La tecnología cuántica es un campo emergente que promete revolucionar la computación, la comunicación y la seguridad. Sin embargo, también plantea desafíos y riesgos, especialmente en el ámbito militar y geopolítico. Por eso, Estados Unidos ha tomado medidas para impedir que China acceda a su tecnología cuántica, pero podría ser demasiado tarde.
Según un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un think tank estadounidense, China ha invertido 15,300 millones de dólares en la investigación y el desarrollo de la tecnología cuántica, mucho más que los 3,700 millones de dólares de Estados Unidos, y ha logrado avances significativos en áreas como la criptografía, la detección y el radar cuánticos.
Estados Unidos intenta frenar el avance de China en la tecnología cuántica, pero podría ir por detrás
Según informa el SCMP, el documento publicado por el CSIS advierte de que la tecnología cuántica podría tener aplicaciones militares que amenacen la seguridad digital y la ventaja estratégica de Estados Unidos, y recomienda que el país incremente su inversión, su cooperación internacional y su protección de la propiedad intelectual en este campo.
Sin embargo, Estados Unidos ya ha empezado a actuar para bloquear el acceso de China a su tecnología cuántica, siguiendo la línea de las sanciones impuestas el año pasado que afectan al acceso de China a las herramientas avanzadas de fabricación de chips y a los procesadores de inteligencia artificial.
Un ejemplo de Estados Unidos tomando acción es el de Origin Quantum Computing Technology, empresa líder en la comunicación cuántica. En enero, el Departamento de Comercio de Estados Unidos incluyó a la empresa china QuantumCTek, en su lista de entidades, lo que implica restricciones a la exportación de productos estadounidenses. ¿Por qué? Porque según datos de la propia empresa la mayoría de sus usuarios extranjeros residían en Estados Unidos.
Entre otras cosas, en febrero, el Departamento de Energía de Estados Unidos anunció que prohibiría a sus científicos participar en programas de intercambio con China y otros países adversarios en el ámbito de la tecnología cuántica, así como en otras áreas sensibles como la inteligencia artificial y la biotecnología. Medida que podría traer malos resultados a Estados Unidos.
Estas acciones dificultan la colaboración científica entre Estados Unidos y China, que ha sido fructífera en el pasado. Por ejemplo, en 2016, ambos países realizaron el primer experimento de teletransportación cuántica entre un satélite y la Tierra, un hito en la física cuántica. Asimismo, en medio de las tensiones por la ‘Guerra de los Chips’ ambos países colaboraron para crear el primer semiconductor de grafeno del mundo.
Por otro lado, además de dificultar la colaboración, también podrían ser insuficientes para frenar el avance de China, que ha demostrado su ambición y su capacidad para “saltarse” las restricciones. En este caso con la computación cuántica, China anunció en diciembre que había logrado la supremacía cuántica, es decir, que había creado una computadora cuántica capaz de realizar una tarea que una computadora convencional no podría resolver en un tiempo razonable.
Además, China ha construido la red de comunicación cuántica más grande del mundo, que conecta a más de 700 instituciones y empresas en todo el país. También ha lanzado el primer satélite cuántico del mundo, que podría permitir la comunicación cuántica global
La carrera por la tecnología cuántica entre Estados Unidos y China está en marcha, y podría tener consecuencias para el equilibrio de poder y la seguridad mundial. Por eso, algunos consideran que ambos países deberían buscar formas de cooperar y de establecer normas y estándares para el uso responsable y pacífico de esta tecnología. Eso sí, parece que esta ‘Guerra tecnológica’ no detendrá a China de seguir innovando.
CON INFORMACIÓN XATAKA MÉXICO