En los últimos años, Estados Unidos ha estado fomentando el nearshoring como una forma de apoyar la economía local y reducir su dependencia de la subcontratación en el extranjero, especialmente en países como China e India, un escenario que sin duda coloca al sector TI de México en un lugar privilegiado para aprovechar las oportunidades que generan los pasos estratégicos que su principal socio comercial está dando.
En 2021, el gobierno estadounidense lanzó la Iniciativa de Cadena de Suministro de Tecnología que tiene como objetivo promover la resiliencia de este conjunto de procesos al fomentar la producción y el ensamblaje a nivel doméstico, así como en países cercanos como México y Canadá.
El gobierno estadounidense también ha invertido en la creación de zonas francas en su frontera con México, lo que permite a las empresas de tecnología establecer instalaciones de producción y ensamblaje mientras se benefician de la cercanía y la proximidad geográfica.
Otra forma en que el gobierno de Estados Unidos está fomentando el nearshoring es a través de incentivos fiscales y financieros. Las empresas que invierten en el nearshoring pueden ser elegibles para ciertas deducciones fiscales y programas de financiamiento, lo que puede reducir significativamente los costos de operación y aumentar la rentabilidad.
Es así que el nearshoring, que implica la externalización de servicios de una empresa a un país cercano, en lugar de subcontratar servicios en un país más alejado, es una valiosa oportunidad que México no puede pasar por alto.
La industria mexicana de Tecnologías de la Información (TI) es una importante generadora de empleos de calidad y bien pagados. Entre 2020 y 2021, se estimaba que la remuneración por persona trabajadora era de tres a cinco veces superior a los trabajos en manufactura, con alrededor de 450 mil empleos directos y 1.2 millones de indirectos.
Dado que uno de los principales beneficios del nearshoring es el costo, el país tiene un primer punto a favor, pues en comparación con la subcontratación en países como India o China, México ofrece mejores alternativas en términos de costos laborales.
Además, la relocalización de las cadenas de suministro ofrece una ventaja en cuanto a la proximidad geográfica. Las empresas pueden colaborar de manera más eficiente y efectiva con equipos de trabajo ubicados en México, ya que la diferencia horaria es menor en comparación con otros países subcontratados. Esto también facilita las visitas en persona y la comunicación en tiempo real.
Otro aspecto relevante es que México tiene una cultura muy similar a la de América del Norte y una gran cantidad de personas en el país hablan inglés con fluidez, lo que sin duda hace que la colaboración y la comunicación entre equipos de trabajo sean más fluidas y efectivas.
Sin embargo, a pesar de que la iniciativa de nearshoring del gobierno de Estados Unidos puede representar una gran oportunidad para México en términos de inversión, empleo y crecimiento económico, existen algunos desafíos que podrían obstaculizar la capacidad del país para aprovechar al máximo estas iniciativas.
Uno de los mayores retos que enfrenta México es mejorar su competitividad para atraer inversiones extranjeras y competir con otros países de la región, lo que significa mejorar la infraestructura, aumentar la productividad, reducir los costos y mejorar la calidad de los productos y servicios.
Además, México necesita mejorar la capacitación y educación de su fuerza laboral para poder aprovechar las oportunidades de empleo que se generen con iniciativas de nearshoring.
Esto incluye fomentar la educación en áreas STEM, es decir, las relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y las matemáticas, así como mejorar la capacitación técnica y profesional de los trabajadores.
La inseguridad es otro desafío importante que enfrenta el país, ya que puede desincentivar las inversiones de manera importante, lo que exige poner manos a la obra no sólo en la seguridad física de las zonas donde se establecen las empresas, sino también en garantizar la protección de la propiedad intelectual.
Un desafío digno de mención es la burocracia y la corrupción, pues se trata de obvios obstáculos para la inversión, es decir, para atraer capital y generar empleo, el gobierno mexicano necesita implementar reformas que simplifiquen los trámites y reduzcan malas prácticas en los procesos de inversión y negocios.
México también se enfrenta a la competencia de otros países que están tratando de atraer inversiones en tecnología y servicios, por lo que para competir con eficacia es fundamental ofrecer incentivos fiscales y de otro tipo para atraer inversiones, así como mejorar la oferta de servicios y productos.
Lo cierto es que la iniciativa de nearshoring del gobierno de Estados Unidos puede representar una gran oportunidad para la industria tecnológica mexicana, pero para aprovecharla al máximo, es fundamental mejorar la competitividad, capacitar y educar a su fuerza laboral, mejorar la seguridad y competir con otros países que también buscan atraer inversiones.
CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC