El ecosistema de las aplicaciones digitales en México, sobrepasa ya los mil 190 millones de dólares de valor, de los cuales el sector de videojuegos representaba 403 millones de dólares, lo cual lo convierte en la categoría más grande tanto en términos de ingresos como de descargas, seguidas por redes sociales, entretenimiento y comercio electrónico.
Al presentar el estudio “La economía de las aplicaciones en México”, Elena Estavillo, directora del Centro-i para la Sociedad del Futuro, aseguró que las aplicaciones digitales dan empleos directos a 157 mil personas en el país y su ecosistema se beneficia de la convergencia de tecnologías exponenciales como internet, inteligencia artificial, automatización, robotización, uso de datos masivos y el blockchain.
Estas tecnologías han impulsado cambios significativos en modelos de negocio, exigen nuevos marcos regulatorios y abren nuevas oportunidades y formas de emprender. La economía digital, caracterizada por sus enormes economías de escala y de alcance, sus efectos de red y la primacía de los datos masivos, ha redefinido el ecosistema empresarial, indica el estudio.
El valor económico señalado en este estudio, recoge información del 2022, pero el crecimiento comercial del ecosistema sigue en ascenso y por eso el Centro-i ya está preparando la segunda edición.
El documento señala que los mexicanos pasan hasta 4.8 horas diarias en su celular en promedio y el número total de descargas de apps de distintas clases alcanzó los 5 mil 682 millones.
“Un fenómeno notable es cómo la economía de las aplicaciones ha permitido que países en desarrollo, como México, aceleren su transición hacia la digitalización, evitando procesos prolongados de industrialización. Este salto se evidencia en el aumento explosivo de descargas de apps en México, que fue del 217 por ciento entre 2017 y 2022, muy por arriba del aumento global del 131 por ciento”.
Asimismo, destaca que “el rápido crecimiento de las aplicaciones digitales ofrece oportunidades de inclusión financiera y digital, especialmente para mujeres, grupos indígenas y pequeñas empresas que, gracias a las aplicaciones, pueden acceder a mercados y servicios que antes estaban fuera de su alcance”.
Sin embargo, Elena Estavillo advirtió que no todas las áreas de este ecosistema crecen de manera uniforme; “algunas requieren mayor atención, por ejemplo, las de la banca y pagos, herramienta fundamental para el desarrollo económico y la reducción de brechas tanto sociales como digitales”. Estas aplicaciones son mucho menores que las de los videojuegos, a pesar de su importancia estratégica.
Si bien las aplicaciones móviles facilitan la interacción entre consumidores, empresas, gobiernos y sociedades y también se han convertido en un motor económico clave, es necesario tener en cuenta la importancia de la ciberseguridad, la privacidad y la confianza para fomentar el uso seguro de tecnologías digitales en todos los grupos de la sociedad.
Durante esta presentación, el embajador Especial para Tecnologías Emergentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Ulises Canchola Gutiérrez, destacó el valor de este tipo de estudios, al realizar un mapeo del ecosistema con referencias específicas a la necesidad de cerrar la brecha social y digital, con enfoque de género y tomando en cuenta a los grupos vulnerables, como la población indígena del país.
La economía de las aplicaciones es sólo una parte del proceso más amplio de transformación digital que México necesita. Para aprovechar al máximo esta oportunidad, es esencial implementar políticas públicas y programas que promuevan la educación continua en habilidades digitales, así como la adopción de nuevas tecnologías en todos los sectores económicos.
CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC