Compras en línea en México se duplicarán en 2020-2022: AMVO

Las compras en línea en México se duplicarán con creces de 2020 a 2022, alcanzando una valoración de mercado total de casi 18,000 millones de dólares, estimó la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO). A medida que el canal de comercio electrónico se desarrolla rápidamente, los principales actores globales se están moviendo a toda velocidad después de la recesión de 2016 al invertir en más espacio de almacenamiento y sistemas de distribución, así como en mejores experiencias del cliente para la entrega a domicilio y la recogida en la tienda.

En general, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la pandemia de Covid-19 impulsó un gran año para el comercio minorista digital en México durante 2020, estableciendo hábitos de consumo duraderos.

Ahora el canal minorista de comercio electrónico de México incluye muchos actores internacionales que ofrecen aplicaciones de entrega de alimentos como Uber Eats (Estados Unidos), Rappi (Colombia) y Didi Foods (China), así como otras plataformas para ropa y cuidado personal.

Hoy en día, los minoristas de comercio electrónico mexicanos se adaptaron a las inquietudes de los clientes y ahora ofrecen múltiples métodos de pago que incluyen depósitos bancarios, depósitos en persona, contra reembolso y servicios de pago electrónico como Paypal.

La frecuencia de las compras semanales entre los usuarios habituales de aplicaciones de comercio electrónico aumentó de 42% en 2019 a 50% en 2020. Los minoristas de comercio electrónico experimentaron un aumento de 90% en el uso de ese canal de abril a junio de 2020.

CON INFORMACIÓN VÍA EL ECONOMISTA

TENDENCIAS_ Los trabajadores de Amazon se están levantando en todo el mundo para decir: basta *

Amazon, la corporación más poderosa del mundo, es un iceberg. Los usuarios y los consumidores ven su punta: las tiendas, el servicio de streaming, los paquetes. Pero debajo de la superficie se encuentra una enorme infraestructura, que se extiende a través de los continentes, uniendo producción, distribución y entrega. Un sistema transnacional complejo, poblado por trabajadores de todo el mundo cuyo trabajo impulsa las ganancias de Amazon.

Jeff Bezos, su director ejecutivo y fundador, es el hombre más rico del mundo e intenta disimular este sistema con la comodidad y el entretenimiento que ofrecen sus servicios. La razón es igualmente clara e indignante. Desde las fábricas donde se producen los productos que vende, hasta las puertas donde se entregan, la infraestructura global de Amazon se mantiene unida gracias a la explotación de quienes la operan.

A lo largo de la cadena de suministro de Amazon, el gigante de Bezos viola la seguridad, dignidad y privacidad de los empleados, poniéndolos a trabajar en lugares de trabajo diseñados para exprimirles la mayor cantidad de trabajo por la menor cantidad de dinero posible. Pero los trabajadores no se cruzan de brazos. Con el apoyo de una constelación de aliados progresistas, existe resistencia laboral en todo el mapa global de Amazon, con huelgas y protestas desde España hasta Sao Paulo, desde Delhi hasta Berlín. El Black Friday del año pasado, cuando el escrutinio sobre las prácticas antisindicales de Amazon, el impacto ambiental, la evasión fiscal y la seguridad de los trabajadores se intensificó en Europa y Estados Unidos, UNI Global Union, IndustriaALL, Progressive International, Oxfam, Greenpeace y decenas de organizaciones de la sociedad civil, ambientalistas y observadores fiscales organizaron acciones de protesta en 12 países, unidos bajo el lema Make Amazon Pay.

Con la ayuda de importantes informes en medios sobre condiciones de trabajo peligrosas e incluso inhumanas, este activismo echa luz al trato que Amazon da a los trabajadores que guardan, almacenan y clasifican sus paquetes distintivos. Como resultado de ello, los esfuerzos de la corporación por ocultar su conducta en esta parte de su imperio global están fallando. En Reino Unido, donde la mayoría de los trabajadores de Amazon están empleados en los llamados “Centros de Distribución” de la corporación, un sondeo a fines del año pasado revela que apenas 24% de los encuestados creía que Amazon trataba a sus trabajadores de manera justa. En EU, donde Amazon operó para socavar una campaña gremial en Alabama con tácticas que, según los líderes sindicales, impidieron elecciones libres y justas y violaron la ley federal, casi el 80% de los encuestados apoyó la lucha de los trabajadores de almacén.

