible seguir actuando en contra de todo este tipo de prácticas ilegales y que claramente van en detrimento de los Derechos de las mujeres, la reflexión es lo relevante de salir de la “normalización de este tipo de actos”, del aprendizaje colectivo, de la capacitación permanente en los sindicatos, las empresas y las instituciones para erradicar este tipo de temas nocivos para la sociedad en su conjunto.

El ámbito digital no escapa a esta nociva tendencia, pues a pesar de ser trabajo bien remunerado, las mujeres «no le entran» por el miedo al acoso o violencia que pueden sufrir, esto pone de manifiesto que el costo por acceder a los derechos que tienen está siendo muy alto para su salud física y mental.

CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC

TENDENCIAS_ Desigualdad, estereotipos e indiferencia alimentan violencia digital

La violencia observada en contra de las mujeres es resultado de la desigualdad, de los procesos de socialización donde se designan estereotipos para el género femenino, distintos de los que funcionan para el género masculino, y de un entorno digital cada vez más violento y permisivo con prácticas que al realizarse de forma virtual se perciben como «inofensivas».

“En los procesos de socialización se fijan para las mujeres generalmente roles de subordinación y los hombres en su mayoría se les enseña una posición de poder, por ello la violencia en contra de las mujeres es resultado de esta forma en que se ha construido la relación entre el hombre y la mujer, donde el primero ejerce un posición de poder sobre la otra persona”, explicó Anabel López Sánchez, directora General para la Promoción de una Vida Libre de Violencia.

Por ello, dijo, fue necesario crear en México leyes que definen y detallan las distintas formas de violencia, lo que parece sorprendente cómo esta clasificación aumenta en el tiempo, lo que supone que este delito tiene una dinámica creciente.

En su exposición resaltó la importancia de reconocer que no sólo las personas físicas ejercen violencia en contra de las mujeres, sino también la que generan las personas morales, que lo hacen de forma mediática y con el uso de las tecnologías.

“Las empresas televisivas que producen una gran cantidad de contenidos que vistas a la luz de las definiciones que se tienen, incurren en algunas de las formas de violencia en contra de las mujeres, por lo que es importante reconocer la responsabilidad que tienen según lo establece la legislación vigente”.

En el país hay un marco normativo que sanciona la violencia digital y mediática, como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia, que en su capítulo cuarto establece los casos en los cuales se incurre en este tipo de delitos; en el Código Penal Federal, en su artículo 2, denominado violación a la intimidad sexual, artículo 199, con penas de tres a seis años de prisión y una multa de mil Unidades de Salario Mínimo.

“No basta legislar ni tener un marco normativo robusto para atender esta realidad de violencia que afecta a las mujeres, sino también es importantísimo prevenir y regular el uso de los medios digitales y de comunicación para que no incurran en esta modalidad de ilícitos” concluyó.

Por su parte María José Morales García, Directora de Igualdad de Género, Diversidad e Inclusión del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), detalló que una de cada cinco personas ha sufrido alguna acción de ciberacoso en México, es decir, 20 por ciento, de las personas mayores de 12 años y más, de acuerdo con los datos más recientes recogidos por la ENDUTIH, elaborada por el IFT y el INEGI.

En el panel “Panorama de la Violencia Digital” en México, la directiva detalló que 20 por ciento de las mujeres y el 22 por ciento de los hombres que utilizan internet han sufrido ciberacoso, siendo Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Nuevo León, CDMX y Quinta Roo las cinco entidades del país donde más se registran este tipo de delitos.

En tanto que las plataformas digitales a través de las cuales se realizan el mayor número de estos delitos son Facebook, WhatsApp y Twitter sitios vinculados a una smartphone, los vehículos más utilizados por los delincuentes.

Otro dato relevante es que en el caso de las víctimas que pudieron identificar a su agresor, 53 por ciento de las mujeres señalaron a un hombre y 62.1 por ciento de los hombres también apuntaron hacia una persona del sexo masculino, en contraste esto sólo sucedió 18 por ciento de ellas y 15 por ciento de ellos, dijo que fue una mujer la agresora.

En el ciclo de #ConferenciasCiber, organizado por el IFT y la Guardia Nacional, detalló que las mujeres entre 12 y 29 años de edad son las que más sufren ataques de ciberacoso, aunque las mujeres adultas mayores, también suelen ser víctimas de este tipo de violencia con la intención de ser manipuladas o de ser extorsionadas.

Enumeró las distintas formas de ciberacoso: se trata de cuando una persona se expone de manera repetida y prolongada, por parte de una o varias personas, que buscan causarle daño o molestia, a través de llamadas ofensivas, críticas por apariencia, burlas, falsear la identidad para agredir, ser vigilada en sitios o cuentas de internet, publicación de imágenes sexuales sin consentimiento, publicación de información personal, o amenazas o incluso extorsión.

