Internacional

EU sabe que el sur global tiene razón en materia económica

La política económica de muchos países entró en una nueva era de ayudas y subsidios, pero los mercados financieros mundiales todavía no se ponen al día

Veamos algunos de los titulares de la semana pasada. En las reuniones del FMI y el Banco Mundial, las instituciones se vieron asediadas por los líderes del sur, que denunciaron la hipocresía de los acreedores de los países ricos, que exigen austeridad a los solicitantes de préstamos mientras ellos acumulan enormes deudas.

En Bruselas, Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo, pronunció un discurso en el que abogó por una política industrial para toda la Unión Europea. El gobierno de Biden triplicó los aranceles sobre China y aceptó la petición de los sindicatos de ayuda al comercio de la construcción naval para contrarrestar el apoyo estatal chino a su propia industria.

El canciller alemán, Olaf Scholz, encabezó un grupo de industriales en Pekín para crear empresas conjuntas en China, mientras que la secretaria de Comercio de EU, Gina Raimondo, ayudó a Microsoft a conseguir una inversión de mil 500 millones de dólares en IA en Emiratos Árabes Unidos.

La mejor manera de salvar la brecha entre estos titulares es comprender que, incluso cuando la política fiscal de los países ricos está cambiando para apoyar el proceso a largo plazo de reindustrialización y transición climática en casa, los mercados financieros mundiales siguen enfocados en maximizar las utilidades a corto plazo del sector privado. La pugna entre ambos seguirá hasta que surja un nuevo equilibrio.

En Europa, lo fiscal le hace frente a lo financiero. “Seguimos una estrategia deliberada de intentar reducir los costos salariales respecto a los demás”, dijo Draghi, refiriéndose a la estrategia europea posterior a 2008 de apretarse el cinturón en lugar de invertir. “El efecto neto fue debilitar nuestra propia demanda interna y socavar nuestro modelo social”.

La semana pasada, John Podesta, asesor principal de Joe Biden en energía limpia, dijo: “Cuando en verdad se toman en cuenta las emisiones incorporadas a los bienes comercializables, las emisiones de los procesos de producción que crean las materias primas y los productos manufacturados que compramos y vendemos en el mercado mundial, entonces los bienes comercializados representan alrededor de 25 por ciento de todas las emisiones mundiales”.

Según estos cálculos, el libre comercio es el segundo mayor responsable de contaminación después de China. Esto se debe a que el actual marco comercial y financiero global todavía incentiva lo más barato para las empresas y rentable para los accionistas.

La Casa Blanca sabe que el sur global tiene razón. El asesor adjunto de Seguridad Nacional para Economía Internacional de EU, Daleep Singh, abogó por un mayor uso de la autoridad de garantía de préstamos soberanos de Estados Unidos para reducir las tasas de interés de los países en desarrollo.

Todo esto nos indica que nos encontramos en un punto de inflexión importante y que ningún país tiene todas las respuestas. El cambio hacia un nuevo paradigma económico comenzó. En dónde terminará está en el aire.

CON INFORMACIÓN VÍA MILENIO

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