Mexico

A un mes de Otis en Acapulco

Por Israel Quiñones

Acapulco es uno de los puertos más importantes, representativos e icónicos de México. El reconocimiento internacional de este punto turístico es invaluable desde hace décadas y es inevitable rememorar visitas de personajes de la talla de Elvis Presley, canciones compuestas a la belleza de este puerto como las que realizara Agustín Lara o la gran cantidad de recuerdos de visitantes que en este bello lugar se reencontraron, se conocieron, salían con la familia y recolectaron memorias que jamás se borrarán de su mente.

El pasado 25 de octubre, entre las 12:00 y la 1:30 de la madrugada, el huracán Otis impactó directamente con este paradisíaco puerto de nuestro país. Con categoría 5, la mayor en la escala Saffir-Simpson, que llegó y arrasó todo a su paso en Acapulco.

Según nos comentaron pobladores, no hubo casi lluvia, se trató más que nada de vientos que sobre pasaron rachas de 265 a 350 kilómetros por hora. Según un compañero telefonista, el agua que acompañaba estas fuertes ráfagas de viento era la misma del océano, casi no hubo lluvia, por eso no tuvieron inundaciones.

Otis se formó en menos de 12 horas, sin embargo, nos comentaron que si hubo perifoneo e información por parte del gobierno para que la gente se resguardará en el refugio más cercano a su domicilio. Los hoteles no fueron evacuados en tiempo y forma por decisión de las gerencias y huéspedes, pensando que estas estructuras inmobiliarias aguantarían como antes lo hubieran hecho, sin embargo, jamás se habían enfrentado a un fenómeno meteorológico de estas características y con de tal magnitud.

Los programas gubernamentales como el Plan DN-III del ejército mexicano, el Plan Marina, Jóvenes construyendo el futuro, el seguro contra desastres del Infonavit, están en marcha y es visible en las calles de Acapulco la gran movilización de personal militar y jóvenes recogiendo escombro con camisetas del programa impulsado por la STPS; sin embargo, a casi un mes del impacto de este meteoro en el puerto, las calles siguen mostrando las cicatrices abiertas de las heridas provocadas  por Otis a su paso.

En el caso de las telecomunicaciones, según dichos de compañeros Telefonistas que se encuentran trabajando a marchas forzadas para restablecer los servicios lo antes posible, se ha dado prioridad a las instalaciones de telecomunicaciones móviles, para que la población tenga la mayor conectividad.

La conectividad móvil está por encima del 80 por ciento, de hecho, durante nuestra visita a Acapulco no tuvimos cortes en nuestra conectividad móvil de Telcel, sin embargo, AT&T o Movistar no cuentan con la misma capacidad de conectividad en todo el puerto, así mismo, en las telecomunicaciones fijas ocurre algo similar, pues los clientes de Telmex en un 60 por ciento ya tienen conectividad en sus hogares, así como todas las instalaciones de gobierno federal, estatal y municipal, además de instalaciones militares y de la Armada, sin embargo, para que el total de los clientes de Telmex cuente con su servicio, hace falta que CFE levante por completo su red, ya que, aún hay varias colonias que no cuentan con energía eléctrica.

Según habitantes del puerto, compañías como Izzi Telecom aún no han reinstalado el servicio y han informado que han dado un plazo entre 10 a 16 días ya estarán reincorporando los servicios que ofertan a los clientes que tienen contrato con estas compañías.

A casi un mes de Otis, Acapulco es zona de desastre. La reconstrucción va a un paso lento y la población aún cuenta con muchas carencias básicas. Aún se puede ver gente en los costados de la autopista solicitando ayuda de alimentos y agua, imágenes que duelen, ya que se puede ver a familias enteras realizando este pedimento.

La solidaridad sigue siendo necesaria y la capacidad de recuperación será por medio de un trabajo de acuerdos entre la iniciativa privada y el gobierno federal. Se necesita de una importante voluntad política y de inversión para que se cuente con una recuperación más pronta, ya que más del 80 por ciento de la población de Acapulco depende de la actividad turística y hasta el momento no se ve la capacidad suficiente para tener listo algo para la temporada vacacional desembrina.

El precio de los insumos básicos como alimentos, agua, de higiene personal, entre otros, han estado bajando sus precios a la normalidad, pero derivado de los saqueos en la ciudad no hay tiendas de conveniencia abiertas o listas para atender al público, por lo que, se complica un poco conseguir a un precio normal cosas como por ejemplo tortillas, que el precio del Kilogramo se encuentra entre los 65 y los 70 pesos.

Los mismos habitantes del puerto nos comentan que la información sobre asaltos a gente que llevaba ayuda como víveres fue falsa. El ejército o la Marina jamás quitaron la ayuda a quienes la hicieron llegar en las primeras horas en las que se abrieron las carreteras, sin embargo, la desesperación fue mucha, ya que las primeras horas del 26 de octubre la condición de estar incomunicados, el paisaje de desolación y destrucción dejados por Otis fue impactante: – El ruido tan fuerte del aire, no se me va a olvidar – nos comenta Pepe, Telefonista de 47 años de edad que ha residido toda su vida en Acapulco nos dice que nunca había presenciado un fenómeno de estas proporciones.

– ¡Ahorita ya está limpio! – Nos dice un hombre que estaba observando afuera de su domicilio como los trabajadores Telefonistas colocaban la fibra óptica después de haber reconstruido la corrida de postes y el tendido de cable para que las casas de los clientes ya tuvieran servicio. – Voló la herrería, tinacos y tanques estacionarios de gas – Nos comentaba Don Felipe, – Aquí en la alberca, cayó una herrería con tubos de 2 por 2 pulgadas de grueso, cuando la quisimos sacar no pudimos, pesaba muchísimo, ¿Quién sabe de dónde llegó? -.

Según estimaciones de la iniciativa privada, Acapulco tardará 2 años en volver a la completa normalidad, esto derivado del aproximado de 15 mil millones de dólares en pérdidas por el impacto del huracán Otis, sin embargo, en las calles ya podemos observar comercios, sobre todo de alimentos, que ya abrieron sus puertas y que la gente lucha por regresar a la normalidad lo más pronto posible. Los pequeños mercados ya están en funcionamiento y podemos observar artículos como trajes de baño o salvavidas colgando de los portales de estos negocios, buscando la posibilidad de atraer clientes de entre los miles de trabajadores que están en el puerto realizando labores de reconstrucción. Por ejemplo, son más de 125 telefonistas sindicalizados los que están apoyando al personal base de Acapulco para restablecer la red lo antes posible.

El esfuerzo se ve claramente en las calles, pero no es posible ignorar las grandes estructuras de los hoteles y condominios totalmente destruidas, desoladas y en escombros. Así mismo, la desigualdad que es visible en las zonas populares se denota aún más. Una mujer que se nos acercó y nos pidió denunciar la falta de agua en la colonia Los pozos y la falta de apoyo por parte de las autoridades que aún no han visitado su colonia, por otro lado, es visible que el gobierno ha comenzado con los censos para repartir ayuda como enceres y víveres, pero aún no han llegado a toda la población.

Los esfuerzos son visibles y palpables, pero falta mucho por avanzar.

 

 

 

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