Llama la ONU a no normalizar la agresión política contra mujeres

A las mujeres que están en política se les cuestiona su inteligencia, imagen, relaciones personales y la legitimidad de su rol en ese ámbito, por medio de factores de discriminación de género que jamás se aplican a los hombres, expuso Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México.

En entrevista con La Jornada, advirtió que esa violencia política no debe ser normalizada y llamó a cuidar que en los medios digitales no se reproduzcan estos señalamientos que pueden llegar a perjudicar trayectorias políticas o incluso desanimar a más mujeres a participar en este rubro, o incluso a aquellas que ya incursionan en él, abandonarlo.

De acuerdo con datos de ONU Mujeres, un estudio global realizado en 2016 arrojó que 80 por ciento de las parlamentarias entrevistadas habían sufrido violencia sicológica; una de cada tres, económica; una de cada cuatro, física, y una de cada cinco, sexual, durante su trabajo.

Asimismo, según una encuesta realizada para un estudio de 2018, más de 40 por ciento del personal parlamentario de Europa había sufrido acoso sexual en su centro laboral, hecho que provocó que muchas personas abandonaran por completo la política, y posteriormente el Covid-19 acrecentó las amenazas hacia ese sector.

“Como sociedad, tenemos la enorme responsabilidad de no normalizar cada vez que en la política una mujer sea vulnerada por razones de género. La política es una profesión que debe tener proyección y enorme dignidad; en ese sentido, debemos ser conscientes cuando seamos testigos de una forma de violencia en el ámbito digital contra una mujer en política.

“No tolerar estas formas de violencia, no reproducirlas y, desde luego, generar mecanismos de protección que cambien esta realidad y definitivamente no reproduzcan esta forma de discriminación que todavía siguen sufriendo las mujeres.”

En diversos países, como México, se ha legislado para sancionar estas prácticas, pero eso no las ha detenido. “Hay reformas legislativas que tipifican esa violencia, estableciendo mecanismos de atención del Estado”. Se ha incorporado a las leyes sobre violencia de género en Argentina (2019), Bolivia (2013), Ecuador (2018), México (2020), Panamá (2013), Paraguay (2016) y Uruguay (2018). También varios países han aprobado protocolos para abordar estas agresiones en los parlamentos nacionales, como en Argentina, Chile, El Salvador y México (2019).

CON INFORMACIÓN VÍA LA JORNADA

Imperioso seguir trabajando para erradicar violencia de género

Los índices de violencia en los lugares de trabajo y en contra de las mujeres han aumentado en el mundo, lo cual ha propiciado una disminución en el índice de la productividad y ausentismo, rotación de personal, mayor número de incapacidades y casos de deserción, además de impactar la salud física y psicológica de quienes se enfrentan a espacios hostiles, por lo que es de suma urgencia abordar estos temas y crear mejores condiciones laborales.

“En México el 80 por ciento de los trabajadores han padecido algún tipo de violencia psicológica, maltratos, insultos o gritos, y según algunas investigaciones, el riesgo de sufrir algún tipo de violencia en el trabajo es mayor para las mujeres dado que se concentran en las ocupaciones más expuestas como la docencia, el trabajo social, la enfermería, banca, el comercio minorista, además del trabajo informal”

Por ello en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se trabaja para ser una institución vanguardista no sólo desde el punto de vista técnico y regulatorio, sino también en ser socialmente responsables en temas de respeto a los Derechos Humanos, crear condiciones de equidad de género, así como ambientes laborales libres de violencia o de acoso en contra las mujeres.

“Esto es un tema relevante para el IFT, porque refrenda nuestra visión en favor del liderazgo y acceso en condiciones de igualdad para todas las mujeres, por eso trabajamos en forma constante y decidida por mantener una institución innovadora, vanguardista, no sólo en temas de telecomunicaciones y radiodifusión, no sólo en lo técnico, sino también en donde somos socialmente responsables como es el respeto a los Derechos Humanos y en la promoción de la igualdad”.

En el contexto del conversatorio, “El acoso y la violencia laboral a la luz del Convenio 190 de la OIT”, Javier Juárez Mojica, presidente del IFT, detalló que en el instituto se realizan talleres que buscan generar conciencia sobre la importancia de la igualdad de género, prevención de la violencia con enfoque de género, discriminación en al ámbito laboral, machismos cotidianos, transversalidad de la perspectiva de género, entre otros.

De igual forma el órgano regulador ha emitido pronunciamientos en contra de la violencia laboral, así como establecido diversas políticas internas que promueven la igualdad entre mujeres y hombres, convocatorias para ocupar plazas vacantes dirigidas particularmente a profesionistas mujeres, así como talleres de liderazgo.

Juárez Mojica precisó que la ratificación y firma del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual cobró vigencia desde el pasado 25 de junio de 2021, contribuye a tener un marco regulatorio que permita prevenir, remediar y eliminar el acoso en el ámbito laboral, incluido la violencia y el acoso por razón de género.

Al participar en el conversatorio, la senadora Patricia Mercado, explicó que el Convenio 190 de la OIT, protege del acoso a todas las personas en el mundo laboral, aunque las mujeres en particular realizaron un trabajo muy intenso para que tomara vigencia.

Recordó que el Convenio 189 también es relevante pues está relacionado con las trabajadoras domésticas, el cual está vigente y que incluso propició reformar la Ley Federal del Trabajo para reconocer los derechos de este gremio, además de publicarse apenas en el Diario Oficial de la Federación la Ley del Seguro Social para garantizar los derechos de este sector conformado por más de 2 millones de mujeres dedicadas a este ámbito laboral.

“La lucha de las mujeres ha sido relevante por alcanzar mejores salarios, estabilidad laboral, protección frente al despido, seguridad social, pues las mujeres ocupan los espacios más informales, es decir, sin derechos sobre todo luego de la pandemia, además de conciliar cómo se consideran las tareas de cuidados (en el hogar), y del trabajo remunerado, dos actividades que realizan y que contabilizan más de 40 horas de trabajo”.

El apoyo de las guarderías para las mujeres que trabajan también ha sido clave, “las mujeres conseguimos el trabajo y que el Estado nos pongan estos espacios tan necesarios”.

Las mujeres además de cuidar su integridad, y preservar su salud psicológica, deben enfrentar diversos desafíos si tratan de conseguir un empleo, un ascenso o mejor salario, pues no son pocos los casos que deben enfrentar peticiones de favores sexuales a cambio de poder conseguir estos derechos.

Haber logrado la firma y vigencia de estos Convenios (189, 190 de la OIT), ha representado dar un paso adelante muy importante, ya que gran parte de los casos de acoso y violencia están normalizados, y cuando son denunciados se le califica a la mujer de “histérica”, en lugar de una persona que denuncia un acto ilegal que le resta posibilidades de desarrollo laboral.

Tampoco son pocos los casos de mujeres que han tenido que luchar con estructuras de poder, alianzas, pactos patriarcales que buscan proteger “entre unos y otros”, a los acosadores y a quienes consienten estos actos ilegales, terminando en el despido laboral, y estigmatizadas las víctimas.

Datos del INEGI mostraron que en 2018 el mayor número de casos de violencia y acoso se dieron en el ámbito laboral, al detalle indica que más de 95 mil personas tuvieron que abandonar su empleo ese año por situaciones en “violencia laboral”, siendo la gran mayoría mujeres.

“Casi 300 mil mujeres sufrieron una agresión sexual con contacto físico, besos, manoseos, arrimones, tan comunes en los lugares de trabajo. A 178 mil de esas mujeres (en ese mismo año), las castigaron por rehusarse a sostener relaciones sexuales, además que el acoso y la violencia en contra de las mujeres, sirve como un elemento para mantener la segregación horizontal en ciertos empleos”.

Por todo ello es imprescindible seguir actuando en contra de todo este tipo de prácticas ilegales y que claramente van en detrimento de los Derechos de las mujeres, la reflexión es lo relevante de salir de la “normalización de este tipo de actos”, del aprendizaje colectivo, de la capacitación permanente en los sindicatos, las empresas y las instituciones para erradicar este tipo de temas nocivos para la sociedad en su conjunto.

El ámbito digital no escapa a esta nociva tendencia, pues a pesar de ser trabajo bien remunerado, las mujeres «no le entran» por el miedo al acoso o violencia que pueden sufrir, esto pone de manifiesto que el costo por acceder a los derechos que tienen está siendo muy alto para su salud física y mental.

CON INFORMACIÓN VÍA CONSUMO TIC

PERSPECTIVAS_ Maltrato en redes a trabajadoras de la salud

En abril de 2020 dos doctoras fueron atacadas con piedras en la India cuando practicaban pruebas de detección de covid-19. El hecho, difundido por muchos noticiarios, no fue aislado, sino que fue uno de miles de casos reportados en todo el mundo a lo largo de la pandemia. En la 73 Asamblea de la Asociación Médica Mundial se señaló que la violencia contra los trabajadores de la salud (TS) ha aumentado en la última década con un incremento drástico durante el impacto del coronavirus.

En 2019 un metaanálisis que incluyó estudios de todos los continentes estimó que la prevalencia de la violencia en el lugar de trabajo contra los TS por parte de pacientes y visitantes fue de hasta 61 por ciento en los últimos 12 meses, llegando a presentarse agresión física hasta en 24 por ciento de ellos. Si bien este análisis se centró en la violencia por parte de pacientes y visitantes, múltiples estudios en todas las regiones del mundo han documentado que los compañeros de trabajo y supervisores son también quienes forman parte de este fenómeno hacia los TS y más frecuentemente contra las mujeres.

Ellas representan 70 por ciento de la fuerza laboral en salud en el mundo y son quienes durante la pandemia han ejercido en su mayoría las labores de trabajo comunitario, como atención de partos, cuidados de enfermería, divulgación y educación y, por tanto, se exponen más a esos ataques.

Desde hace décadas las mujeres han desempeñado la labor de cuidadoras y aunque en México representan hasta 22 por ciento del PIB, su remuneración es de tan solo 0.2 por ciento, marcando así una brecha de inequidad tremenda respecto a los hombres. A lo anterior se suma el aumento de violencia intradomiciliaria derivado de la pandemia, especialmente contra ellas, lo que coloca a las TS en un contexto muy vulnerable. Si, además, tomamos en cuenta que solo 6 por ciento de las mujeres tiene puestos directivos en el sector salud en México, el panorama como TS, es sombrío.

Desde el inicio de la pandemia he utilizado mis redes sociales para ofrecer información de utilidad a fin de que las personas puedan enfrentar mejor las circunstancias. Durante más de año y medio, transmití “FB lives” abiertos al público cada semana con el fin de divulgar lo último en la ciencia y recomendaciones según los paneles de expertos. Desde entonces tengo mi teléfono en silencio porque las preguntas, dudas y consultas por mensajes y llamadas son infinitas (amigos, parientes, familia extendida, conocidos y desconocidos, colegas, amistades de colegas, comunidad del colegio de mis hijas…) y verdaderamente no podría convivir ni continuar con mi vida personal si respondiera en tiempo real. Aun así, a todos respondo con mi mejor esfuerzo y conocimiento, y aunque estrictamente todas son consultas médicas y representan tiempo, yo he decidido hacerlo por altruismo y ad honorem pensando que es una forma de aportar a la comunidad.

Los médicos estamos obligados a atender emergencias médicas que ponen en peligro la vida de las personas afectadas cuando ocurren en lugares públicos y privados, siempre y cuando estemos en un lugar seguro para realizarlo. También estamos obligados a responder por la atención de personas hospitalizadas a nuestro cargo, o bien, a la atención y seguimiento derivado de las consultas ambulatorias que se establezcan entre los pacientes y nosotros. No es nuestra obligación atender la salud de cualquier ciudadano solo porque éste te contacta por celular a través de mensajes. Para eso hay consultas y tiempos establecidos. De tratarse de algo urgente, existen los servicios de urgencias.

Hace unos días expuse en Twitter el intercambio de mensajes con una persona que desconocía, que no sabía cómo había obtenido mí número y que me buscaba para ver si lo atendía por covid-19, a lo que contesté al día siguiente, que lamentaba no responder los viernes a las 11:30 pm. Esto desató una profunda indignación entre muchos, se hizo viral y derivó en una ola de violencia sin límite. Insultos no faltaron: me llamaron “pendeja, culera, malcogida, güevona, mamadora, mamona, engreída, antiética, vulva seca” y más. Les pareció fatal que yo pusiera límites en mi vida (lo cual es mi derecho, sin faltar a ninguna obligación ni ética profesional), pero no les importó violentarme o ser violentada.

Curiosamente, justo un día antes, expuse la foto de una doctora que pasaba visita visiblemente enferma mientras llevaba colocada una solución intravenosa. Eso pasó desapercibido. En las redes sociales no les indigna el maltrato a los médicos en formación: sus terribles jornadas laborales, que coman comida de mala calidad y que duerman en lugares miserables, que tengan que comprar sus equipos de protección o sus bajos salarios. Eso no indigna; vaya, les molesta incluso que cobremos por nuestro trabajo, que es como cualquier otro y del que viven nuestras familias.

En lo que va de la pandemia y en esta misma red, yo he visto doctoras que también han tratado de divulgar la mejor información médica y científica que sea de utilidad y, sin embargo, muchas veces han sido violentadas por hablar de temas polémicos o incómodos; siendo criticadas por color de piel o su cuerpo, llamándoles “putas, zorras, mamadoras, pendejas” y un gran etcétera. La mayoría de las veces dicha violencia viene desde la comodidad del anonimato, pero esto no le quita lo violento. Ante esto, no hay consecuencias y tampoco aquí hay indignación por esta violencia contra las mujeres.

Maltrato y violencia en redes sociales hacia las profesionistas no son nuevos, lamentablemente. Lo sufren politólogas, periodistas, políticas y deportistas. En el caso específico de las mujeres profesionales de la salud, no es de sorprenderse cuando el deterioro de nuestra imagen como gremio viene precisamente desde las más altas autoridades del país. Pero, si realmente buscamos fortalecer los sistemas de salud, que en su mayoría están conformados por nosotras, para poder afrontar ésta y las pandemias por venir, debemos exigir como sociedad que se garanticen bienestar y seguridad de todas. 

CON INFORMACIÓN VÍA MILENIO

Home office detonó alzas en niveles de estrés y violencia entre las mujeres trabajadoras

El teletrabajo, impulsado por la pandemia, “modificó la vida cotidiana y se reflejó en un aumento del estrés familiar y en las violencias de género ocurridas en los hogares”, señala un informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de Mexico. Las llamadas en busca de orientación jurídica y psicológica por agresiones incrementaron 1,500% de 2019 a 2021, y los apoyos ante riesgo suicida, 679 por ciento.

Aunque no es la instancia encargada de denuncias en temas de trabajo, de 2020 a los primeros meses de 2022 sus especialistas apoyaron “a 1,187 mujeres por problemas laborales”, indica el reporte Ciberseguridad y costo emocional de los trabajos. La cifra de casos de mujeres superó a la de los hombres, la cual llegó a 921. Acoso sexual, discriminación de género y despidos por embarazo son algunos de los asuntos que han revisado.

El consejo identificó que en los últimos dos años, “la salud mental se vinculó directamente con los problemas laborales”. De enero a febrero de este año, el estrés por el trabajo es la principal causa por la cual las mujeres buscan apoyo emocional, con 26% de los reportes. Esas llamadas desplazaron al segundo sitio al desempleo, que registra 18% de las atenciones.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Consejo Ciudadano presentó este informe sobre las diversas desigualdades y violencias de género registradas en estos años de covid-19 en el entorno digital y en los ámbitos “familiar, social, laboral y emocional”.

Las mujeres en México, no cuentan con las mismas condiciones “para generar ingresos y recursos propios a partir del acceso a un trabajo remunerado. Además, concentran la mayor parte del trabajo no remunerado en el hogar y por cuidados”, reconoce esa organización.

El análisis de las 118,835 atenciones que brindó a mujeres de todo el país en 2021, y en lo que va de este año, “revela que las brechas y la sobrecarga de labores no remuneradas afectan la salud mental. Frustración, ansiedad, enojo y desesperanza son algunas de las causas principales por las que solicitan nuestro apoyo”.