Este tipo de violencia tiene un sesgo de género importante, pues mientras el 30 por ciento de niñas y jóvenes de 12 a 29 años de edad, usuarias de internet y celular fueron víctimas del ciberacoso, en el caso del género masculino, la incidencia sólo afectó al 24 por ciento.

Casos específicos de acoso sexual se registró entre el 33 por ciento de las niñas y jóvenes de 12 a 19 años de edad, y 42 por ciento de las mujeres con edad de entre 20 a 29 años, que recibieron insinuaciones o propuestas sexuales, mientras que el 35 y el 38 por ciento de ellas recibieron contenidos sexuales no deseados.

Una tercera parte de las niñas y jóvenes de 12 a 19 años recibieron críticas por su apariencia física o clase social contra sólo una quinta parte de los casos registrados entre el género masculino.

Talina González Candiani, directora de Educación, A Favor de la Mejor, destacó que retuitear o dar un like a un posteo relacionado con la violencia contra la mujer o de violencia digital en cualquiera de sus modalidades, es contribuir a seguir contaminando el ecosistema digital donde las personas sostienen una convivencia.

La falta de empatía y de inteligencia emocional ya sea de niños, niñas, jóvenes o adultos al ejecutar o simplemente al permitir un ilícito de este tipo, aunque crean que son simples espectadores, en realidad se vuelven cómplices de estos actos.

“Al mantenerse indiferentes y actuando con falta de solidaridad, se permite que la violencia digital continúe y vaya en aumento con varias consecuencias graves… lo fundamental es saber que en esos espacios hay una derecho a manifestarse con plena libertad, qué hay derecho a la privacidad y a la seguridad, dentro como fuera del mundo digital”, precisó.

Una de las consecuencias de este tipo de ilícitos, explicó, es generar autocensura en las personas, es decir, privarlas de usar el acceso a la información, de beneficiarse de su uso para su desarrollo personal y profesional, por ello, A Favor de lo Mejor, busca construir desde la parte de la prevención, un uso seguro, libre, responsable y ético del ecosistema digital.

«Se busca generar una formación de ciudadanía digital integral, no limitarse al uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación para reducir los números de casos de violencia digital que ya son alarmantes”.

Por su parte Nazli Borrero Vázquez, ingeniera en informática, aseguró que es urgente generar campañas que combatan la creciente violencia digital contra grupos vulnerables

Es “urgente” que la población usuaria de internet, tenga claridad de los riesgos que implica realizar algunas prácticas consideradas “inofensivas” por realizarse en forma virtual, pero que conllevan una fuerte carga de agresión psicológica, lo cual debe combatirse desde los hogares, las escuelas e incluso desde el sector salud.

Importante considerar que ya representa un delito toda agresión psicológica que realiza una persona a través de las nuevas tecnologías como correo electrónico, sistemas de mensajería, humillando, maltratando psicológicamente, bajando la autoestima, dañando el buen nombre de una persona, o crear un conflicto en el ámbito laboral, familiar o personal.

Para la especialista en protección de datos personales y ciberdelitos, es relevante diferenciar lo que es una red social, donde se puede obtener el perfil de un usuario y lo que son las plataformas de mensajería instantánea, lo que es importante a la hora de presentar una denuncia o se está recepcionando.

Aunque el ciberbulling, grooming, la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA), la difusión de ,Material de Abuso Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes, el Sexting o Sextorsión, están entre los delitos más conocidos, existen otras prácticas que son sumamente nocivas y contrarias a las buenas prácticas de convivencia entre las personas, como el Happy Slaping, Griefing, Sharenting, y los Juegos de reto.

CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC

Acusan violencia digital empleadas de la Secretaría de Salud de BC

Un grupo de seis empleadas de la Secretaría de Salud de Baja California son víctimas de violencia digital por funcionarios y servidores público de la Unidad de Especialidades Médicas de Mexicali (Uneme).

A su vez, otras diez empleadas que se solidarizaron con sus compañeras en una protesta colectiva son blanco de hostigamiento laboral de directivos del Uneme.

En este caso, la mayoría de las empleadas cuenta con formación universitaria y su situación laboral es de confianza, por lo que se sienten vulneradas en su intimidad y vulnerables en su condición dentro del servicio público.

En entrevista para La Jornada narraron que hace seis meses descubrieron grupos de Whatsapp donde aparecen sus imágenes tomadas sin su consentimiento durante las jornadas de trabajo o extraídas de sus cuentas de redes sociales.

Las cuentas son administradas por sus compañeros de trabajo, quienes empezaron a realizar memes en su contra, después la situación se agravó ya que copiaron imágenes de sus cuentas de redes sociales para darles connotación sexual y erótica.

Las víctimas son seis mujeres que presentaron una queja ante el administrador del centro laboral pero fue desoída y los difusores de contenidos ilegales arremetieron para hacer un ambiente laboral adverso de las mujeres.

En octubre de 2021, hablaron con otras compañeras, quienes se solidarizaron y firmaron un documento dirigido al entonces secretario de Salud, Alonso Pérez Rico, a quien le solicitaron audiencia.

En la reunión con el secretario de Salud de la administración de Jaime Bonilla mostraron su desacuerdo y molestia personal y profesional por ser víctimas de violencia digital.

Pérez Rico se desatendió del asunto pues se encontraban en la fase de transición y en la entrega de la administración. No obstante las turnó a la Subsecretaría Jurídica donde se limitaron a escucharlas y prometerles que se atendería su asunto en caso de continuar en el gobierno.

Ante la falta de respuesta gubernamental se generó impunidad y se acrecentó el hostigamiento laboral contra 16 trabajadoras de la Uneme. Dos de ellas consideran solicitar un permiso laboral para buscar otras alternativas.

Víctimas de violencia aseguran tener otra vulnerabilidad pues son trabajadoras de confianza y no hay mecanismo alguno que las proteja. Se trata de empleadas jóvenes que han visto sus imágenes circular en redes sociales por trabajadores administrativos del área clínica y administrativa por lo que solicitaron el acompañamiento de una abogada y de una asociación para poder frenar una situación adversa por la que han sufrido durante 11 meses.

En una conferencia de prensa, sobre la violencia digital que se da en esta ciudad fronteriza la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda se mostró en contra de ese tipo de actividades, dijo que están prohibidas y no sé permitirán en ningún momento.

Otra situación vulnerable para estas mujeres es que los trabajadores de la Secretaría de Salud que hicieron las cuentas y distribuyen los contenidos con las imágenes se dijeron ofendidos y presentaron una denuncia ante el Centro de Justicia Alternativa por el supuesto delito de difamación, el cual es inexistente en Baja California ya que los llamados delitos contra el honor fueron derogados hace ocho años por presión de periodistas y organizaciones de la sociedad civil y defensores de la libertad de expresión que consideraron que estas conductas debían trasladarse al Código Civil y allí permanecen.

«Nos amenazan con la denuncia y que sufriremos las consecuencias penales y hasta legales porque tienen cuatro abogados» para abandonar sus protestas.

En la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Violencia contra Mujeres se han registrado más de 300 casos de violencia digital a raíz de la aprobación de la Ley Olimpia en el Congreso de Baja California y sus modificaciones en leyes estatales.

Incluso, diputadas de Morena se pronunciaron por el diseño y aplicación de protocolos de protección a mujeres contra la violencia digital y presupuesto con perspectiva de género.

CON INFORMACIÓN VÍA LA JORNADA

Pandemia no paró lucha; la violencia contra las mujeres no cesa, pero no callan

Ni las 37 mil 294 mujeres muertas por coronavirus ni la violencia machista que ha asesinado al menos a 704 mexicanas ni las detenciones arbitrarias ni el acoso callejero ni los encapsulamientos policiales han logrado detener el movimiento feminista que se ha vuelto a reinventar en tiempos de la covid-19, citando la canción de Vivir Quintana, les sembraron miedo, les crecieron alas.

El SARS-CoV-2 trastocó todas las esferas de la sociedad mundial, para muchos implicó retos de salud, laborales, económicos y emocionales, pero para las 63.9 millones de mujeres que habitan en México (51.1% de la población nacional) ha significado también el reto de sortear la violencia de género y machista que las ha aquejado históricamente.

Tan sólo de marzo a julio, el periodo de la Jornada Nacional de Sana Distancia y el inicio de la nueva normalidad, la Red Nacional de Refugios brindó acompañamiento, atención integral y protección a 23 mil 303 personas a través de los Refugios Integrantes, Centros de Atención Externa, Casas de Emergencia, Casas de Transición, vía telefónica y a través de las redes sociales. Esto significa un incremento del 71 por ciento de atenciones en comparación con el mismo periodo de 2019. 

De enero a septiembre, el número 911 registró 531 mil llamadas de emergencia por violencia familiar, ocupando el tercer lugar de las llamadas procedentes por incidentes de seguridad, detrás de las denuncias por personas agresivas (644,144) y de personas sospechosas (575,249).

Por su parte, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta de enero a septiembre 704 feminicidios y dos mil 150 homicidios dolosos contra mujeres.

Grupos feministas, organizaciones civiles y madres trabajadoras, entre otras víctimas, hacen frente común en su lucha para acabar con la violencia de género y cuentan a Excélsior sus experiencias.

