La integración de la biología con tecnologías disruptivas, el creciente interés del sector financiero por apoyar a empresas del ramo y la posibilidad de aprovechar diferencias de costos en distintos mercados para aumentar la eficiencia operativa, están impulsando un crecimiento de la biotecnología en América Latina y en México.
De acuerdo con proyecciones de McKinsey sobre el impacto de la llamada “bio revolución”, entre 2030 y 2040, el valor de este sector podría ser equivalente a 0.7 veces el Producto Interno Bruto (PIB) anual de América Latina y de entre 0.7 y 2.7 veces el PIB anual de México.
Cristián Hernández, socio general de Zentynel Frontier Investments, fondo de capital de riesgo que apoya a empresas de biotecnología, advirtió que “existe una percepción errónea de que en México y Latinoamérica no hay desarrollo en innovación y ciencia, pero hoy vemos lo contrario: un apetito por crear empresas con base biotecnológica que evidencia un cambio de paradigma”.
Tan es así, que un informe del BID indica que en México hasta 2023 había por lo menos 22 empresas de reciente creación especializadas en biotecnología, que forman parte de un ecosistema mayor de empresas que utilizan tecnologías disruptivas en distintos ramos, valorado en al menos 300 millones de dólares.
Hay un gran potencial en áreas tan diversas como desarrollo de vacunas, mejora en los diagnósticos; creación de dispositivos médicos; creación de nuevos medicamentos y mejora sustancial de otros que ya existen, agricultura tecnológica y tecnología de alimentos, entre otros, que impulsan el surgimiento de nuevas empresas para el sector.
El impacto económico que este tipo de empresas pueden generar, se basa en la estimación de que hasta 60 por ciento de la producción mundial podría generarse con procesos biológicos en los próximos años y hasta 45 por ciento de la carga global de enfermedades se podría resolver con investigaciones de biotecnología en un plazo relativamente corto.
Estos desarrollos, dijo, “están revolucionando la salud humana y juegan un papel esencial en la agricultura y la acuicultura sostenibles, además de actuar como catalizadores para el desarrollo económico de la región”.
Si bien es difícil prever las cifras de crecimiento que podrían generarse con los desarrollos de biotecnología en México y en América Latina, una estimación conocida señala que sólo en Estados Unidos, el mercado podría alcanzar un crecimiento del 12.4 por ciento en el corto plazo.
Ahora, el sector financiero muestra un creciente interés por comprender a estas nuevas empresas de biotecnología, para aprovechar las futuras oportunidades de este ecosistema que se encuentra “en su punto máximo de ebullición en México, debido a un crecimiento acelerado de empresas con alto nivel de innovación científica y una importante cooperación multidisciplinaria”.
Ejemplo de ello son algunas de las empresas que Zentynel Frontier Investments está financiando, como microTerra, que desarrolla ingredientes sostenibles para la industria alimentaria; y ALLBIOTECH, organización sin fines de lucro que promueve la biotecnología como motor de competitividad y crecimiento económico en América Latina.
Curiosamente, en México no hay un esfuerzo concertado para dar prioridad a la creación de empresas biotecnológicas, pero esto lejos de detener a los emprendimientos, los motiva para explorar formas más creativas de conseguir recursos.
En ese sentido, hoy se ve una tendencia interesante en el sector: la creciente colaboración entre startups que, lejos de verse como competencia, han optado por unirse, compartir las lecciones aprendidas y sus redes de contactos para fortalecerse mutuamente.
No obstante, Cristián Hernández advirtió que “el país debe despertar a la realidad de que necesita invertir ahora, para cosechar el bienestar futuro. De lo contrario, sacrificaríamos oportunidades de desarrollo y crecimiento que podrían beneficiar a todos los sectores económicos».
Por ello, los capitales de riesgo juegan un papel crucial y están viendo en el sector de la biotecnología una gran oportunidad, pues en México hay varias empresas que están decididas a crecer en este campo, aplicando a sus investigaciones tecnologías disruptivas, como la Inteligencia Artificial, que prometen traer grandes soluciones.
CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC