México | Entre los más caros en espectro: The CIU

Las frecuencias pueden costar hasta dos y tres veces lo que en otros países similares de América Latina, además de que son una mayor carga para los operadores que no tienen poder de mercado; la política fiscal encarece el insumo.

En México el espectro radioeléctrico es caro y puede costar dos y hasta tres veces lo que vale en países de la región con un nivel similar de desarrollo de las telecomunicaciones, lo que limita el avance de los servicios móviles y el despliegue de los servicios 5G, alertó The Competitive Intelligence Unit (The CIU).

El valor del espectro se erige como una barrera para el acceso a servicios de telecomunicaciones y para la competencia”, comentó Radamés Camargo, gerente de análisis de The CIU.

Los precios de los bloques de espectro en las licitaciones realizadas el año pasado en México de 0.39 dólares por MHz por habitante en los bloques asignados en las bandas de 700 y 800 MHz. Esta cifra fue 77% superior a los 0.22 dólares de Chile o 160% superior a los 0.15 dólares observados en Brasil.

En el caso de los bloques ubicados en las bandas de 1 y 3 GHz, el precio en México fue de 0.13 dólares por MHz por habitante, precio 30% superior al registrado en Brasil y 204% más elevado al pagado en Chile.

“(Esto) nos ubica dentro de los países de la región como el mercado más caro en términos de espectro y esto es preocupante por las barreras que se erigen en torno del desarrollo de redes de telecom y la inclusión de servicios”, dijo Radamés Camargo ayer, durante la presentación del reporte del Sector de Telecomunicaciones en México correspondiente al segundo trimestre del 2022, elaborado por The CIU.

Pagos anuales, anomalía

Para The CIU una primera anomalía que encarece el espectro en México es cómo se realiza su cobro. En el país se paga un valor inicial por el insumo –típicamente en una subasta pública– lo que se denomina “guante” y se erogan cantidades anuales –derechos– que son propuestos por la autoridad hacendaria y ratificados por el Congreso en la Ley Federal de Derechos.

“La práctica internacional dicta que el monto total por el espectro se determine dentro del concurso público”, apuntó Radamés Camargo. En el caso mexicano el guante representa apenas 11% del costo total del espectro, por lo que la mayor parte de su costo se determina en los pagos de derechos anuales.

En Europa, por ejemplo, el caso más extremo en cuanto al peso de los costos anuales fijos en el pago del espectro es España, en donde tienen un peso de 51%, pero en otros lugares como Alemania, Italia o Grecia, el costo total del espectro equivale a lo que se paga por el en su licitación.

Según cálculos de The CIU, el costo total del espectro en México (considerando el guante y los costos fijos anuales de 20 años traídos a valor presente) es de 213,623 millones de pesos.

Resalta además que en el 2020 este sobreprecio era de 77%, pero se incrementó a partir del 2021 producto del incremento de derechos plasmado en la Ley Federal de Derechos del 2021.

Más preocupante aún, comentó Radamés Camargo, resulta que los mayores sobreprecios se observan en las bandas AWS/PCS (+56%) y de 2.5 GHz (+68%), que son las óptimas para el despliegue de servicios 5G.

“México debe dejar de concebir y tratar el espectro como si fuera un bien de lujo (en términos tributarios), si lo que se quiere es conectar a toda la población”, dijo Radamés Camargo.

Retraso en licitación

Otra manera de poner en perspectiva lo caro del espectro en México es medir su costo respecto de los ingresos de los operadores móviles. Y aquí el país sigue a la cabeza, pues representa 22%, seguido a cierta distancia ya por Ecuador (16%), Países Bajos (13%) o Irlanda (10%), siendo la media 6.7 por ciento.

En otra arista, destaca también que Telcel –que concentra 60% de las líneas móviles y 70% de los ingresos– concentra el grueso del espectro del país, con 46.9% de la tenencia, seguido por AT&T (38.4%) y Altán Redes (14.6%), lo que le coloca en mejores condiciones para operar en el mercado.

Estas disparidades entre empresas se hacen patentes también al medir el costo del espectro para cada empresa en comparación con sus ingresos, puesto que mientras que para América Móvil el costo anual de su espectro representa apenas 4% de sus ingresos, para el caso de AT&T esa cifra se eleva a 13 por ciento.