Los intentos por no contagiarse de covid-19 incrementaron las tareas en el hogar. La limpieza para mantener todo desinfectado fue como nadar contracorriente en un confinamiento con varias personas que antes pasaban el día en el trabajo o la escuela. El problema fue, en su mayoría, para las mujeres, quienes siguen encargándose de la inmensa mayoría del cuidado.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor económico del trabajo doméstico y de cuidados incrementó 14% de 2019 a 2020, al pasar de 5.6 a 6.4 billones de pesos. Las mujeres contribuyeron con el 73.3% de ese monto y los hombres, con 26.7 por ciento. Es decir, ellas aportaron casi tres veces más que ellos.

¿Qué hace el Consejo Ciudadano?

El Consejo Ciudadano es un organización civil que promueve de la procuración de justicia en la capital y en los municipios colindantes de la Ciudad de México. Entre sus ejes de trabajo están la salud mental, el combate a la trata de personas, a las extorsiones, la violencia hacia las mujeres y la infancia y personas mayores.

Para la atención de mujeres cuenta con tres canales: Línea Mujer y Familia, en el teléfono (55) 5533-5533; el Chat de Confianza, vía mensajes de WhatsApp al mismo número, y el Chatbot Adelita Sindelito, por messenger de Facebook. Todos sus servicios son gratuitos, algunos de ellos son:

  • Atención jurídica y psicológica 24/7
  • Terapia virtual y presencial de 9 a 12 sesiones
  • Si la víctima lo requiere, una de sus abogadas puede acompañarla al Ministerio Público para iniciar su denuncia
  • Canalizan los casos a instituciones aliadas, como la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Fiscalía General de Justicia, la Secretaría de las Mujeres, el DIF, entre otras.

En este periodo pandémico, “la necesidad principal, que ocupa el 27% de llamadas, es el apoyo psicológico”. Las orientaciones jurídicas y psicológicas brindadas desde la Línea Mujer y Familia aumentaron 1,500%, al pasar de 330 en el año 2019 a 5,326 el año pasado. En los primeros dos meses de este 2022, ya suman 763 apoyos.

No están seguras ni en casa ni el trabajo

“Desde marzo del 2020, que recién comenzaban a aplicarse las medidas sanitarias, en el Consejo Ciudadano advertimos de la tendencia al alza en la violencia familiar. Los reportes indican, ahora, que el 70% de las solicitudes de apoyo registradas entre 2021 y 2022 corresponden a mujeres de entre 18 y 40 años”.

El 84% de los agresores son novios, cónyuges, concubinos o exparejas. “El amor romántico ha normalizado las actitudes de control y de poder en la pareja, lo que pone en riesgo la integridad física y emocional de las mujeres”, señala el reporte.

La forma en la que son atacadas no siempre les deja huellas en el cuerpo, pero sí en su salud física y mental. “En algunos casos, la persistencia de las agresiones es tal que puede llevar a algunas mujeres a ideaciones, planeación o ejecución suicida”.  Las llamadas al programa DiSí a la Vida, que atiende a personas en riesgo suicida en México y otros países, incrementaron de manera lastimosa, en 2019 atendieron a 675 mujeres y para 2021 fueron 5,261, lo que representa un aumento de 679 por ciento.

En ese entorno, en el que piensan en quitarse la vida, muchas han tenido que seguir  trabajando, aunque su rendimiento se ve afectado y eso le suma otro problema a su vida. O les ha sido mucho más difícil buscar y encontrar empleo.

Mientras eso sucede en el lugar que más seguridad les debería dar, en el trabajo muchas enfrentan otro espacio de violencia. El 72% de las mujeres que ha buscado el apoyo del consejo durante la pandemia señala discriminación por enfermedad —incluida la covid-19—, por edad u orientación sexual. El 65% de los reportes de acoso u hostigamiento laboral ha venido de las mujeres y el 35%, de hombres. Y en despidos injustificados ellas tienen el 60% de los casos.

El reporte cita el caso de una mujer que laboraba en una empresa de limpieza. La trabajadora consideró necesario avisar a su supervisora que estaba embarazada, pero ella le recriminó por “una supuesta falta de compromiso con el empleo por haberse embarazado. Desde ese momento, no la volvieron a buscar para realizar trabajos”.

Pero incluso si no han experimentado violencia en sus hogares o en su trabajo, el consejo identificó que en 2021 cuatro de cada cinco mujeres se sienten agotadas por el cuidado de su familia y las restricciones del confinamiento, lo cual les ha causado fatiga pandémica.

CON INFORMACIÓN VÍA EL ECONOMISTA

Mujeres exigen un alto a la violencia que padecen

Desde el 2015 y hasta enero de este 2022 se han registrado 5,790 víctimas de feminicidio en México, la expresión más grave de violencia contras las mujeres, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Año con año las cifras de víctimas no han dejado de crecer: para el 2015 fueron 427 mujeres las asesinadas sólo por su condición de género.

Para el 2016 fueron 647; en el 2017, 766; para el 2018 sumaron 917; en el 2019, 973; en el 2020, 978; y en el 2021, 1,006. Mientras que para enero de este año se registraron 76 casos.

Si se comparan las cifras de feminicidio, entre el 2015 y el 2021, hay un alza de 121.6% en el número de víctimas.

Niñas y adolescentes

De los feminicidios registrados de manera oficial del 2015 a enero de 2022, en al menos 576 casos se trataron de niñas y adolescentes que han sido asesinadas en México por el simple hecho de ser mujeres, lo que equivale a 9.9% del total de los feminicidios registrados en el mismo periodo. 

El feminicidio infantil, definido en la ley como la muerte de una niña o adolescente menor de 18 años, provocada por una relación de subordinación o superioridad, o por un estado de indefensión, desprotección real o incapacidad que imposibilite su defensa, mantienen una tendencia al alza.

