Pretende garantizar que se otorgue un salario digno, seguridad social, seguro de riesgos y un contrato en el que se estipulan los acuerdos entre el empleador y el trabajador.
Senadores del Partido del Trabajo sumaron a la lista de iniciativas una más para regular el trabajo en plataformas digitales y garantizar que se otorgue un salario digno, seguridad social, seguro de riesgos y un contrato en el que se estipulan los acuerdos entre el empleador y el trabajador.
A pesar de que el gobierno federal, a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social anunció que enviaría una iniciativa de reforma para avanzar en la regulación, luego de las reuniones que sostuvo con empresas y trabajadores, hasta la fecha no hay una propuesta en concreto.
No obstante, esta iniciativa se suma a las seis más existen en la Cámara de Senadores. Las senadoras Geovana Bañuelos de la Torre, Cora Cecilia Pinedo Alonso, Martha Cecilia Márquez Alvarado y el senador Joel Padilla Peña buscan incorporar un capítulo específico sobre este sector en la Ley Federal del Trabajo.
Se estima que en México hay más de 500,000 personas que pertenecen a esta modalidad laboral, de ahí la importancia de establecer una legislación que garanticen los derechos laborales de las y los trabajadores de plataformas digitales.
Los senadores reconocieron que con las plataformas digitales se crean empleos en los que se ofrecen servicios de transporte y envío de alimentos; sin embargo, carecen de seguridad jurídica, pues aún no se encuentran regulados sus derechos y obligaciones laborales.
Los legisladores advirtieron que esto trae como consecuencia que a estos trabajadores no se les reconozcan sus derechos laborales como el de seguridad social, un pago justo y a disfrutar de otras prestaciones.
En la propuesta, que se turnó a las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social, y de Estudios Legislativos Segunda, los legisladores destacaron que en México se estima que más de 500,000 personas pertenecen a esta modalidad laboral, pero los repartidores de aplicaciones digitales subsisten en condiciones precarias.
Con información de El Economista