Aunado a lo anterior, The CIU alertó por el retraso de México en licitaciones de espectro para 5G, renglón en el que el país “tiene un rezago de dos años”.

De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones en esta mitad del año se emitirán las prebases para concursar frecuencias en las bandas de 600 MHz, la Banda L y la banda de 3.5 GHz, con la expectativa de concluir el proceso hacia finales del 2023.

CON INFORMACIÓN VÍA DPL NEWS

PERSPECTIVAS_ Espectro, el “alma” de la era digital

A nivel global, más de 4 mil 600 millones de personas interactúan, se informan, acceden a educación, se comunican y se entretienen a través de internet; y aunque cada vez vemos con mayor naturalidad el poder transformador de la tecnología, difícilmente nos preguntamos cómo sucede la magia y qué rol juega un valioso recurso natural que a diferencia del oro y el petróleo, no podemos tocar, ver ni oler.

Para Raúl Santoyo, socio director de Tes America México, a través del curso de la historia se ha visto cómo la necesidades de comunicación rápida y eficiente han impulsado la innovación tecnológica, nuevas formas de vivir y pensar, pero también una conciencia plena sobre la planificación, gestión y aprovechamiento de lo que bien podríamos llamar el “alma” de la era digital.

“No podemos ver, oler ni tocar al espectro radioeléctrico, pero si ponemos un poco más de atención, sabremos que está presente en cada posibilidad de comunicación que tenemos en la vida moderna. El espectro radioeléctrico es ese espacio en el que no vemos nada pero está ocurriendo todo”.

Y es que en pleno desarrollo de la Cuarta Revolución Industrial, habilitada por tecnologías sumamente disruptivas como el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA), la analítica de Big Data, Machine learning, Realidad Virtual y la automatización, se anticipa un “Big Bang” de datos sin precedentes.

La frenética actividad digital, representada en más de 5.7 millones de búsquedas en Google cada minuto en el mundo, 240 mil fotografías compartidas en Facebook y más de 6 millones de personas comprando online cada 60 segundos, impulsa sorprendentes estimaciones que dan cuenta del gran momento digital que ya vivimos.

De acuerdo con cifras de la compañía de servicios en la nube Domo, al cierre de este año, el consumo de datos a nivel global alcanzará los 79 zettabytes, cantidad que representa un incremento de 23 por ciento con relación al nivel registrado apenas un año antes; se espera además que para 2035, se superen los 2 mil 142 zettabytes de información digital en el mundo.

“Mediante el uso de la tecnología, el espectro radioeléctrico es un gran generador de dividendos. Un gran ejemplo de ello es el dividendo digital que resultó de la transición de la tv analógica a la digital y que se traduce en beneficios sociales muy importantes”.

En 2013, México realizó una profunda reforma a la Constitución que permitió establecer en su artículo 6 el derecho de acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e internet.

Es así que la inclusión digital universal se convirtió en un mandato constitucional cuya materialización depende en gran medida de la política pública diseñada para colocar la mayor cantidad posible de espectro en el mercado, pues se trata de un insumo esencial para satisfacer la demanda actual y futura de servicios de banda ancha móvil.

“Con activos físicos como el petróleo, que pueden pasar por un tubo, la regulación y la administración puede ser más fácil que en el caso de las telecomunicaciones. Sobre todo porque venimos de formas de pensamiento enfocadas en administrar materia. Administrar bits es un gran reto”, opina Raúl Santoyo.

Desde su perspectiva, el desafío de la conectividad, el desarrollo tecnológico y la innovación debe asumirse con una visión prospectiva por parte de la autoridad sectorial, que impulse precios justos por el uso y aprovechamiento del espectro, que practique una regulación basada en la medición y el monitoreo, así como la generación de más incentivos como la compartición de espectro.

De acuerdo con datos de GSMA, el espectro en México es el más caro de América Latina y uno de los más onerosos del mundo; en 2019, su costo representó alrededor de 12 por ciento de los ingresos anuales del sector telecomunicaciones, es decir, casi el doble que en Estados Unidos y Alemania.

Este dato evidencia un desafío permanente para el mercado mexicano de las telecomunicaciones, pues en opinión de Raúl Santoyo la toma de decisiones relacionadas con la administración y colocación de espectro debe basarse en información e instrumentos que permitan monitorear la forma en la que este recurso es usado de forma adecuada.