Durante el 2015, a nivel nacional se registraron 50 feminicidios infantiles, cifra que se elevó a 55 para el 2016; 66 para un año después; 83 en el 2018; 95 para el 2019; 115 en el 2020 y 107 para finales del 2021. Tan sólo en el primer mes del año se han registrado ya cinco feminicidios de mujeres menores de edad. Lo anterior se traduce en un incrementó de 114% entre el 2015 y 2021.

En tanto, los datos indican que los últimos tres años han sido los más mortíferos para las niñas mexicanas, ya que del 2019 al 2021 se han registrado 55% de los casos (317)

Omisiones en tipificación

Del total de los feminicidios registrados en los últimos siete años y un mes, 12.8% se cometieron con armas de fuego; mientras que otro 15.4% fueron con algún arma blanca. 

Sin embargo, se advierte que dicho delito en México no siempre es tipificado como feminicidio cuando se trata de menores de edad, pues estudios indican que existe una falsa concepción respecto a las causales, ya que se considera que un elemento indispensable para la tipificación del delito consiste en el supuesto de intimidad.

Es decir, que el sujeto activo debe ser un hombre con quien la víctima haya tenido una relación o vínculo íntimo, como por ejemplo el marido, exmarido, compañero, novio, exnovio, amante o con quien procreó un hijo o hija.

Mientras que expertas como Patricia Olamendi, de la organización Nosotras Tenemos Otros Datos explica que los tipos de feminicidio son: íntimo, no íntimo, infantil, familiar, por conexión, sexual sistémico desorganizado, sexual sistémico organizado, prostitución o por ocupaciones estigmatizadas, por trata, por tráfico, transfóbico, lesbofóbico, racista o por mutilación genital femenina.

Del 2015 a enero del 2022 se han registrado cerca de 7,694 asesinatos de niñas y adolescentes en México, de los cuales únicamente 7.4% se tipifica como feminicidio. 

Un estudio de la ONU-Mujeres en el 2018 sobre Violencia y Feminicidio en Niñas y Adolescentes en México, señala que cuando las mujeres crecen, sus factores de riesgo aumentan fuera de la familia. En casos de niñas hasta los 10, el feminicidio es perpetrado de manera recurrente por un familiar del círculo más cercano, mientras que los perpetradores de las adolescentes de 11 a 17 años pueden, con mayor frecuencia, ser su pareja sentimental, o incluso un desconocido, con fines principalmente sexuales.

CON INFORMACIÓN VÍA EL ECONOMISTA

Un 23% de las mujeres mexicanas ha sufrido intimidación sexual en 2021

Ciudad de México, 25 nov (Sputnik).- Casi una de cada cuatro mujeres mexicanas ha sufrido intimidación sexual en lo que va de este año, según una encuesta publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

“En 2021, 22,8 por ciento de las mujeres declararon haber enfrentado intimidación sexual, en comparación con 5,8 por ciento en los hombres; mientras que, en cuanto a abuso sexual, el caso de las mujeres (7,3 por ciento) es poco más de cinco puntos porcentuales por encima de los hombres en el mismo periodo”, indica el resumen del estudio del organismo estatal.

La encuesta oficial arroja que “existe una notable diferencia en el tipo de violencia que enfrentan las mujeres con respecto a los hombres”, que se hace evidente al analizar la distribución de los delitos distinguiendo por sexo de la víctima, señala el resumen del estudio demoscópico.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública levantada este año 2021, “un 10,8 por ciento del total de delitos cometidos contra las mujeres es de tipo sexual, mientras que en el caso de los hombres estos delitos representan 0,8 por ciento”.

Para las mujeres, los delitos sexuales ocupan el cuarto lugar mientras que para los hombres se ubican en la novena posición.

En otros resultados, este año en curso, “20 por ciento de mujeres de 18 años o más reportó percepción de inseguridad en casa”, detalla el documento.

La Asamblea General de la Organización de naciones Unidas (ONU) estableció en 1999 el 25 de noviembre como día internacional para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.

VICTIMIZACIÓN DE LAS MUJERES Y SEGURIDAD PÚBLICA

De acuerdo con la encuesta, a partir de 2016 y hasta 2018 se registra un incremento en el porcentaje total de la población con percepción de inseguridad en los contextos en que residen, llegando a un máximo de 79,4 por ciento en 2018.

A partir de 2018 se observa un descenso hasta 2021, no obstante la cifra sigue siendo un elevado 75,6 por ciento.

Cuando se observan estos datos por sexo, es notorio que la percepción de inseguridad es mayor en las mujeres y que la diferencia respecto a los hombres se ha incrementado en los últimos años.

La diferencia en las respuestas entre ambos géneros “alcanza hasta siete puntos porcentuales en 2020 (81,7 por ciento en mujeres contra 74,7 por ciento en hombres)”.

El estudio indaga además la percepción de inseguridad en lugares específicos.

El Inegi destaca “el caso específico de la casa, el cual ha sido un espacio socialmente asignado a las mujeres como lugar seguro para desarrollar la mayor parte de sus actividades, en donde 20 por ciento de las mujeres de 18 años o más reporta sentirse insegura, cuatro puntos porcentuales por encima de los hombres”.

Las estadísticas de 2020 mostraban que “10,8 por ciento de los delitos cometidos en contra de las mujeres fue de tipo sexual”, y que, en el mismo año, “23,2 por ciento de las defunciones por homicidio de mujeres ocurrieron en la vivienda”.

Al analizar algunas de las características de las defunciones con presunción de homicidio por sexo, el Ingei muestra un patrón diferenciado en términos del lugar de ocurrencia y los medios utilizados para cometer el homicidio.