SIN PISTA DEL ASESINO DE PAMELA

Maicha Pamela González Matilde cumplió 16 años el 5 de mayo, pero su cumpleaños lo celebró dos días antes, el domingo 3. Por el trabajo de Eleocadia, su mamá, no hubiera podido celebrarlo entre semana. Recibió como regalo una bocina bluetooth para que escuchara su música en un puesto de dulces que su mamá le abrió en su casa.

Seis días después, el 9 de mayo, fue normal la rutina de la casa ubicada en la comunidad otomí de San Diego Alcalá, municipio de Temoaya, Estado de México. Eleocadia salió a trabajar y Pamela se quedó a atender el puesto en el que su mamá había invertido sus ahorros de dos mil pesos para que no se arriesgara a ir a trabajar en tiempos de pandemia.

“Yo me despedí de ella, me dijo que regresara pronto porque ella vendía sus hot dogs y sus chicharrones preparados, pero ya no tenía las cosas que iba ocupar más tarde y me dijo: ‘mamá trata de apurarte, es más vete con mi hermano, para que te apures pronto y regreses pronto porque voy a ocupar las cosas que te encargué’”.

“Me dice un compañero que le había hablado mi patrón, que cerrara pronto, en cuanto él fuera por mí que ya estuviera cerrado el negocio. ¿qué le pasó a Pame?’, le pregunté a mi patrón —quien fue avisado del hecho por la prima de Eleocadia—; me dice:’ es que la mataron, no estoy seguro, mataron a tu niña’. Yo me impresioné tanto, me enojé mucho, me dio mucha tristeza, no lo podía creer”, contó.

Eleocadia regresó a su casa para confirmar la terrible noticia; el hallazgo lo hizo una prima suya que llegó de visita a la casa, empezó a buscar a Pamela, que pensó se estaba escondiendo de ella; encontró a la pequeña dentro de un tambo en el cuarto de baño.

“Me siento desesperada, quisiera ser maga para adivinar quién fue el que le hizo daño a mi hija, igual para estar tranquila con el niño porque nada más nos estamos cuidando de qué puede pasar, porque no sabemos quién realmente lo hizo, a lo mejor hasta puede pasar a comprar, sospechamos de todo mundo, o sea, no podemos estar tranquilos”, dice angustiada.

“Canción sin miedo nos conecta”

Del 7 de marzo al 24 de noviembre el video oficial de Canción sin miedo sumaba seis millones 810 mil 936 reproducciones en el canal oficial de la cantautora, compositora y maestra normalista Vivir Quintana. El tema fue interpretado por primera vez en el Zócalo capitalino, acompañado del coro de mujeres El Palomar y la chilena Mon Laferte.

“Es un parteaguas en mi carrera, a mí me llena de mucha emoción que haya cada vez más mujeres y más hombres acercándose a mi música, lamento mucho que sea por este tema, pero también creo que es un tema que nos conecta muchísimo con hermanas de otros países, porque es un problema que tenemos a nivel mundial”, dijo Vivir en entrevista con Excélsior, quien en sólo nueve horas escribió la letra.

“Significa para mí un cambio radical en mi forma, incluso de ver las cosas, del 7 de marzo hacia ahorita yo ya no soy la misma mujer que se paró en el Zócalo a cantar con Mon Laferte y El Palomar.

“Ha sido un momento súper crucial en mi carrera, pero también ha sido un momento de mucho crecimiento emocional, de mucho crecimiento personal, porque no es lanzar solamente una canción al mundo y ya quedarte de brazos cruzados en tu casa a ver qué sucede, es estar respaldando todos los días el discurso y estar respaldando todos los días lo que dice la canción”, señala.

Hasta ahora Vivir sólo ha recibido buenos comentarios por su canción.

Considera que las formas de protesta de cada mujer no debieran ser cuestionadas o insultadas. “Siempre dicen: no son las formas y no son las formas y no son las formas… y bueno, le pregunto yo a la gente, ¿entonces cuáles son las formas de manifestarse?, yo realmente estoy con todas esas mujeres y las apoyo totalmente; cuando te dicen, sabes qué, acaban de matar a tu mejor amiga, a tu mamá, acaban de asesinar a tu hermana, acaban de encontrar descuartizada tu hija, ¿tú crees que en ese momento vas a pensar: déjame ver si éstas son las formas de manifestarme?

Arussi Unda: nos veíamos imparables

“Este año ha sido una locura, lo empezamos desde el movimiento feminista con muchísima fuerza el 8 de marzo que fue el Día Internacional de la Mujer se hicieron marchas históricas, al día siguiente paramos, nos veíamos imparables, poco después del paro de mujeres se viene la pandemia. Desde los colectivos y las organizaciones eso nos agarró un poco como en curva, porque tuvimos que empezar a idear nuevas formas de organizarnos, nuevas formas de hacer llegar ayuda, de manifestarnos, cada quien en lo que milita y en las actividades que hace, tener que reducirlas a un plano digital, hay veces que es muy difícil, sino es que casi imposible”, recuerda Arussi Unda, vocera de la colectiva Las Brujas del Mar.