Así, Raúl Santoyo coincide con la visión que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) tiene como autoridad encargada en México de la regulación, promoción y supervisión del uso, aprovechamiento y explotación del espectro radioeléctrico.

Y es que este órgano regulador reconoce que al tratarse de un recurso sumamente escaso y de un valor estratégico sin precedentes, el espectro demanda una eficaz gestión y planificación para permitir que los diversos servicios y aplicaciones puedan prestarse de manera óptima.

En opinión del especialista, además de ser un recurso finito y escaso, el espectro es sumamente dinámico, motivo por el cual puede y debe ser objeto de mecanismos que permitan aprovechar su máximo potencial en beneficio del mercado, los propios gobiernos y la ciudadanía en su conjunto.

“El espectro no es como el petróleo o el oro. Tiene un valor económico y productivo muy diferente y ante ello es necesario ser flexibles. Los desafíos son diversos y muchos de ellos están relacionados con una interrogante: ¿cómo optimizar su uso? Ahí es donde enfocamos nuestros esfuerzos como TES America”.

CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMOTIC

Licitación de espectro para 4G que ganaron Telcel y AT&T también atrajo otros dos interesados que no pudieron proseguir

La licitación de 41 lotes de espectro disponibles en distintas bandas radioeléctricas para crecer y mejorar la calidad de servicios 4G-LTE en el país y que ahora está próxima a la etapa de entrega de títulos de concesión a las empresas AT&T y Telcel como únicos dos participantes ganadores, también atrajo a otras dos compañías interesadas en comprar frecuencias, pero que no pudieron reunir a tiempo la documentación necesaria para continuar en el proceso ni presentarse con oportunidad en los tiempos establecidos.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dijo en un documento que al proceso de licitación de espectro identificado como IFT-10 llegaron otros actores que presentaron una manifestación de interés, cumpliendo así con etapa oficial que los acreditaba como interesados para seguir adelante en el concurso.

En esa ocasión sí se recibieron otros dos interesados, pero que no entregaron información; quienes no entregaron información de acuerdo a las propias bases del proceso pierden automáticamente su calidad de interesados, por lo cual ya no hay posibilidad de que ningún otro interesado pudiera participar en esta licitación”, se lee en un documento del IFT.

Debido a que esos participantes no pudieron reunir la documentación, la autoridad no pudo emitirles una constancia de participación para que más adelante, en septiembre, presentaran ofertas económicas por algún lote de espectro. Por confidencialidad, el regulador no desveló el nombre de esos dos interesados que no pudieron continuar en el concurso.

Fue entonces que el IFT entregó en septiembre solamente dos constancias de participación y no cuatro: una a la empresa Radiomóvil Dipsa (Telcel) y otra a AT&T Comunicaciones Digitales (AT&T), y definió desde ese momento las cuotas de espectro que cada una de esas dos compañías telefónicas podría comprar, esto con base su propio volumen de frecuencias que ya habían comprado en procesos de licitación anteriores.

De esta manera quedan refutadas las versiones vertidas en la industria de telecomunicaciones respecto a que la licitación de espectro “cascajo” por su diversidad de lotes, tamaños y coberturas, no captó la atención de actores más allá de Telcel y AT&T.

El IFT reconoció que la medianía del éxito conseguido por la IFT-10 obedeció a que la Secretaría de Hacienda y el Congreso de la Unión son los actores que complican la colocación de bandas en el mercado móvil, por la elevada carga impositiva que se impone a las empresas ganadoras por explotar frecuencias de espectro en servicios como telefonía e internet, más no por el proceso de licitación en sí, porque existen operadores regionales que han manifestado interés por comprar bandas para crear o completar coberturas 4G-LTE en lugares muy particulares del país. 

En la IFT-10 de espectro móvil, las empresas Telcel y AT&T ofertaron un total de 1,350 millones 852,000 pesos para explotar tres bloques de espectro que les permitirán mejorar la calidad y cobertura de sus redes celulares 4G-LTE en los mercados de la Ciudad de México y regiones particulares del resto de la República Mexicana. 