También en la parte de entrega del imperio de Amazon, los trabajadores se resisten al maltrato de la empresa. Los trabajadores de reparto en India recientemente hicieron huelga en Bangalore, Delhi, Hyderabad y Pune, exigiendo mejores salarios y beneficios para los empleados. Durante una huelga nacional pionera en Italia, el 75% de todos los trabajadores de Amazon en el país dejaron de trabajar, lo que reunió a los trabajadores de almacén y reparto en un ejemplo inspirador de solidaridad entre cadenas de suministro. Recientemente, la indignación avasalladoramente compartida de los trabajadores que tienen que orinar en botellas debido a la falta de un tiempo de descanso adecuado se volvió viral, lo que llevó a los trabajadores de reparto a un frente común contra Amazon y ayudó a expandir la concepción del público sobre la fuerza laboral de la empresa.

Sin embargo, una parte crucial de la infraestructura global de Amazon permanece en gran parte oculta. La tienda Everything Store no solo vende, almacena y envía productos, sino que también los produce y suministra directamente. La corporación posee más de 400 marcas privadas y vende una amplia gama de productos, desde prendas de vestir hasta dispositivos electrónicos. Desde e-readers de Kindle hasta su creciente imperio de la ropa, Amazon es ahora el principal minorista de moda en los Estados Unidos: las marcas de Amazon se basan en una extensa red de unas 1,400 fábricas en todo el mundo.

Ubicados principalmente en países del sur global, los trabajadores de estas fábricas suelen trabajar en condiciones extremas. En las fábricas chinas que producen dispositivos Amazon como Echo y Alexa, las investigaciones han revelado numerosas prácticas ilegales, desde interminables turnos nocturnos hasta pagos insuficientes. El año pasado, la ausencia de medidas adecuadas de salud y seguridad en una fábrica de Guatemala que produce prendas para las marcas de Amazon provocó un enorme brote de Covid que puso en peligro la vida de cientos de trabajadores. Como reveló un informe reciente del Worker Rights Consortium, Amazon se encuentra entre varias multinacionales poderosas que se niegan a asegurarse de que los trabajadores de las fábricas despedidos durante la pandemia reciban indemnización por despido que aún se les debe.

Amazon es responsable de lo que sucede en los lugares de trabajo que conforman su imperio global, y debe rendir cuentas en todas sus regiones. Los propios trabajadores están a la vanguardia de la lucha para que esto suceda. Al igual que los trabajadores de almacén y reparto, los trabajadores de las fábricas en la última parte no visible de su sistema global de explotación, se enfrentan a la corporación. Los trabajadores textiles sindicalizados que perdieron sus puestos de trabajo en octubre, cuando el proveedor de Amazon Global Garments, cerró, exigen la reapertura de la fábrica, la recontratación de los 1,200 miembros del sindicato y pagos atrasados. En Camboya, extrabajadores del proveedor de Amazon Hulu Garment exigen a Amazon que garantice la indemnización total en adeudos legales.

Los trabajadores de la cadena de suministro de Amazon comparten la misma lucha. Ganarla requiere que se unan en solidaridad y aprovechen su poder colectivo. En noviembre, trabajadores de fábricas en Bangladesh se unieron a las protestas de trabajadores de almacén en muchos países y simpatizantes del público durante la movilización planetaria en el Black Friday. El miércoles, los trabajadores de la fábrica Hulu Garment en Phnom Penh, Camboya, y la fábrica Global Garments en Chittagong, Bangladesh, encabezaron un día de acción mundial para que Amazon pague a todos sus trabajadores.

Amazon debe pagar a todos sus trabajadores, dondequiera que residan, sea cual sea su ocupación. Y, en última instancia, hacer que Amazon pague es parte de una lucha mucho mayor para ganar otro mundo. Uno en el que los circuitos comerciales globales no están orientados hacia la riqueza y el poder de los multimillonarios y accionistas, sino hacia la salud y la felicidad de las personas trabajadoras que los gestionan.

*Con información vía LA LISTA y con la autoría de Valter Sanches (secretario general de IndustriALL Global Union), Christy Hoffman (secretaria general de UNI Global Union) y Casper Gelderblom (coordinador de Make Amazon Pay para The Progressive International)

TENDENCIAS_ Comercio electrónico creció a nivel mundial durante pandemia, pero con desigualdad

Las ventas por comercio electrónico a nivel global reportaban una tendencia positiva de crecimiento, que registró una aceleración a causa de las medidas de confinamiento por la pandemia de Covid-19. Un nuevo reporte de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) revela que durante 2020, el comercio electrónico logró incrementar su participación de mercado en las ventas minoristas a nivel global de un 16 por ciento en 2019 a un 19 por ciento.

El informe destaca la importancia de la creciente participación del comercio electrónico en las economías de los países, pero también advierte sobre la desigualdad en la distribución de sus beneficios y la escasez de información que permita una evaluación adecuada de su contribución.

La UNCTAD estima que durante 2019, el comercio electrónico mundial generó un total de 26.7 mil millones de dólares, lo que representa un aumento de 4 por ciento respecto a las cifras de 2018. Esta cifra equivale al 30 por ciento del PIB a nivel mundial.