“Entre compañeras de otras colectivas platicamos que justamente como estuvimos limitadas muchísimo tiempo al plano digital, había veces que se sentía que no estábamos haciendo nada, justamente porque no podías como tocar, ver, todo quedaba como en el espacio digital; pero al mismo tiempo toda esta articulación, todo este nuevo espacio a conquistar, por así decirlo, nos ayudó, por ejemplo, en el tema de la represión de Ecatepec, o de Cancún, en donde rápidamente sabíamos todo lo que está pasando y justamente por estas redes que estamos creando, orilladas básicamente a hacerlas, porque no había cómo activar de otra manera”, añade.

“Lo más difícil para el movimiento es como no hay recursos, como no hay refugios, y realmente que el gobierno ni siquiera lo reconoce, que la persecución básicamente es a las feministas y no a los feminicidas, que siguen asesinando mujeres”, lamentó.

Mujeres trans, las otras víctimas

“Uno de los momentos más complicados fue cuando el gobierno de la Ciudad de México decidió cerrar todos los establecimientos no esenciales y esto obligó a que muchas mujeres trans que ejercen el trabajo sexual en calle fueran desalojadas de hoteles, de las pensiones, de las casas habitación donde vivían, y eso generó obviamente una situación de vulnerabilidad para ellas”, lamenta Natalia Lane, activista por los derechos de las personas transgénero.

“Es importante reconocer que la pandemia vino a reforzar el sistema de desigualdad que constantemente determina que las mujeres trans no tengan las mismas condiciones, ni que gocen del mismo ejercicio de sus derechos humanos en el campo educativo, laboral. Con la iniciativa Haciendo Calle el Centro de Apoyo a las Identidades Trans salimos a las calles a acompañar a estas hermanas, a través de despensas, de víveres, de productos de higiene personal, para cubrir las necesidades más inmediatas”, recuerda.

“Muchas también tuvieron que regresar al clóset y destransicionar:  me refiero a que muchas empezaron a vivir situación desde violencia transfóbica”, lamentó.

María Elena Ríos espera justicia aún

Habían transcurrido 14 días de la Jornada Nacional de Sana Distancia (6 de abril), cuando se dio a conocer la captura de Javier Vera Carrizal,
exdiputado y empresario, señalado como autor intelectual del ataque con ácido contra María Elena Ríos. La joven saxofonista oaxaqueña dice que fuera de eso su caso se encuentra estancado por la pandemia.

“El proceso legal prácticamente está parado ya que los juzgados siguen sin laborar de la manera en que suelen hacerlo, ha sido muy tedioso ver cómo afecta esta enfermedad al proceso, porque sigue alguien afuera, sigue alguien como si nada, que es el último agresor y que pues al parecer no lo buscan, no sé qué sucede, si se les olvida, si definitivamente no tiene la capacidad la fiscalía de Oaxaca para poder detenerlo”, lamenta.

“Lo terrible es que no soy la única, día con día hay más casos; y yo estoy de acuerdo con que es importante el sector salud, pero creo que también es muy importante que se le siga dando seguimiento a los procesos legales que han quedado afectados a raíz de la pandemia.

“Me da mucha impotencia saber que el quinto agresor está libre”, dice.

UNIDAS PODEMOS, DICE ERIKA

“Para nosotras, quienes hicimos la toma y quienes seguimos permaneciendo aquí adentro, pues significa mucho: una es un icono para todas las mujeres, para toda el movimiento feminista; dos, es una casa refugio; y tres, también es algo que queremos demostrarle a todas estas instituciones y al gobierno que las mujeres unidas podemos hacer muchas cosas para bienestar de este país y más que nada también para bienestar de nuestras mujeres que hemos sido violentadas”, señala Erika Martínez, mamá de una niña víctima de abuso sexual.

“Nunca van a ser las formas porque no estamos dentro de los lineamientos que existen, pero quiero decirles que nosotros llegamos hasta estos puntos porque nosotros ya seguimos los lineamientos; el siguiente proceso puede ser pintar, rayar, quemar y aún así no se visibiliza lo que estamos exigiendo”, agrega.

“Lo que estamos exigiendo, el único punto que nosotros estamos pidiendo para entregar este edificio —Okupa Cuba, Casa de Refugio (sede nacional de la CNDH)— , si así lo quisieran, es la erradicación de la violencia hacia las mujeres y los niños.

“Pero estamos viendo que es más fácil para el gobierno callar a un grupo de mujeres, proponiendo una negociación, por ejemplo, que yo entregue este edificio a cambio de un crédito de vivienda y un trabajo para que pueda pagar.”