“En el caso de las mujeres 23,2 por ciento de los homicidios ocurre en la vivienda, mientras que para los hombres representa el 10,6 por ciento de los casos”.

La convocatoria a un día mundial contra la violencia que sufren las mujeres comenzó con acciones del movimiento feminista latinoamericano en los años 1980, en esa fecha que conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal, en República Dominicana.

Conocidas como “Las Mariposas”, las hermanas Patria, Minerva y Teresa Mirabal se opusieron a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, y fueron vejadas y asesinadas el 25 de noviembre de 1960. (Sputnik)

México, último lugar en igualdad de género laboral en América Latina: ONG

México ocupa el último lugar en igualdad de género laboral en América Latina; por ejemplo, las mujeres con mayor preparación acceden a puestos de alto mando todavía con remuneraciones que son 50% menores a las de los hombres con posiciones similares, indicó Teresa Inchuástegui, en la presentación del análisis “T-MEC, Reforma Laboral e Igualdad de Género. Apuesta por el adelanto de las trabajadoras” de la Red de Mujeres Sindicalistas y la Fundación Friedrich Ebert.

La presidenta de la Red Iberoamericana de Municipios por la Igualdad de Género dijo que uno de los temas que más preocupa es la baja participación económica de las mujeres en México, a pesar de que ha multiplicado su escolaridad. Es el país de la OCDE que tiene la más baja participación, e incluso para 2019 ya se encontraba debajo de la tasa de incorporación del resto de América Latina.

Más allá del renovado acuerdo comercial de libre comercio entre México, EUA y Canadá (T-MEC), nuestro país tiene compromisos, obligaciones constitucionales, legales e internacionales, de hacer avanzar los derechos de las mujeres trabajadoras, para esto, el además permite que las mujeres conozcan las disposiciones legales que en materia de sus derechos contempla el T-MEC y la reforma a la Ley Federal del Trabajo 2019, coincidieron especialistas tras analizar el papel de la mujer en el mercado laboral.

Aleida Hernández Cervantes, abogada especialista en género y derechos humanos, refirió la importancia de que el T-MEC contemple un capítulo sobre derechos humanos de las mujeres e igualdad de género.

“Son necesarios mecanismos y un desarrollo de garantías para hacerlos efectivos. Sobre todo, se necesita de un cambio profundo en el orden social de género que está basado en la división sexual del trabajo, la persistente brecha salarial entre mujeres y hombres y la falta de reconocimiento al trabajo del hogar y de cuidados, entre otros factores que requieren ser visibilizados”.

En su intervención, Alex Covarrubias Valdenebro, investigador del Colegio de Sonora, expuso que el avance en la materia en México es insuficiente, y es solo una respuesta a presiones de actores laborales de EU. Agregó que se debe replantear la pregunta de si existe un nuevo modelo laboral en México, ya que a pesar de que se impulsa una reforma para eliminar la subcontratación, el articulado en materia de utilidades refleja una enorme contradicción con las tendencias internacionales y de organismos como la ONU.

Tanto Rosario Ortiz como Inés González, de la Red de Mujeres Sindicalistas y de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, destacaron la importancia de este tipo de estudios que muestran los avances en la materia y compilan argumentos legales útiles al servicio de las mujeres.

CON INFORMACIÓN VÍA EL ECONOMISTA

Violencia contra la mujer: la otra pandemia en México

Leticia llegaba a casa, volvía de su trabajo. Le dijeron que no fuera al día siguiente debido a las medidas tomadas para frenar la pandemia de Covid-19. A partir de ese momento, trabajaría desde casa.

Le temblaban las manos húmedas; sintió un escalofrío que le recorría la espalda. Tendría que pasar todo el día con su agresor en un ambiente hostil.

Sería el nacimiento de una pesadilla viviente.

El hogar debería ser un lugar seguro, pero para muchas mujeres es lo contrario. Sus casas se han transformado en lugares de abuso, angustia y agresión persistente.

Este es el mundo real para una gran cantidad de mujeres en México.

La pandemia de coronavirus que irrumpió en México en marzo de 2020 ha expuesto a innumerables mujeres a un peligro considerable al atraparlas en sus propios hogares con sus abusadores.

En medio de la creciente preocupación de que el Covid-19 ha exacerbado una “crisis de igualdad de género”, ONU Mujeres convocó el Foro Generación Igualdad 2021 junto con los gobiernos de México y Francia, y la participación de representantes de colectivas de la sociedad civil.

El foro, que tuvo lugar en la Ciudad de México del 29 al 31 de marzo, fue un encuentro mundial a favor de la igualdad de género y reunió a 250 ponentes, activistas por los derechos de las mujeres y líderes juveniles de 85 países.

Phmzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres expresó: “Lo que queremos es ambicioso y justo. La justicia no es radical, es un punto de partida y debería volverse completamente normal “.

En el foro, el secretario general de la ONU, António Guterres, alertó: “Las sacudidas sísmicas de la pandemia de Covid-19 han destrozado la vida de millones de mujeres y niñas”.

El encierro acabó agravando y aumentando los casos de violencia de género que ya era un grave problema social antes de la pandemia del coronavirus.

La violencia contra las mujeres también es una pandemia, una que es anterior al virus y lo sobrevivirá.

La violencia doméstica puede sucederle a cualquier persona independientemente de su raza, edad, orientación sexual, creencias religiosas o género, y puede ser física, sexual, emocional, económica o psicológica.

