Con 5.2 millones de personas egresadas de alguna ingeniería, México es el sexto país del mundo que genera el mayor número de profesionales en esta área; no obstante, la industria señala una realidad nada halagüeña: existe un déficit de 1.3 millones de profesionales TIC con perfil adecuado. Checa pero no cuadra.
Esta paradoja tiene lugar en un mundo cada vez más digital y donde la relevancia económica del sector telecomunicaciones es evidente, como también lo es su incidencia en la vida productiva, social y política del país: Únicamente en el mercado mexicano es capaz de generar más de 143 mil millones de pesos en un sólo trimestre (3T-2023).
De hecho, The CIU pronostica que este año el sector de telecomunicaciones crecerá 4.8 por ciento, impulsado por un mayor consumo de datos móviles y el crecimiento en suscriptores de tv de paga, pero también por la expansión en la conectividad fija y móvil, aunado al creciente despliegue y desarrollo de redes de nueva generación y la innovación en la oferta de servicios.
En la dinámica sectorial hay una pieza clave: el capital humano. La Secretaría de Economía estima que en el segundo trimestre del año pasado, 252 mil 135 personas se emplearon en el sector telecomunicaciones en áreas tan diversas como técnicos en instalación, reparación de equipos, telefonistas, agentes de ventas, personal administrativo, entre otros.
Sin embargo, esta cifra merece un análisis paralelo, pues cuando se compara la población ocupada en el sector con el nivel registrado en el segundo trimestre del año 2021, se observa una diferencia a la baja de más de 25 mil personas en puestos de trabajo. Peor aún, el número total de mujeres trabajadoras en el sector ni siquiera llega al 30 por ciento.
Ricardo Zermeño, director de la consultora Select asegura que desde hace prácticamente dos décadas, ha escuchado la misma queja del sector empresarial: “no encuentran candidatos idóneos” para cubrir los puestos de trabajo en la industria de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
Y es que datos del CENEVAL muestran que sólo 53 por ciento de los estudiantes graduados tienen un desempeño satisfactorio y 23 por ciento dominan el inglés.
“Si consideramos estos datos, el superávit se convierte en un déficit de 1.3 millones de profesionales TIC con perfil adecuado; lo cual confirma la opinión de los empresarios”, sostiene el analista.
Aunque el mal de muchos no debiera ser consuelo de todos, es conveniente destacar que el déficit de capital humano especializado y preparado para formar parte activa en el ecosistema digital, no es exclusivo de México y es parte de un preocupante fenómeno global que más temprano que tarde tendrá consecuencias.
Ejemplo de esto es que antes de la pandemia, la OCDE estimaba que para el año 2022, el 42 por ciento de las principales habilidades necesarias para desempeñar diversos tipos de trabajos tendrían una profunda transformación, pues además de los conocimientos académicos, las llamadas “soft skills” como la comunicación asertiva, creatividad, resolución de conflictos, negociación, adaptabilidad y pensamiento crítico, serían sumamente valoradas.
El capital humano que se está formando en las universidades para integrarse al sector telecomunicaciones tiene desafíos muy diferentes a los que incluso enfrentaron dos o tres generaciones anteriores.
Las futuras ingenieras e ingenieros deben tener claro que al incorporarse al mercado laboral, éste les exigirá una mirada transversal, que les permita entender cómo las TIC tocan y trastocan todos los sectores productivos y las formas sociales, pero también requerirán de una visión multidisciplinaria en una sociedad digital que se crea y se transforma a partir de la interacción de diversas disciplinas y perfiles.
Aunque es evidente que el sector empresarial tiene sus propios desafíos y que requiere “meter tercera” en sus programas de mentoría, capacitación y captación de talento, es importante analizar qué factores estructurales impiden un equilibrio en la balanza de la oferta y demanda de capital humano.
Y es que en un país donde de cada 100 niñas y niños que ingresan a la primaria, sólo alrededor de 38 por ciento termina la universidad y de ese total, únicamente 27 por ciento tendrá una formación en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), queda claro que, como país, tenemos mucho que hacer.
*ESTE TEXTO FUE ELABORADO CON BASE EN LA PARTICIPACIÓN DE LA AUTORA EN EL FORO INDUSTRIAL PARA DEFINIR EL PERFIL DE LOS EGRESADOS DE LA CARRERA DE INGENIERÍA EN TELECOMUNICACIONES DE LA UNAM, REALIZADO DEL 23 AL 25 DE ENERO DE 2023.
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