Huérfanos a causa de feminicidios

En abril, la asociación Los Machos nos Matan en México inició una campaña para visibilizar a otros afectados por la pandemia y por la violencia machista: los huérfanos por feminicidio.

“Buscamos la forma, hubo una mamá que dijo ‘ni la pandemia nos callará’ y es verdad, buscamos la forma para que podamos seguir reclamando el grito de justicia y así también la sociedad se entere de lo que está pasando”, dijo a Excélsior Gabriela Amores, integrante de la asociación.

“El proyecto fue sensibilizar, frases de lo que no podríamos hablar, sí podríamos decirlas por letra, la letra fue lo que cada una de las compañeras plasmó lo que quería decir, lo que sintió, lo que quería reclamar: decidimos ponernos las frases en nuestros cubrebocas que nos vieran, que a la mejor nuestra voz estaba silenciada por el covid-19, pero nuestro activismo nunca”, señala.

El Protocolo Nacional de Atención Integral a Niñas, Niños y Adolescentes en Condición de Orfandad por Feminicidio contabilizó 796 niñas, niños y adolescentes de 26 estados.

VIOLENCIA DIGITAL, EN LA AGENDA

El jueves 5 de noviembre fue aprobada la Ley Olimpia en el Senado. Olimpia Coral Melo, su creadora, espera sea ratificada en la Cámara de Diputados para que sea una realidad convertirla en ley federal. Por eso ante todo para ella el 2020 es esperanza.

“Cambio y esperanza, porque hace algunos años decirle violencia digital era sinónimo de locura, era sinónimo de que nosotras no teníamos razones, éramos las culpables, éramos revictimizadas y al menos que hoy en México se le diga a esta violencia por su nombre violencia digital, y además se le dé una pena a quien ejerza la violencia sexual en internet pues es mucho, y más cuando uno lo vive y cuando uno lo siente y que cuando una intentó buscar justicia o que intentó buscarle una identidad a esta violencia fue negada”, dijo.

“La Ley Olimpia no es la panacea; venimos a poner en la agenda justamente eso, que las violencias digitales no solamente son las violencias sexuales, que son todas aquellas violencias relacionadas con las nuevas tecnologías de la información”, señaló.

Con información vía Excélsior

Ven huecos en leyes contra la violencia digital

La vida de cientos de mujeres cambia cuando un hombre difunde fotografías íntimas sin su consentimiento. Esta situación hace que ellas dejen de tener espacios seguros en su ámbito de desarrollo.

Se trata de violencia sexual digital, la cual han tenido que enfrentar cientos de chicas, pero sin saber a dónde recurrir.

Según la organización Luchadoras, en los tres últimos años se han abierto 2 mil 143 carpetas de investigación en 18 estados, por el delito de difusión de imágenes íntimas sin consentimiento.

Al menos en 84.46% de las denuncias, las víctimas fueron mujeres. El 83% de las carpetas de investigación sigue en trámite.

Hoy, Luchadoras presentará el informe Justicia en trámite. El limbo de las investigaciones sobre violencia digital en México, en el que se da una visión del tema en los últimos años.

La perspectiva del documento gira en torno a la normatividad ya existente para castigar la violencia digital, pues uno de los principales problemas es que la violencia digital puede escalar al grado de convertirse, incluso, en trata de personas a través de la tecnología, delito que no está tipificado como grave.

Actualmente, existe la Ley Olimpia, que consta de un conjunto de reformas encaminadas a reconocer la violencia digital y sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales.

En ese sentido, Luchadoras encontró que sólo 17% de las carpetas de investigación iniciadas encuentran alguna forma de conclusión a través de alternativas de justicia, sin llegar al juicio, es decir, terminan en suspensión condicional del proceso, con acuerdo de reparación o en juicio oral abreviado.

“Preocupa que en algunos estados, como Chihuahua y Zacatecas (…) se ha recurrido al otorgamiento del perdón por parte de la víctima, una medida que no se recomienda en casos de violencia de género, de acuerdo a estándares internacionales”, manifestó la organización.

En los últimos tres años, Luchadoras encontró que, al menos hasta mayo pasado, se habían iniciado 24 causas penales en los poderes judiciales de siete entidades y que existe una sentencia condenatoria en Chihuahua por el delito de sexting y tres sentencias en Tamaulipas por el delito de “pornografía de menores e incapaces”.

Yunuhen Rangel, coordinadora de Internet Feminista, en Luchadoras, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL que la organización ha detectado que la misma violencia y misoginia que existe hacia las mujeres en lo físico también existe en la parte digital.

“Los espacios digitales se vuelven una extensión de la vida de personas y, en ese sentido, la violencia se enfrenta de igual manera.

