El concepto de ciudad inteligente ha evolucionado en los últimos años, desde una concepción básica referente únicamente a la adopción de tecnología, hasta un modelo actual centrado en ofrecer mejores servicios al ciudadano y mejorar el bienestar de la población, coincidieron expertos y representantes de la industria durante el Smart City Summit & Expo, en Taipei.
Non Arkaraprasertkul, experto senior en promoción de ciudades inteligentes para la Agencia de Promoción para la Economía Digital de Tailandia, afirmó que la formación de una ciudad inteligente debe pensar primero en las personas y atender sus necesidades, mientras que la tecnología es sólo una herramienta que sirve para cumplir estos objetivos.
Ya que se entiende qué es lo que los ciudadanos requieren, se pueden formar asociaciones público-privadas para reducir el riesgo de desperdiciar recursos que no se tienen y, finalmente, utilizar datos que sean robustos para tomar mejores decisiones.
“Al final, una ciudad inteligente se trata de crear un mejor ambiente, con una base tecnológica, y utilizando datos como recursos para mejorar la toma de decisiones”, explicó Arkaraprasertkul.
Alertó también que no se requiere utilizar la tecnología más compleja para resolver problemas sencillos. “La innovación tiene que funcionar para las masas, tiene que ser céntrica en el humano y usar la tecnología adecuada”, agregó.
Relató que en el caso de Tailandia, los proyectos de ciudades inteligentes no se limitan únicamente a la ciudad, especialmente en un país donde 65 por ciento de su población se dedica principalmente al sector primario. En ese sentido, Tailandia ha implementado soluciones digitales que permiten, por ejemplo, la obtención de datos para mejoras de las cosechas.
Matt Owen, director Ejecutivo de Intelligent Community Forum (ICF), coincidió en que no todas las comunidades requieren del mismo tipo de tecnología, como puede ser una solución para control de tráfico basada en Inteligencia Artificial (IA) en zonas donde ni siquiera se tiene ese problema.
Alertó que uno de los mayores riesgos de la tecnología es lo rápido que evoluciona y, por tanto, dejar a personas en el atraso. En ese sentido, consideró que la conectividad y la alfabetización o conocimiento de las tecnologías son dos elementos básicos para poder iniciar proyectos de ciudades inteligentes.
“Por mucho tiempo, el concepto de la ciudad inteligente estaba conectado a la ciudad que compra toda la tecnología, y aunque la tecnología te da oportunidad de hacer las cosas mejor, no hace las cosas por ti, por lo que sino sabes usarla o aprovecharla, no tiene caso adquirir una red 5G que nadie va a usar”, apuntó Owen.
En ese sentido, consideró que una ciudad inteligente se puede considerar aquella que usa las herramientas adecuadas para que la economía sea más próspera, proteger su cultura, y en general, mejorar la vida de las personas.
Ciudades inteligentes asiáticas avanzan centradas en el ciudadano
Durante la Smart City Summit & Expo, Lam Nguyen Hai Long, presidente de la Asociación de Cómputo de Ho Chi Minh, señaló que no existe una fórmula única para aplicar a todas las ciudades, pero compartió algunas recomendaciones con base en la experiencia de Vietnam: identificar áreas de mejora que requieran de innovación; planear a largo plazo, como el uso de recursos o trazado urbano; involucrar a ciudadanos y empresas; entender las necesidades de la localidad, y trabajar con compañías locales.
Indonesia, por su parte, define una ciudad sostenible inteligente como aquella que “utiliza tecnologías de la información y comunicación y otros medios para mejorar la calidad de vida, la eficiencia de la operación urbana y los servicios, y la competitividad, mientras se asegura los aspectos económicos, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras”.
La visión del país para la construcción de una nación inteligente se compone de seis pilares tecnológicos: ciudades digitales, Nube, Inteligencia Artificial, ciberseguridad, Blockchain y hardware, según explicó Tritan Saputra, vicepresidente de ciudades inteligentes e Industria 4.0.
Tak Nagumo, director ejecutivo del Instituto de Ciudades Inteligentes de Japón, relató la experiencia de la isla para la promoción de ciudades inteligentes centradas en el ciudadano, que permitan atender algunos de los retos más urgentes como el envejecimiento de la población y sus consecuencias por menores ingresos fiscales y pérdida de productividad.
El gobierno de Japón implementó guías para establecer la base de las ciudades inteligentes, así como subsidios para la adopción de soluciones y tecnología, por lo que ahora se encuentra en la fase de implementación. Durante 2023, al menos 32 regiones del país recibieron subsidios como parte del programa Digital Garden City Nation, enfocado en promover el uso de datos para revitalizar la economía local.
Con un enfoque en mejorar la vida de los ciudadanos, el programa japonés utiliza métricas subjetivas para medir el impacto de una ciudad inteligente en el bienestar de las personas, incluyendo percepciones sobre sobre salud, autoeficiencia, espacios públicos, oportunidades educativas, participación de la comunidad y diversidad e inclusión.
CON INFORMACIÓN VÍA DPL NEWS