Aún con cifras preliminares, a causa de que no todos los países cuentan con una medición adecuada de este sector, la Conferencia estima que el comercio electrónico aportó cerca del 19 por ciento del total de ventas minoristas de 2020. Esto refleja la creciente importancia de este segmento, en especial, ante las medidas de confinamiento por Covid-19.

“Estas estadísticas muestran la creciente importancia de las actividades en línea. También señalan la necesidad de que los países, especialmente los que están en vías de desarrollo, dispongan de esa información mientras reconstruyen sus economías tras la pandemia del Covid-19”, dijo Shamika Sirimanne, directora de Tecnología y Logística de la UNCTAD.

En cuanto a las compañías participantes del sector, el informe revela la amplia participación de empresas de capital chino y estadounidense. Asimismo, se destacan cambios importantes como el crecimiento del comercio de mercancías contra la caída en ventas de aplicaciones de viajes y transporte.

De las 13 empresas más grandes por ventas, cuatro son de China y siete de Estados Unidos, con otras dos que surgieron de Japón (Rakuten) y Canadá (Shopify).

Alibaba, con sede en China, se mantiene como la compañía más grande de comercio electrónico al registrar ventas totales por mil 145 millones de dólares en 2020, un crecimiento de 20.1 por ciento en el último año; una aceleración respecto a la tasa de 10.2 por ciento registrada de 2018 a 2019.

En segundo lugar se encuentra Amazon con ventas por 575 millones de dólares, tras un crecimiento de 28 por ciento en el último año. En tercer lugar se encuentra la china JD.com con 253 millones en ventas y un crecimiento de 25.4 por ciento de 2019 a 2020.

Shopify, por su parte, logró brincar del puesto nueve en 2019, hasta el quinto en 2020. Sus ventas en el último año fueron por 120 millones de dólares, tras un significativo crecimiento de 95.6 por ciento.

El informe destaca también el caso de las compañías de servicios turísticos y de transporte privado, con fuertes reducciones en el valor bruto de mercancías (VBM) en el último año. Por ejemplo, Expedia cayó del quinto lugar en 2019 al undécimo en 2020, mientras que Booking Holdings pasó del sexto al duodécimo, y Airbnb –que lanzó su oferta pública inicial en 2020– del undécimo al decimotercero.

A pesar de la reducción del VBM de algunas grandes empresas, el VBM total de las 13 principales empresas de comercio electrónico de negocio a consumidor (B2C) aumentó un 20.5 por ciento en 2020, lo que representa un crecimiento superior al de 2019 (17.9%).

Por otro lado, la UNCTAD destaca la participación de las ventas minoristas de empresas a empresas (B2B). Al respecto, estima en 21.8 mil millones de dólares el valor del comercio electrónico mundial B2B en 2019, lo que representa el 82 por ciento de todo el comercio electrónico, incluyendo tanto las ventas a través de plataformas de mercado en línea como las transacciones de intercambio electrónico de datos (EDI).

Las ventas de comercio electrónico B2C se estimaron en 4.9 mil millones de dólares en 2019, un 11 por ciento más que en 2018. Los tres primeros países por ventas de comercio electrónico B2C siguieron siendo China, Estados Unidos y el Reino Unido.

Sin iniciativas de inclusión digital

Aunque el informe de la UNCTAD resalta la importancia del comercio electrónico, también advierte sobre la baja participación de estas compañías en iniciativas inclusión y creación de competencias digitales.

Según un índice publicado por la World Benchmarking Alliance, las 14 empresas de comercio electrónico evaluadas obtuvieron resultados inferiores a los de las empresas de otros sectores digitales, como el hardware o los servicios de telecomunicaciones.

El índice evalúa a 100 empresas digitales en función de su contribución al acceso a las tecnologías digitales, a la creación de competencias digitales, a la mejora de la confianza y al fomento de la innovación.

La compañía mejor clasificada del sector fue eBay, que se situó en el puesto 49. En general, las empresas de comercio electrónico obtuvieron una puntuación de sólo 20 de los 100 posibles.

Según el informe de la UNCTAD, uno de los principales factores de los malos resultados será el hecho de que las empresas de comercio electrónico son relativamente jóvenes. La mayor parte fueron fundadas en las dos últimas décadas.

No obstante, hay algunos puntos positivos. Por ejemplo, varias empresas de comercio electrónico ofrecen formación gratuita a empresarios sobre la venta en línea. En algunos casos están dirigidas específicamente a grupos vulnerables, como personas con discapacidades o minorías étnicas, señala la UNCTAD.

CON INFORMACIÓN VÍA DPL NEWS