“Se buscan los mecanismos de acceso a la justicia, como en cualquier otro caso”, comentó Rangel.

Detalló que uno de los principales problemas que existen para el tema de la violencia digital es que hay obstáculos informativos y de conocimiento sobre el tema.

Para elaborar el informe, precisó, se recurrió a una serie de fuentes de información en entidades federativas, y lo que se observó es la falta de uniformidad en las respuestas, tratándose de un mismo delito.

“Necesitamos mecanismos adecuados para denunciar. Vemos otros obstáculos: el que estas carpetas [de investigación] estén en trámite, lo que significa que, por ejemplo, no hay suficientes elementos para continuar una investigación.

“En otros casos, que la presentación de pruebas se centra en la víctima, la falta de conocimiento técnico de las autoridades por no tener los elementos claros para aterrizar, todas estas intersecciones entre lo que es violencia contra las mujeres que requiere especialización, conocimiento en derechos humanos”, subrayó.

En el país, añadió Rangel, existen sólo 18 estados con reformas en los códigos civiles que atienden el delito. Además de que existe, de manera directa, la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, pero no todas las normas locales incluyen la violencia digital.

“La normatividad claro que ofrece un paso importantísimo, pero estamos frente al reto de pensar que es un primero y que lo que sigue es trabajar en cómo esto tendría que tener un impacto estructural, socialmente, a través de las plataformas, la capacitación y sensibilización de las personas servidoras públicas.

“[Deben] conocer la ley para que puedan tener más elementos en materias específicas de violencia contra las mujeres: género, derechos humanos, conocimientos técnicos, para que puedan ser aterrizadas las leyes como tal”, apuntó la activista.

Otro de los puntos importantes, puntualizó, es la reparación del daño, que no es el más eficaz, ya que en algunas ocasiones se termina revictimizando a la persona afectada.

“Estos mecanismos que existen suelen ser revictimizantes, largos, costosos para las víctimas, se pueden volver hasta parte de los impactos de una forma de violencia”, resaltó.

Con información vía El Universal

Ley Olimpia contra la violencia digital: cualidades, alcances y contrastes

El Senado aprobó el por unanimidad, el 5 de noviembre, la llamada Ley Olimpia nacional, un conjunto de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) y al Código Penal Federal. Estas modificaciones tienen como blanco fundamental reconocer la violencia que opera mediante redes sociales y plataformas digitales y castigar estas prácticas que vulneran la privacidad e intimidad sexual de las personas, principalmente niñas y mujeres.

La violencia digital tiene una marca diferenciada por género. Mientras los hombres son víctimas mayoritarias de delitos cibernéticos no personales como fraudes, robo de cuentas o extorsiones, las mujeres desproporcionalmente son víctimas en los delitos de exposición pública de datos personales y de contenido íntimo sin consentimiento, acoso, hostigamiento o suplantación de identidad.

El Módulo de Ciberacoso del Inegi, la oficina de estadística pública, muestra que al menos 18 de cada 100 mujeres internautas han sido víctima de alguna agresión cibernética.

De acuerdo con un ensayo sobre violencia digital realizado por el CIEG (Centro de Investigaciones y Estudios de Género) de la UNAM, en coordinación con la Segob y la Conavim, los espacios públicos virtuales como Facebook, Twitter, Google, Instagram y YouTube pueden potencializar la violencia contra mujeres a través de factores fundamentales como la posibilidad de anonimato, la rapidez de viralización y la constante reproducción y normalización de estereotipos discriminatorios de género.

La violencia digital tiene diversas expresiones. La Ley Olimpia implica una serie de cambios en las leyes que atacan la problemática de la viralización de contenidos sexuales sin consentimiento del participante y también puede ser un parteaguas para el reconocimiento de otros tipos de violencia digital de género que vulneran la seguridad de las mujeres en espacios digitales.

La violencia en números

  • En México cerca del 25% de las mujeres que utilizan internet ha sufrido agresiones virtuales.
  • En términos absolutos son 9.4 millones de mujeres las que han sufrido violencia digital.
  • En el rango de mujeres de 12 a 29 años el nivel de violencia supera el 33%.
  • El nivel de escolaridad de las mujeres no hace una diferencia significativa en el nivel de violencia del que son víctimas.
  • Al menos 4 de cada 10 mujeres ha recibido propuestas o insinuaciones sexuales.
  • Poco más del 25% de los agresores son conocidos por las víctimas.
  • En todos los casos de violencia digital (contra mujeres y contra hombres) más del 55% de los agresores identificados fueron hombres.
  • En las mujeres las agresiones digitales producen significativamente mayor enojo, desconfianza, inseguridad, miedo y frustración que en los hombres
  • Sólo el 8.6% de las agresiones contra mujeres fueron denunciadas a las autoridades.

