La industria mexicana de telecomunicaciones conocería en agosto la política regulatoria que sujetará a las empresas del grupo América Móvil a un nuevo marco de acción en este sector. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ya tiene listo el borrador de esa política y se lo ha remitido a América Móvil para su conocimiento. La compañía ahora evalúa su plan de acción ante una nueva versión de la llamada regulación asimétrica que aplicará para Telmex-Telnor y Telcel en los siguientes dos años.
La regulación asimétrica, que existe desde marzo del 2014 y que sólo busca equilibrar esta industria ante el enorme tamaño de Telmex y Telcel, sólo aplica para América Móvil y sus subsidiarias, pero sus efectos se resienten en todo el sector de telecomunicaciones y es una guía para los planes de acción del resto de compañías en por lo menos los siguientes dos años, después de todo, las empresas de América Móvil atienden a 110 millones de accesos en México, entre fijos y móviles, y facturan cerca de 6,000 millones de dólares por trimestre; y sólo Telmex poseía hasta marzo la misma cantidad de conexiones que todo el combinado Izzi, Totalplay y Megacable en banda ancha.
El IFT emitirá un nuevo paquete de lineamientos en un contexto en el que Telmex ya no es la empresa dominante de las telecomunicaciones fijas, pues hasta sus competidores Megacable e Izzi Telecom conocen que esa empresa redujo su participación de mercado del 72 al 39% a nivel nacional en diez años de política asimétrica. La nueva regulación también saldrá a la luz con un Telcel como único actor con músculo financiero para pagar por más bandas radioeléctricas y abiertamente renuente a la creación de nuevas áreas celulares que permitan el ingreso de nuevos operadores micro para atender poblaciones rurales.
La regulación asimétrica ha sido de “palo y zanahoria” para América Móvil en estos diez años, expusieron expertos. La compañía que mayor habría sufrido su embate podría ser Telmex, que mientras ha visto a la competencia ganar 11 millones de acceso de Internet, a ella se le obligó a dividirse en dos marcas y está impedida de comercializar video, aunque los competidores sí pueden vender televisión desde sus hilos de fibra óptica.
En este contexto, la nueva regulación sectorial debería enfocarse en el establecimiento de parámetros más profundos de compartición de infraestructura, pero acompañada de incentivos. Si bien la industria se manifiesta porque a Telcel se le obligue “abrir más” su red por su dominancia del 60% del mercado móvil, que a Telmex se le modifique la regulación a la que se encuentra sujeta, a través de “una regulación de incentivos” que permita ampliar conectividad en un país como México en que 5 millones de personas no cuentan con un acceso a Internet, coincidieron expertos en el foro Conecta México. “Regular para qué”, respondieron cuatro actores del sector.
Los expertos del sector no se manifestaron abiertamente porque a Telmex se le permita vender televisión de paga en México, pero sí coincidieron por una regulación de incentivos que mantenga el espíritu de la promoción de equilibrios que buscó el IFT en la regulación asimétrica.
Sostenes Díaz, comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Ana de Saracho O’Brien, directora de política regulatoria de Telefónica México, Gabriel Contreras, vicepresidente de asuntos legales y externos de AT&T México, y Adriana Labardini, presidenta de Conectadas y también excomisionada del IFT, coincidieron en que profundizar la compartición de infraestructura y generar incentivos para la construcción hará posible también el establecimiento de nuevas industrias en México, en el contexto del nearshoring.
Obligar sólo a Telmex y Telcel a disponer más de su red en favor de sus competidores, a través de una nueva regulación no solucionará todo el problema de falta de conectividad en México, pero sí apoyará a la competencia del sector hacia esos 823 municipios donde sólo existe un único operador y en el crecimiento de otros actores hacia mercados desatendidos, donde viven esos 5 millones de mexicanos sin Internet.
“Las leyes son importantes por lo que hacen no por lo que dicen. Por más buena que parezca una regulación, si no tiene un impacto directo en el mercado es inútil; se requiere ponerla en práctica y se requiere hacer que cumpla su propósito, si no para qué la queremos”, dijo Gabriel Contreras.
El IFT se ha retrasado otra vez en anunciar la nueva política regulatoria. Este año el retraso en la evaluación de la regulación sería de cinco meses. La autoridad ha informado poco, dijeron.
“Se ha venido retrasando la revisión de preponderancia y la regulación actual no ha dado los resultados que se requiere. Cada bimestre que pasa sin que se emita una regulación, es la permanente de un estatus quo que nos afecta” indicó Ana de Saracho O’Brien.
La nueva regulación que presentará el IFT debería estar creada en la premisa de más infraestructura y más compartición; en inversión, externó Adriana Labardini, jefa en la organización Conectadas: “Necesitamos inversión, infraestructura, servicios asequibles y conectividad significativa para todos en las urbes y lo rural, para que todas las personas que puedan apalancarse en la tecnología para un desarrollo sostenible”.
Labardini se manifestó por una regulación de incentivos, que en el caso de Telmex se le permita el acceso al video en regiones muy puntuales de México.
“Una regulación de incentivos podría ser un ingreso a ese mercado (de video), pero sin engaños. No ir y dar conectividad sólo una cabecera municipal y dejar en ceros al resto de las poblaciones de un municipio. Es tiempo regulación de incentivos, no más palo y zanahoria”, planteó Labardini.
Adriana Labardini propuso que allí donde el IFT halle dominancia o poder sustancial de otros actores se le permita a Telmex vender televisión de paga. Un ejemplo, en los nueve mercados relevantes donde Megacable Holdings fue declarada agente económico con poder sustancial. También allí, dijo Labardini, a Telmex se le pudiera obligar a abrir su red de transporte y acceso a micro operadores que a su vez comercialicen video e Internet, para así asegurarse de que la regulación asimétrica funciona.
La propuesta de Labardini coincide en un momento de cambio de gobierno y cuando Megacable es declarada dominante en nueve mercados, pero también cuando Televisa baraja la idea de combinar a Izzi Telecom con Sky para no perder más dinero. “El mercado es otro, por eso esto tiene que ser un tiempo de regulación con incentivos y no sólo palo con zanahoria”, declaró.
CON INFORMACIÓN VÍA EL ECONOMISTA