Aunque el porcentaje de teletrabajo a tiempo completo ha ido perdiendo fuelle desde 2021, su nivel actual se mantiene en torno al 13,8% de toda la población activa. Pese a todo, el teletrabajo se mantiene en unos niveles más altos que antes de la pandemia, en gran medida gracias a la implantación generalizada de modelos de trabajo híbrido en los que se teletrabaja entre uno y cuatro días por semana.
La reducción de los tiempos de desplazamiento al trabajo y el incremento de la presencia de las personas en el entorno del hogar ha facilitado que se reduzca la brecha de género implicando más a los hombres en las tareas del hogar.
Los hombres se implican un 30% más. Según una investigación que se viene realizando desde 2022 por la Universidad de Barcelona, Instituto de Análisis Económico del CSIC y Barcelona School of Economics, el 30% de los hombres con algún tipo de jornada de trabajo en remoto (teletrabajo a tiempo completo o jornada híbrida) se declaraban más partícipes en las tareas domésticas, frente al 51% de las mujeres.
No es solo eficiencia, es conciliación. Se ha hablado mucho de la conveniencia del teletrabajo a la hora de aprovechar mejor el tiempo, el tráfico y los niveles de contaminación, eliminando los desplazamientos de millones de empleados a sus puestos de trabajo. Sin embargo, según el mencionado estudio de la Universidad de Barcelona, en lo que coinciden el 88% de las mujeres y el 86% de los hombres del estudio es en señalar que elteletrabajo mejora el equilibrio entre las responsabilidades familiares.
“La participación de los hombres en las tareas domésticos y los cuidados a menores, en relación con sus parejas, es mayor entre quienes trabajan en casa que entre los que no. Por lo tanto, el teletrabajo está asociado a una mayor participación en la producción doméstica por parte de los varones” señala el estudio.
Los hijos o el nivel de estudios afectan a la brecha de género. En esa misma línea, el estudio destaca que la incidencia del teletrabajo varía según las características de los empleados. El número de hijos y el nivel educativo son los factores que más influyen en la probabilidad de trabajar desde casa.
El estudio establece que el 54% de los encuestados tiene estudios universitarios y eso le ha facilitado el teletrabajo, y un 38% de estos tiene hijos. Eso establece una relación directa entre la mayor la probabilidad de que quienes teletrabajan, además, también tienen hijos a su cargo y, por tanto, el teletrabajo les ha facilitado poder atender a sus cuidados en mayor medida que si trabajaran en una oficina.
Menos salario a cambio de teletrabajar. El mismo estudio muestra que, frente a un posible recorte salarial del 10%, la posibilidad de aceptar una oferta de trabajo remoto se reduce un 20%, frente al 40% que reduciría si el recorte salarial está por encima del 35%.
Es decir, teniendo en cuenta que la mayoría de empleados que han participado en el estudio que pueden optar a puestos en teletrabajo tienen formación universitaria con salarios acomodados, considerarían aceptable aceptar un recorte del 10% de salario a cambio de una mejor conciliación. Sin embargo, se hace insostenible a medida que el recorte salarial también crece.
El teletrabajo ayuda a reducir la brecha de género. Según un estudio elaborado por la Escuela de negocios IESE, la Universidad George Washington y Universidad de Pudue, las mujeres han sido las mayores beneficiarias de la flexibilidad del teletrabajo, permitiéndoles mejorar la conciliación laboral con el cuidado de los hijos, pero a su vez las estanca profesionalmente.
Según datos del Índice Global de Brecha de Género de 2023 del World Economic Forum, España ocupa el puesto 18 de 146 en la lista, con una valoración del 79,1%.
CON INFORMACIÓN VÍA XATAKA