Maïssa Hubert, subdirectora ejecutiva de EQUIS Justicia para las Mujeres dijo: “Los gobiernos sólo atienden la violencia cuando es física, pero no abordan el problema social. Necesitamos instituciones que apunten a las causas profundas de la violencia”.

Claudia tenía 14 años cuando su hermano, de 22 años, la violó. Su madre, Sofía, denunció el incidente a las autoridades.

El Ministerio Público inició una investigación, pero la Fiscalía no siguió el proceso, por lo que el hermano de Claudia siguió viviendo en la misma casa con ella, abriendo la posibilidad de una segunda agresión sexual.

Al poco tiempo, Sofía denunció otro incidente violento que involucró a su hijo, por lo que el fiscal presentó un caso adicional en su contra y tomó medidas.

El primer caso de Covid-19 en México se registró el 28 de febrero de 2020. En marzo, el gobierno anunció la suspensión de todas las actividades no esenciales y exhortó a la población a quedarse en casa.

Desde entonces, ha habido un aumento notable de asesinatos de mujeres, llamadas a líneas de emergencia e investigaciones penales por violencia familiar.

Los datos crecientes

De acuerdo con el análisis de la organización feminista Intersecta, con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), 337 mujeres fueron asesinadas durante abril de 2020 en el país; en promedio, 11.2 mujeres por día.

El sistema telefónico de emergencia 911, reportó un total de 103,117 llamadas relacionadas con la violencia contra las mujeres en abril de 2020.

Línea Mujeres reportó 875 llamadas en abril de 2019, mientras que en abril de 2020 la cifra se disparó a 1,723.

La Red Nacional de Refugios (RNR) también documentó un aumento en su provisión de casos, apoyo y orientación entre marzo y mayo de 2020.

A modo de ejemplo, en marzo de 2019 se atendió a 1,097 personas, mientras que en marzo de 2020 se elevó a 1,979; abril de 2019: 1.069, y en abril de 2020: 1,928.

Del mismo modo, en mayo de 2019 se asistió a 1,030 personas, mientras que en mayo de 2020 se disparó a 1,825.

El 100% de las mujeres que ingresaron a los espacios de protección de la RNR habían sido víctimas de violencia, y 5% de los niños mostró evidencia de abuso durante el encierro.

En cuanto a las denuncias penales, las fiscalías estatales de todo México abrieron la inédita cifra de 20,232 investigaciones en marzo de 2020.

No obstante, estas pueden no ser las cifras reales, ya que sólo el 40% de las mujeres víctimas de violencia informan sus experiencias a los mecanismos formales, según informe reciente del Foro Generación Igualdad 2021.

EQUIS Justicia para las Mujeres manifestó que es evidente que las medidas de confinamiento tomadas por el gobierno provocaron un aumento de la violencia intrafamiliar, ya que no habían sido apoyadas por políticas de prevención, atención y cuidado.

Apenas el 30 de marzo, en su mensaje a la nación por los primeros 100 días del tercer año de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador, antes renuente, reconoció que la violencia contra mujeres y niñas ha aumentado durante su gestión y que los feminicidios crecieron 8.5 por ciento.

Regreso al infierno

Las políticas públicas y las respuestas institucionales a la violencia han sido insuficientes tanto antes como durante la pandemia de Covid-19.

Patricia, con la esperanza de recibir información y ayuda, conversó con una trabajadora social sobre los constantes enfrentamientos que venía viviendo con su pareja.

La trabajadora social le dijo que “era hermosa y joven” y que la mejor opción era tratar de resolver sus problemas y la envió a casa. Patricia, había estado compartiendo sus preocupaciones en vano.

Sintiéndose decepcionada y sin ningún apoyo, regresó al infierno.

Las autoridades mexicanas no han cumplido con su deber de proteger adecuadamente el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia.

El 26 de marzo, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció que dos jueces fueron destituidos de sus cargos porque no reconocieron que Abril Pérez Sagaón, asesinada en 2019, estaba en peligro.

Ocho meses antes de su feminicidio, Abril fue víctima de un intento de asesinato. Los jueces no identificaron la situación como peligrosa y liberaron al presunto agresor.

Posteriormente, Abril fue asesinada frente a sus hijos.

Existe una herramienta legal llamada Orden de Protección, que permite a las autoridades proteger a las mujeres víctimas de violencia antes de que se intensifique.

Maïssa Hubert de EQUIS dijo: “Si una mujer considera que está en riesgo, puede acudir a cualquier tribunal y pedir una orden de protección. Sólo tiene que escribir una declaración simple que describa los hechos “.

Dada su sencillez y fácil acceso, las órdenes de protección deberían acelerar la reacción de las autoridades cuando las mujeres enfrentan situaciones de violencia. Pero parece que la realidad transita por otra vía.

Otra opción que tienen las mujeres en caso de que necesiten orientación es el CEJUM – Centro de Justicia para las Mujeres.

Estos centros están diseñados para garantizar el acceso de las mujeres a la justicia y a la asistencia jurídica y psicológica; servicios médicos, empoderamiento económico y albergue temporal.

Las mujeres pueden seguir llamando al 911 y a Linea Mujeres (56.58.11.11 opción 3) en caso de que necesiten ayuda o si se sienten amenazadas; ambos servicios funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Momento de actuar

Un consenso generalizado señala que debe haber un compromiso claro junto con acciones de todos los actores de la sociedad, con el objetivo de lograr la igualdad de género y acabar con esta ola de violencia contra las mujeres.

Además, es de suma importancia la plena participación de hombres y niños en esta tarea, así como inculcar una cultura de igualdad de género.

Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, dijo: “Nadie puede esperar más. Podemos y debemos lograr la igualdad de género en nuestra generación”.