Los contrastes

Las cifras del Módulo de Ciberacoso 2019 del Inegi muestran una problemática importante de violencia contra mujeres y niñas en la red. Y también ofrecen un dato importante sobre el perfil de los agresores que sí se pueden identificar: la mayoría de ellos son hombres sin importar el género de las víctimas.

Adicionalmente, muestran que más del 90% de las agresiones en espacios virtuales no se denuncian, un dato ligado al estado emocional que las víctimas desarrollan al ser víctimas de estas agresiones.

En este sentido, aunque para muchos colectivos, organizaciones y mujeres la aprobación nacional del proyecto Ley Olimpia para todo el país implica un avance histórico y significativo en la lucha feminista, existe un choque contra algunas corrientes que consideran que las reformas son ineficientes, punitivas y que sus alcances son mínimos en términos de erradicación de la violencia contra mujeres y niñas.

Fundamentalmente se ha considerado que esta medida de carácter punitivo no genera ningún tipo de proceso de sensibilización ni conocimiento para los agresores, que en su mayoría son hombres, y que no ataca la raíz de la problemática.

Organizaciones como R3D (Red en Defensa de los Derechos Digitales) han acotado que las reformas tienen deficiencias, porque omiten la voluntad de las víctimas (no se especifica si el delito debe ser perseguido sólo con la denuncia de la víctima), omiten el procedimiento para situaciones de viralizaciones de contenido sin dolo o involuntariamente, consideran el concepto “íntimo-sexual” que puede ser ambiguo y confuso y pasan por alto que el contenido, aun siendo eliminado de la plataforma en donde fue alojado, puede permanecer y difundirse en otras plataformas. Para colmo, dice R3D, el dictamen omite el proceso de acompañamiento a las víctimas.

¿Qué es la Ley Olimpia y qué sanciona?

El conjunto de modificaciones legislativas contempladas en el proyecto Ley Olimpia a escala nacional surge del activismo de Olimpia Corral Melo, una víctima de violencia digital en el estado de Puebla, en donde pugnó por reconocer estas prácticas como delitos en la ley. Corral Melo logró modificaciones en las leyes locales, que después se replicaron en 17 estados. Ahora, con las reformas de noviembre en el Senado, el modelo se va a replicar en todo el territorio mexicano.

Toda persona que grabe videos o audios, que tome fotografías o que edite o simule material sexual íntimo de otra persona mediante engaños es susceptible de sanción. También se acota que aun cuando el material haya sido creado de manera consensuada, la persona que lo exponga, lo distribuya, lo difunda, lo exhiba, lo transmita, lo comercialice, lo oferte, lo intercambie o lo comparta a través de cualquier medio virtual sin consentimiento de la otra parte será acreedor a la sanción por violencia digital.

La sanción penal es de seis años de prisión y la monetaria, de entre 500 y 1,000 Unidades de Medida y Actualización (UMA), casi 87,000 pesos en su sanción más alta con los valores actualizados de 2020. Las sanciones, dice la reforma, serán agravadas si el agresor es el cónyuge, concubino o mantiene o mantuvo un vínculo íntimo, afectivo o familiar con la víctima. También se intensificarán en el caso de que las agresiones sean cometidas por un servidor público.

La Ley Olimpia también implica reformas legislativas que castigan explícitamente no sólo a personas físicas sino también a personas morales que utilicen cualquier medio digital para ejercer con dolo violencia en contra de mujeres, incorporando el concepto de violencia mediática. En este rubro se acotan que las sanciones se extienden para actos de reproducción de estereotipos sexistas, que hagan apología de la violencia contra mujeres y niñas y que produzcan o permitan la producción o difusión de discursos de odio o discriminatorios en términos de género o que causen daño a mujeres y niñas de tipo psicológico, físico, económico, patrimonial o feminicida.

En estos casos, las autoridades podrán ordenar medidas de protección, como el ordenamiento para el bloqueo, eliminación o destrucción de este tipo de contenidos, a cualquiera que sea la empresa, medio de comunicación, plataforma virtual o red social en la que haya tenido vida dicho contenido.

¿Qué hago si soy víctima de violencia digital?

Toda persona que sea víctima de alguna de las especificaciones acotadas dentro de la Ley Olimpia podrá presentar una denuncia oficial por violencia digital en el Ministerio Público.

En la Ciudad de México, esta denuncia puede hacerse de manera digital en el portal: https://www.denunciadigital.cdmx.gob.mx

Las víctimas pueden reportar a la Policía Cibernética en la Ciudad de México: policia.cibernetica@ssp.df.gob.mx

Las víctimas que se encuentren en el Estado de México pueden ejercer sus denuncias por medio de la Secretaría de Seguridad del Estado de México: cibernetica.edomex@ssedomex.gob.mx

Con información de Ana García vía El Economista