La empresa AT&T se interesó por un bloque en la banda de 800 MHz, con cobertura en los estados de Baja California y Baja California Sur; en Sonora y Sinaloa, y en Chihuahua, Durango, Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Por este bloque, la compañía ofertó 374 millones de pesos. El otro bloque que AT&T adquirió, también se ubica en los 800 MHz y ofrece cobertura en las ciudades de México, Puebla, León, Guadalajara, Cancún, Veracruz y Mérida. Debido al mercado que representa ese bloque en especial, aquí AT&T pujó con 706 millones 852,000 pesos para hacerse con ese espectro.

Telcel sólo se interesó por un bloque de la banda de los 2.5 GHz, con cobertura en diversos municipios y otras áreas locales de esa banda y que en el pasado fue un espectro concesionado a empresas que no pudieron explotarlas en servicios de telefonía e internet móviles, y por lo que el IFT inició un proceso de recuperación de señales para su puesta en una nueva licitación, como ahora fue el caso.

Telcel pagó por esas frecuencias, conocidas como el bloque C1 dentro de la Licitación IFT-10, un total de 270 millones de pesos y son estas algunas de las frecuencias que le hacían falta a Telcel para poder configurar definitivamente una red celular sobre la banda de los 2.5 GHz, entre las más idóneas para servicios 4G-LTE por su poder de capacidad y cobertura en zonas densamente pobladas.

No hubo ofertas por bloques de espectro regionales y nacionales en las bandas de 1.7/2.1 GHz (AWS) y de 1900 MHz (PCS), que también estuvieron en concurso.

El 26 de octubre, el Instituto Federal de Telecomunicaciones presentó tres propuestas relacionadas con una redefinición de cobros por el uso de las bandas de 850 MHz y de 600 MHz y 3.5 GHz, para así llevar cobertura social a regiones desconectadas y para llevar a México a las redes de quinta generación (5G). 

CON INFORMACIÓN VÍA EL ECONOMISTA

Concluye licitación IFT -10; AT&T y América Móvil las únicas participantes

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) concluyó el procedimiento de presentación de ofertas de licitación pública para la explotación y asignación de 41 bloques de espectro para servicios de telefonía e internet móviles disponibles en las bandas de 800 MHz, AWS, PCS y de 2.5 GHz (IFT 10); en las cuales solo participaron las empresas AT&T y América Móvil.

En un comunicado, el órgano regulador detalló que tres bloques recibieron ofertas por un monto total de mil 350.8 millones de pesos, pagaderos previamente a la entrega de la concesión, proceso que en los próximos 20 días hábiles el Pleno del Instituto emitirá el fallo correspondiente.

El bloque C1, donde solo América Móvil presentó una oferta por 270 millones de pesos, tiene obligaciones de cobertura relativas a la prestación del servicio de acceso inalámbrico en, al menos, 30 de 52 localidades entre mil y 5 mil habitantes que, no cuentan con servicio móvil.

Dichas obligaciones incluyen dar cubertura en al menos tres de las seis zonas metropolitanas con más de un millón de habitantes ubicadas en la cobertura del bloque, así como dar cobertura en al menos dos de los cuatro tramos carreteros, señalados en las bases de la licitación IFT-10, en los que no se cuenta con servicio.

En este sentido, el IFT indicó que tras los resultados obtenidos y la información analizada, los participantes con folio único IFT10-7H1C e IFT10-5X8D, AT&T y Telcel respectivamente, complementarán sus tenencias actuales de espectro para la prestación de servicios móviles de banda ancha.

“A lo anterior se sumará un estimado de 6 mil 733.2 millones de pesos por concepto de derechos por uso del espectro, medidos en valor presente, a pagar en los siguientes 20 años, lo cual suma un valor de 8 mil 084 millones de pesos”, recalcó el órgano regulador.

Como resultado de este proceso licitatorio, quedaron sin asignarse los bloques de las bandas AWS (1755-1760 / 2155-2160 MHz), PCS (1910-1915 / 1990-1995 MHz) y 36 de los 37 bloques de la banda de 800 MHz (814-824 / 859-869 MHz).

Este hecho se suma a otras evidencias en torno a los montos y la forma en que se cobra por el uso del espectro radioeléctrico en México, ya que el IFT ha reiterado en diversas ocasiones y foros, que los altos montos de cobro por el uso del espectro radioeléctrico inhiben la participación en licitaciones, provocan la devolución del espectro y se convierten en una barrera artificial a la entrada de nuevos competidores.

CON INFORMACIÓN VÍA MILENIO