Elvira Pablo, activista por los derechos indígenas de México, indicó: “Estamos cansadas de escuchar palabras y compromisos sin acciones inmediatas, ahora es el momento de actuar”.

Con información vía El Economista

Una de cada 3 mujeres vive con violencia; alerta de la ONU

Un tercio de las mujeres del planeta es víctima de violencia física o sexual, generalmente desde que es muy joven, informaron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONU Mujeres.

Lo más alarmante es que el fenómeno no ha retrocedido en los últimos diez años”, expresó Naciones Unidas en un comunicado difundido con motivo del Día Internacional de la Mujer, conmemorado el martes pasado.

Las informaciones disponibles muestran que los ataques físicos o sexuales perpetrados por una pareja son el tipo de violencia más frecuente contra las mujeres, agregó el organismo.

A los niños se les debería enseñar en las escuelas sobre la necesidad del respeto mutuo en las relaciones y el consentimiento en el sexo, coincidieron funcionarios de los organismos internacionales.

Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora de ONU Mujeres, llamó a todos los gobiernos a hacer frente a esta problema “de forma decidida”.

Mlambo exigió aumentar aumentando la protección a las mujeres y fomentar el empoderamiento.

La violencia contra las mujeres es endémica en cada país y cultura y causa daño a millones de mujeres y sus familias, lo cual ha sido exacerbado por la pandemia de covid-19”, aseguró el director general de OMS, Tedros
Adhanom Ghebreyesus.

ONU Mujeres afirmó que el esposo o pareja es el perpetrador más común de las agresiones.

Además, un número desproporcionado de víctimas se encuentra en los segmentos más pobres de las poblaciones, indicó.

Es posible que las cifras definitivas sean mucho mayores debido a que buena parte de losabusos sexuales no se reportan, por ser un delito sumamente estigmatizado.

Estos números son muy impactantes y realmente son el tipo de llamado de advertencia porque los gobiernos deberían estar haciendo mucho más para evitar esta clase de violencia”, dijo Claudia García-Moreno, experta mexicana del departamento de salud reproductiva de la OMS.

El organismo global alertó de las consecuencias de la violencia doméstica, en especial en la salud y bienestar de las mujeres durante mucho tiempo después de ocurrida, incluso toda la vida.

Los daños incluyen lesiones físicas, depresión, ansiedad, embarazos no deseados y enfermedades sexuales transmisibles, entre otros, agregó.

Para evitar la violencia, la OMS y ONU Mujeres consideran urgente combatir las desigualdades económicas y sociales sistémicas, ampliar el acceso a la educación e impulsar el acceso equitativo al empleo.

MEDIDAS

Acciones a escala global para que los países hagan frente a todas las formas de violencia contra las mujeres, según ONU Mujeres:

Políticas sólidas que transformen las relaciones de género, que abarquen el cuidado de los niños y la igualdad salarial.

Leyes a favor de la igualdad de género.

Fortalecimiento del sistema sanitario para garantizar que las víctimas tengan acceso a asistencia básica y otros servicios cuando sea necesario.

Intervenciones en las escuelas que cuestionen las actitudes y creencias discriminatorias contra las mujeres, incluida la educación sexual integral.

Inversiones específicas en estrategias de prevención sostenibles y eficaces.

Mayor recopilación de datos e inversiones para realizar encuestas de calidad y obtener mejores mediciones de las diferentes formas de violencia que sufren las mujeres, entre ellas las más marginadas.

-Con información de Verónica Mondragón vía Excélsior

Vázquez Mota acusa violencia de género de Fox y Calderón

La senadora Josefina Vázquez Mota reveló que los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón incurrieron en violencia de género en su contra cuando ella buscaba la Presidencia de la República en 2012.

En un foro realizado el lunes en ocasión del Día Internacional de la Mujer, organizado por el PAN de Querétaro, dijo que la agresión de Fox ocurrió en junio de 2012, una noche antes del segundo debate presidencial.

“No habían pasado ni tres días que me había acompañado públicamente en Monterrey para decirme que me iba a acompañar y la noche antes del segundo debate, quienes hemos vivido un debate presidencial sabemos que no era un momento fácil de la campaña, y justamente la noche anterior vi que entró un mail de su parte y me emocioné muchísimo porque yo estaba segura de que me iba a dar ánimo, aliento y me iba a decir: ‘¡Órale, Josefina, échate pa’ delante!’ y cosas así.”

Sin embargo, “lo que leí ahí es que había decidido apoyar a otro candidato… Me parece que eso es algo que se llama violencia de género y que muchas de nosotras jamás nos atreveríamos a hacer, pero con nosotras sí lo hacen”, resaltó durante la sesión de preguntas y respuestas, en la que aludió a la decisión de Fox de respaldar al priísta Enrique Peña Nieto.

Acompañada de la también senadora Guadalupe Murguía y de Margarita Zavala, ésta vía remota, Vázquez Mota señaló que en el caso de Calderón la violencia política en razón de género ocurrió durante el proceso interno del PAN para definir al candidato presidencial, en el cual el michoacano apoyaba a Ernesto Cordero, ex secretario de Hacienda.

“El día que gané la elección interna… me llamó el presidente y me dijo: ‘¿cómo te fue?’ Le dije: ‘gané 25 estados’. A mí me pareció un largo silencio, a lo mejor no fue tan largo, y lo único que escuché del otro lado fue: ‘déjame checar, dame unos minutos, porque yo tengo otros datos’. Y así empecé esa noche del 5 de febrero”, relató la ex secretaria de Educación y de Desarrollo Social.

Con información vía La Jornada